Ansiedad Dental

La ansiedad dental

Hay muchas personas que tienen un miedo atroz a ir a la consulta del dentista. El miedo al dolor hace que acumulemos una gran cantidad de estrés, que al ser tan intenso, nos llevará a sentir la llamada ansiedad dental. Es un pánico que nos atrapa y nos puede empujar a evitar a ir incluso a las visitas destinadas al control. Un terror incontrolable que debemos de tratar por nuestra salud dental y emocional.

Sentarse en la silla del dentista puede resultar algo muy angustioso para muchas personas. Es normal sentir algo de nervios o de incertidumbre, ya que no deja de ser una intervención, pero no podemos dejarnos llevar por el miedo que nos paraliza, y nos empuja a evitarlo a toda costa.

Todos conocemos a personas que han dejado de ir a la consulta del dentista para evitar el miedo que padecen. Ello aparte de ser peligroso para nuestra salud bucal y por ende, para nuestra salud general, es peligroso para nuestro bienestar emocional y psicológico, debido a que nos dejamos arrastrar por la ansiedad y por la angustia, y ello siempre nos limitará y nos dañará.

Realmente la ansiedad dental aparece porque creemos que el dentista supone una seria amenaza para nosotros y para nuestra integridad física. Es decir, se suele percibir a estos profesionales sanitarios como una verdadera amenaza, como alguien que quiere hacernos daño, cuando nada más lejos de la realidad. Los odontólogos nos ayudan a mantener una salud bucal sana. Son barreras emocionales que debemos cambiar por nuestro bien.

¿Por qué tenemos miedo de ir al dentista?

El miedo a ir al dentista es un miedo primitivo. Todo lo que sea una intervención, donde se puede ver expuesta nuestra integridad física, nos da pavor, más aún si esa intervención se produce en un sitio tan sensible y situado en la cabeza como es la boca. Todas las personas adultas hemos tenido algún que otro problema dental, que ha sido muy doloroso, y hemos acudido a la consulta del dentista. Ese dolor tan cercano al cerebro es muy doloroso debido a todas las terminaciones nerviosas próximas a nuestro mayor receptor del dolor como es, nuestro cerebro.  Ese dolor quedará marcado a fuego en nuestra mente, y aparecerá cada vez que experimentemos un dolor similar, o una experiencia que nos lo recuerde cómo acudir a la consulta dental.

También nos influyen los miedos que expresan los demás, Es decir, quien ha sufrido una experiencia traumática en la consulta del dentista y ha experimentado la ansiedad dental, comentará sus miedos, y ello nos puede influir de tal forma, que podemos llegar a adoptar esos miedos ajenos. El miedo al ir al dentista es un miedo muy infundado popularmente. 

Pero tenemos que entender que el miedo siempre alimentará al miedo. Si nos produce miedo el hecho de acudir al dentista, no debemos evitarlo, sino afrontarlo. La ansiedad dental puede paralizarnos de tal modo, que nos impedirá acudir a la consulta dental, aunque estemos sufriendo un dolor incalculable.

Síntomas de la ansiedad dental

Cuando una persona que sufre ansiedad dental tiene que ir a la consulta del dentista, comenzará a experimentar los síntomas propios de la ansiedad. La opresión en el pecho y la sensación de falta de oxígeno, serán dos de los primeros síntomas que sentirán quien sufre este tipo de ansiedad.

Después pueden llegar los diferentes síntomas. Todo dependerá de la intensidad del miedo que se sufra, o de las características personales de cada uno. Pero los síntomas más comunes que se pueden llegar a experimentar cuando se sufre un episodio de ansiedad dental son:

  • Temblores y entumecimiento.
  • Palidez cutánea.
  • Sudoración excesiva.
  • Taquicardias, y palpitaciones intensas.
  • Lentitud motora.
  • Problemas para conciliar el sueño.
  • Alteración en el apetito.
  • Sensación de ahogo.
  • Problemas intestinales o digestivos.
  • Sensación de perder el control.
  • Tensión muscular.
  • Visión borrosa, sensación de mareo.
  • Pensamientos catastrofistas.

Miedo a las agujas del dentista

El miedo a las agujas es una fobia muy común, y el miedo a las agujas del dentista es, por tanto, un terror muy extendido. Que te pinchen en la boca es una sensación desagradable, que si no es gestionada adecuadamente puede generar una angustia tan elevada que dará paso del propio miedo, y a la ansiedad dental.

Es muy importante saber cómo gestionar el estrés que podemos padecer cuando tenemos que sentarnos en la silla del dentista. Toda fobia nos empuja a evitar aquello que tanto tememos. El no ir al dentista tendrá unas consecuencias graves en nuestra salud bucal, y por ende, en nuestra salud general. No podemos dejarnos arrastrar por los miedos, sino que tenemos que afrontarlos y superarlos, y si no podemos hacerlo solos, tendremos que buscar la ayuda que necesitamos.

¿Cómo controlar la ansiedad antes de ir al dentista?

Para poder ir al dentista dejando a un lado la ansiedad dental, deberemos seguir algunos consejos que nos pueden ayudar a ganar confianza y seguridad a la hora de sentarnos en la silla de una consulta dental. Y estos consejos son:

  • Comunícate siempre con el profesional que te atiende. Es muy importante tener una buena comunicación con quien te va a atender. Verás que la persona que tienes delante está ahí para ayudarte. Exprésate, y dile que sientes angustia y miedo por acudir a su consulta, seguro que te ayudará a relajarte y a sentirte más confiado.
  • Infórmate. Pide toda la información de la intervención que te van a realizar. Saber qué va a ocurrir te proporcionará una balsa de tranquilidad. No dude en despejar todas tus dudas, la incertidumbre dan paso a la ansiedad. No lo permitas.
  • Utiliza técnicas de relajación. En el siguiente apartado detallaré la técnica de relajación diafragmática, ideal para controlar nuestra ansiedad dental, y poder estar totalmente tranquilos ante dicha situación.
  • Buscar ayuda profesional. Si no puedes controlar la ansiedad dental por ti mismo, busca ayuda psicológica. La terapia te ayudará a controlar tu ansiedad, y de ese modo, acudir a la consulta dental.

Técnica de relajación en la consulta dental

La técnica más efectiva que puedes utilizar, para controlar y superar la ansiedad que te produce ir al dentista es la técnica de respiración pausada o de diafragma. Es una herramienta muy sencilla que nos permite relajarnos de forma casi inmediata, y de ese modo podemos rebajar nuestro estado de ansiedad.

Esta técnica se basa en dejar la mente en blanco, y centrarnos en nuestra respiración. Comenzamos a inspirar y espirar aire de forma muy pausada, notando que nuestro diafragma se ensancha y se encoge con cada respiración. Son respiraciones muy lentas, manteniendo el aire en los pulmones unos 5 segundos antes de expulsarlos. Se suele inspirar por la nariz y expulsar el aire por la boca. Haz este ejercicio hasta que te encuentres tranquilo y relajado. No te dejes vencer por el miedo y por la ansiedad. Los dentistas cuidan de nuestra salud. Confía en su profesionalidad, y dejarte cuidar. ¡Adelante!

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

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