Cómo son las personas autodestructivas
Todos nacemos con el instinto de buscar siempre nuestro bienestar y nuestra propia seguridad. Es un principio extrapolable a todo ser vivo. Una persona sana jamás atentará contra si misma, y siempre intentará hacer todo lo posible por estar a salvo, tanto en el plano físico como en el psicológico. Por ese motivo, nos parece realmente extraño que haya personas capaces de hacerse daño a si misma y boicotear todo lo que hacen, como si buscarán castigarse. En este artículo nos centraremos en los 8 rasgos de las personas autodestructivas más comunes.
Debemos comprender que existen personas capaces de dejar a un lado ese instinto de promocionarse cierto bienestar y seguridad, y realizar conductas que atenten contra su integridad física y psicológica. Su experiencia y vivencias personales les empujan a autocastigarse. Los sentimientos de culpa, los remordimientos, o una percepción negativa de si mismo, puede hacer que estas personas desarrollen conductas autodestructivas como método de castigo sobre ellos mismos.
Todo tiene una causa, y es por eso que es importante saber que puede causar una conducta tan autodestructiva. Tenemos que recodar que esta clase de personas suelen soportar un gran dolor y sufrimiento, y necesitan de toda la ayuda que sea posible. Toda conducta autodestructiva siempre tiene un origen, y es imprescindible saber cuál es, para de ese modo saber cómo poder intervenir terapéuticamente. Toda aquella persona que tiene heridas emocionales que sanar, requiere de un proceso terapéutico. La terapia le dará todas las herramientas para cambiar ese modo de actuar y de pensar que tanto daño hace.
Podemos convertirnos en nuestros peores enemigos. Seremos quienes más severamente nos juzguemos, y de ese modo, podemos caer en el error de castigarnos. Al final, toda esa ira que podemos acumular siempre acabará siendo un arma contra nosotros. La ira siempre se convierte en dolor y en sufrimiento. Y es por ese motivo que debemos conocer los 8 rasgos de las personas autodestructivas, porque si logramos identificar esos rasgos en nosotros, deberíamos buscar ayuda inmediata.
8 rasgos de las personas autodestructivas
- Pensamientos negativos. El modo de percibirse esta clase de personas siempre será negativa. Se ven así mismos como alguien incapaz o no válido, sintiendo la necesidad de castigarse por todo. Los sentimientos de culpa estarán siempre en su mente. Y todos los pensamientos que tiene estarán fijados en la idea de tener que imponerse un castigo, porque creen que no son merecedores de nada bueno. Su modo de pensar les lleva a las denominadas “profecías autocumplidas”, es decir, cuando una persona se repite a si misma que no puede hacer algo, que no es capaz o que no es merecedora de ello, y que al final logran que nada positivo les ocurra. Ese modo de pensar tan destructivo les llevará a sufrir un gran dolor.
- Postura pasiva. Cuando alguien se ve incapaz de hacer algo, simplemente deja de hacerlo. Tener una postura pasiva es un signo inequívoco de ser una persona autodestructiva. Aunque estén ante algo que les causa daño y dolor, serán incapaces de hacer frente a la problemática que sufren. Suelen creer que no sirve de nada actuar, y se dejan llevar, aunque eso le produzca un gran sufrimiento. Su inactividad da más fuerza a su creencia de que son personas carentes de habilidades, y de ese modo se castigan aún más. Su dolor se ve intensificado con esa postura victimista.
- Hábitos insanos. Uno de los 8 rasgos de las personas autodestructivas más comunes, son el desarrollo de ciertos hábitos dañinos, como puede ser las conductas alimentarias inadecuadas, o el abuso de sustancias. Es muy frecuente, en estos casos, que esta clase de personas desarrollen unos hábitos alimentarios totalmente insanos. Pueden optar tanto por hacer ingestas incontroladas, como por ejemplo, dejar de comer. Son conductas destinadas a maltratarse a si mismo, También se puede adoptar conductas tan nocivas para uno como fumar en exceso, beber alcohol, o consumir drogas. Todos esos comportamientos son conductas de riesgo, que pueden atentar contra quien decide comportarse así, y los daños suelen llegar a ser muy grandes en un espacio corto de tiempo.
- Hacer daño y hacerse daño. Esta clase de personas autodestructivas siempre buscan cualquier situación para dañarse en un primer término, y dañar a los demás, tanto de un modo consciente como inconsciente. Su modo de comportarse siempre estará dirigido a boicotearse, y hacerse daño. Normalmente, cuando uno se hace daño a si mismo, llega también a dañar a las personas más cercanas y queridas. No hay nada más doloroso que ver a alguien a quien quieres hacerse tanto daño. Quien es capaz de hacerse daño, es capaz de lesionarse. Por ese motivo, es muy habitual en estos casos, que la persona llegue a desarrollar conductas autolíticas, es decir, que se pueden lesionar físicamente contra ellos mismos, incluso pudiendo llegar a atentar con su vida. Llegando a estos casos tan extremos, la persona requerirá internamiento médico para evitar que pudiera hacerse daño a si mismo o a los demás.
- Aislamiento social. Las personas que se hacen daño a si mismas, suelen aislarse por completo, y sabotear todas las relaciones que puedan tener. La soledad les permite regodearse en su dolor, y tampoco creen que se merezcan que nadie se relacione con ellos. Al percibirse tan negativamente, tienen la creencia que no deben involucrarse en ninguna relación que les aporte algo positivo. También al rechazar a los demás no tienen que dar explicaciones a lo que sienten, ni poner buena cara. Ese aislamiento les permite fustigarse más a si mismos, y no tener al lado a nadie que pueda aportarle algo de luz. Todo se trata de autocastigarse.
- Descuido físico y emocional. Quien desea castigarse, también lo hará en el plano físico y mental. Esta clase de personas suelen descuidarse por completo. No tienen en cuenta cosas tan cotidianas como la higiene, o la alimentación. Simplemente, irán actuando sin ningún control. Al no cuidarse, comenzarán los problemas físicos, como el cansancio, o problemas en la piel, y también alteraciones de tipo psicológico, como por ejemplo, una bajada del estado de ánimo, o cuadros de angustia y ansiedad.
- Autocompasión. Otro de los 8 rasgos de las personas autodestructivas más comunes es la autocompasión. Esta clase de personas se perciben a si mismas como personas no válidas, y no merecedoras de nada bueno. En esa visión pesimista y negativa de uno mismo, siempre puede darse paso sentir una autocompasión muy intensa. Es muy sencillo para estas personas sentir compasión por ellos mismos, y sentirse una víctima. Eso les quita responsabilidad y les permite no salir de esa dinámica de castigarse y acentuar todo lo malo que hay en ellos y en su vida. Es un modo de pensar totalmente desgastante, y puede agravar aún más los problemas emocionales que puedan padecer.
- Rechazar ayuda. Las personas con conductas autodestructivas son incapaces de identificar sus emociones y sentimientos. No saben identificar que les ocurre, ni la problemática que sufre. Por ese motivo, son incapaces de aceptar que necesitan ayuda. Además, si obtienen esa ayuda no pueden castigarse del modo que creen merecer. Por ese motivo, suelen rechazar la ayuda terapéutica, y si la aceptan será de un modo leve, no implicándose demasiado. La terapia les ayudaría a dejar de comportarse de ese modo tan destructivo.
La necesidad de pedir ayuda
Cuando una persona opta por castigarse y maltratarse, debe buscar las causas, para de ese modo, poder recibir la ayuda que se necesita en estos casos. La terapia psicológica es la única vía para que estas personas sanen sus heridas, y dejen de dañarse. Nadie opta por hacerse daño porque sí. Esas conductas siempre responden a traumas y experiencias muy negativas del pasado. Las personas autodestructivas necesitan volver a encontrarse, quererse y aceptarse a si mismas. Una buena autoestima es esencial para que esta clase de personas puedan reconstruirse, y tener una vida plena.
Si te has sentido identificado con los 8 rasgos de las personas autodestructivas, acepta que sufres una problemática emocional seria, y necesitas de toda la ayuda que sea posible para sanar todas tus heridas, y volver a sentirte bien contigo mismo. Nadie debería castigarse ni hacerse daño. Por ese motivo, apóyate en tus seres queridos, déjate ayudar, y apuesta por la terapia para afrontar tus problemas, y poder sanar. ¡Adelante!
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online