Cómo son las personas tóxicas
Es cierto que a veces cuesta de detectar, pero si nos paramos y analizamos muchos de los comportamientos de las personas que nos rodean, comprobaremos su modo de comportarse es realmente insano, y a menudo hace daño a los demás. Para evitar que esta clase de personas puedan hacernos daño, deberemos aprender cuáles son las 7 personalidades realmente tóxicas, y en este artículo nos centraremos en ello.
Hay personas que, por su modo de ser, pueden hacerse daño a ellos mismos y a los demás. Tienen un modo de pensar y de comportarse que no pueden controlar, y las lleva a situaciones y relaciones tóxicas. No son capaces de analizarse y ver sus fallos, y es por ello que siempre se comportarán de la misma manera, y nunca cambiarán. Tienen tan interiorizado sus pensamientos y sus actuaciones que creen que eso es lo normal. Ese hecho les lleva a sufrir un gran dolor, y generar a su vez un gran sufrimiento a los demás.
Para evitar que el comportamiento tóxico de esta clase de personas nos dañe, tenemos antes que conocer las características de estas 7 personalidades realmente tóxicas, para así, poder identificar a las personas que puedan hacernos un verdadero daño con sus conductas o con sus palabras. Recordemos que es importante seleccionar a las personas que nos rodean. Aquellas que restan acabarán por dañarnos y no nos dejarán avanzar. Por tanto, debemos evitar a toda costa tener a estas clases de personas a nuestro lado. Por nuestro bien.
7 personalidades realmente tóxicas
En este apartado descubriremos las 7 personalidades realmente tóxicas, que deberemos aprender a identificar, para de ese modo poder evitar a las personas con esos rasgos, porque si hay alguien así en nuestro alrededor seguro que acabará por hacernos daño. No podemos caer en la trampa de aguantar según que conductas y comportamientos insanos que solamente generan un gran sufrimiento. Y las 7 personalidades realmente tóxicas son:
Personalidad autoritaria
Esta clase de personas suelen ser muy inseguras y una autoestima realmente baja. Su percepción acerca de ellos mismos es negativa, y solamente logran sentirse bien cuando logran someter a los demás. No son personas muy hábiles ni inteligentes, pero saben como pueden antepone su voluntad a los demás. Tener ese control logra aliviarle su gran angustia vital, y es por ese motivo que necesitan dominar a las personas que le rodean.
Carecen de habilidades cognitivas y emocionales, y las suplen, pudiendo emplear la violencia, ya sea verbal, o a veces, incluso física. Pueden llegar a convertir la vida de los demás en una auténtica pesadilla, debido a que requiere en todo momento que los demás estén atento a sus órdenes para cubrir sus propias necesidades personales.
Personalidad pesimista
Las personas que se sumergen en esa profunda negrura que supone el pesimismo, son capaces de arrastrar a cualquier a su abismo emocional. Son personas que han aprendido a llamar la atención de los demás siendo negativos. Siendo de esa manera les protege a la hora de abandonar su zona de confort, porque cualquier cosa les angustia. Lo malo es que son capaces de empujarte a su infierno, y que acabes percibiendo el mundo como ellas lo perciben.
De igual modo, al no ser capaces de percibir todo de un modo más positivo, tienen la necesidad imperiosa de absorber la energía de los demás. Es decir, cuando estés delante de esta clase de personas, percibirás que es capaz de arrebatarte toda tu energía, y cuando te vayas a tu casa, estarás resoplando y agotado. Esta clase de personalidades necesitan que todos se sientan y perciban todo igual que ellas, y para ello intentará por todos los medios que dejes de ser positivo y constructivo.
Personalidad manipuladora
Las personas manipuladoras necesitan a los demás para conseguir cubrir todas las carencias emocionales que padecen. Sus relaciones se basan en la manipulación, y gracias a ella consiguen dominar a sus víctimas, y de ese modo, alcanzar sus metas y anhelos. Por todo ello, podemos afirmar que esta clase de personas perciben a los demás como simples objetos, necesarias para poder tener las atenciones que quiere recibir.
Son personas que jamás reflexionarán acerca del daño que hacen a sus víctimas. Simplemente, no les importa lo más mínimo. Ellos son capaces de anteponer sus necesidades al dolor que puedan generar con sus manipulaciones. Lo peor es que suelen ser tan habilidosos al principio, que logran manipular a sus víctimas de tal forma, que son descubiertos cuando el daño que han producido es muy elevado. Por ese motivo, debemos aprender a identificar estas personas tóxicas capaces de hacernos tanto daño, y crearnos tanto sufrimiento.
Personalidad Narcisista
Las personas narcisistas se caracterizan por su gran egocentrismo y egoísmo. Las puedes conocer porque siempre están hablando de si mismas y de sus logros. Son el centro de su todo, y se creen con el derecho de que todo el mundo les obedezca y les admire. Perciben a los demás como simples objetos, pudiéndose aprovechar de ellos sin el más mínimo remordimiento. Aunque son personas inseguras, intentan mitigar esos sentimientos sometiendo a los demás, así que, su voluntad siempre será someter a cada una de sus víctimas.
Son personas incapaces de ponerse en el lugar de los demás, y por ese motivo pueden ser realmente crueles. Solamente mirarán por ellas mismas sin tener en cuenta nadie. El dolor y el sufrimiento que generan a quien les rodea es enorme. Incluso pueden llegar a ser violentos sin sus víctimas, no hacen aquello que quieren que hagan. Al ser emocionalmente inestables e inmaduros, deberemos alejarnos por completo de este tipo de personalidad tóxica,
Personalidad negativa
Si bien este nombre de una de las 7 personalidades realmente tóxicas, puede padecer neutro, esta clase de personas pueden llegar a hacerte verdadero daño. Suelen caracterizarse por una profunda amargura, y todo lo ven como algo oscuro y peligroso. No soportan que los demás sean felices, o que al menos intenten serlo como puedan. Por ese motivo, intentarán sumergirte en su misma amargura y tristeza. Te dirán que no puedes conseguir tal o cual cosa, y romperán por completo tu motivación. Quieren que los demás estén en su misma situación. Lo necesitan para sentirse bien.
Esta clase de personalidades suelen estar muy cómodas en esa posición pesimista. De ese modo no tienen que esforzarse, y buscarán culpables a todo lo malo que les ocurra. Se quitan así la responsabilidad propia de cuidarse y de avanzar. Para que los demás lo consigan intentarán por todos los medios quitarles su energía. Su pesimismo puede ser contagioso, y debemos tener cuidado para no caer en su trampa. Una buena señal que nos puede indicar que estamos ante un vampiro emocional, es el hecho de irnos de su lado resoplando y sintiéndonos bajo de moral. Es una personalidad tóxica muy común, y debemos aprender a identificarla para poder alejarnos de esa persona lo máximo posible.
Personalidad dependiente
Las personas emocionalmente dependientes son personas heridas. Arrastra muchas carencias afectivas desde siempre, y esa necesidad por cubrir sus necesidades les empuja a hacer lo que sea por estar con alguien que les cuide y les quiera. Su deseo de ser atendidas, y sentirse queridas, les puede empujar a tener relaciones realmente tóxicas, donde la necesidad es el patrón que rige sus conductas, y eso siempre acaba mal. Pueden ser realmente absorbentes, o por el contrario, encontrar a alguien que puede aprovecharse de sus carencias. Sea como sea, al final acaban haciendo daño, o haciéndose daño a ellas mismas.
La dependencia emocional siempre es foco de sufrimiento y dolor. Cuando en una relación aparece la palabra “necesidad”, todo se complica y surgen los conflictos. Toda relación debe basarse en pilares tan robustos y fuertes como son el amor, la libertad, o el respeto. Si en una relación una de las partes necesita a otra, ya no es una relación de amor o de amistad, sino de necesidad, y eso al final acabará por hacer daño a algunas de las partes que conforman esa unión.
Personalidad inmadura
Las personas inmaduras son realmente dañinas para los demás, y también lo son para si mismas. Debido a un mal desarrollo emocional, suelen ser personas infantiloides, capaces de dar rienda suelta a emociones tan dañinas como la envidia, el rencor, o la rabia. Nunca logran adaptarse a nada ni a nadie, y creen que deben seguir sus propias reglas y patrones. Con todo ello, podemos afirmar que no tienen en cuenta los sentimientos de nadie, y solamente actúan a su favor, aunque para ello tengan que dañar a los demás.
Al ser personas inseguras e infantiles, no llegan a comprender el alcance de sus palabras y actos, es decir, si pueden hacer daño o no. Este hecho les hace ser realmente peligrosos para los demás, ya que son capaces de dañarte sin darse cuenta, ni evaluar el alcance de sus comportamientos. Son personas conflictivas que siempre están en eternas disputas y rencillas con algunas personas. No son capaces de pasar página, ni de dar su brazo a torcer. Tienen poca o nula empatía, y son incapaces de ser reflexivos. Su impulsividad les puede llevar a situaciones realmente peligrosas para él mismo y para los demás. Es una de las 7 personalidades realmente tóxicas que más debemos tener en cuenta.
Cómo comportarse ante las 7 personalidades realmente tóxicas
Ante una persona tóxica poco podemos hacer. Son personas sumamente egoístas que solamente miran por ellas mismas, y les tiene sin cuidado el daño que puedan hacerles a los demás. Lo mejor que podríamos hacer es alejarnos de esta clase de personas lo más lejos posible. De ese modo, podremos evitar que nos hagan daño. Pero a menudo estas personas forman parte de nuestro entorno más cercano, y no podemos alejarnos tan fácilmente de ellas. En estos casos lo mejor que puedes hacer es establecer unos límites, y no dejarles que actúen negativamente contra ti. Para ello, debes dejarles muy claro hasta donde pueden llegar contigo y hasta donde no. Y tienes que hacerle saber que si traspasan esos límites deberá irse de tu vida. Deben aprender que sus actos tienen consecuencias. Si aun así siguen comportándose igual contigo, deberás alejarte sin más. No quedaría otra.
Tenemos que aprender a seleccionar a las personas que entran en nuestras vidas. Y rodearnos de personas que sumen, y que no nos hagan daño. No tenemos por qué soportar ni estar con personas tóxicas que solamente nos generarán sufrimiento y dolor. Así que, también está en nuestra responsabilidad rodearnos con personas constructivas y positivas, que nos respeten y nos quieran sin más. Debemos aprender a seleccionar a quien esté a nuestro lado. ¡Adelante!
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online