Cansancio por ansiedad
La ansiedad no empuja a centrar todas nuestras energías en evitar todo aquello que tememos. El miedo que llegamos a sentir es tan profundo, que hace que todos nuestros sentidos estén pendientes de los posibles peligros que podemos llegar a sufrir. Estar en un estado ansioso permanente nos hace malgastar nuestras fuerzas y nuestras energías en evitar aquellas cosas o personas que pueden atentar contra nosotros. Ello nos lleva a un estado profundo de agotamiento, es decir, padecemos cansancio por ansiedad.
Sufrir ansiedad durante un tiempo prolongado hace que sintamos ciertos síntomas físicos muy paralizantes, como puede ser el dolor de las extremidades, temblores, cefaleas, o problemas digestivos. El cansancio por ansiedad es algo realmente común, que hace que quien lo padece sienta cómo su cuerpo y su mente no le respondan por un agotamiento general, que le impide tener una vida normal.
La mente y el cuerpo siempre van unidos, y lo que afecta a uno, afecta irremediablemente al otro. Cuando la mente nos vence, también lo hace con nuestro cuerpo, y viceversa. Si estamos afectados de un estado negativo, ello tendrá su repercusión en todo nuestro organismo. La ansiedad tendrá su eco en nuestra salud física.
En este artículo podemos descubrir el porqué nos sentimos realmente cansados y agotados cuando sufrimos ansiedad. Porque debemos romper con el mito de que las personas que sufren este tipo de trastornos son vagos, ya que su afectación mental y emocional, se extenderá al plano físico, haciendo que se sientan muy cansados, e incapaces de mantener una rutina diaria normal y constructiva.
Por qué me siento tan cansado por la ansiedad
Cuando hablamos de cansancio siempre pensamos en un cansancio de tipo físico, después de hacer un esfuerzo o llevar al límite a nuestro cuerpo. Es un agotamiento totalmente visible y fácilmente reparable, solo tenemos que descansar para volver a tener las energías suficientes para continuar. Pero el agotamiento mental, y más concretamente el cansancio por ansiedad, es un tipo de cansancio que no se puede cuantificar, ni es tan visible como el físico. Cuando nuestra mente se ve sometida a una sobrecarga, al final esta se ve seriamente dañada.
Las personas que sufren ansiedad notan inmediatamente como su cuerpo y su mente no responden como antes. Si bien es cierto que ese cansancio tiene una explicación también hormonal por la segregación de adrenalina a causa de la propia ansiedad, haciendo que estemos más activos y atentos, lo cierto es que toda esa actividad mental y física nos lleva irremediablemente a un estado de total agotamiento, impidiéndonos seguir una rutina diaria, no hacer aquellas cosas que antes hacíamos, simplemente porque nos fallan las fuerzas y la voluntad.
Como ya he dicho anteriormente, la mente y el cuerpo forman una unidad vital. Lo que afecta a uno, afectará al otro. Así que, si padecemos un cansancio extremo y no sabemos la causa, debemos en primer lugar descartar un origen físico, y después centrarnos en el origen mental o emocional. Todo trastorno mental tiene su eco en el plano físico. Tenemos que estar atentos a todas las señales de nuestro cuerpo, pueden estar indicándonos que nuestra mente está sufriendo.
Qué nos dice el cansancio por ansiedad
Cuando sufrimos ansiedad, todo nuestro cuerpo y nuestra mente se tensa. Percibimos todo como peligro que tenemos que evitar. Somos incapaces de poder gestionar todos esos miedos e inseguridades, y al final toda esa presión que hemos acumulado se traduce en padecer el temido ataque de pánico. Este tipo de ataques nos sirven para deshacernos de toda esa presión, y después nos quedamos en un estado de relajación. En ese estado estamos igualmente agotados por todo lo que hemos sufrido.
Estar siempre en un estado de alerta nos agota emocional y físicamente. Comenzamos a experimentar síntomas asociados como por ejemplo, los dolores articulares, los temblores, las cefaleas, el dolor muscular, y síntomas más mentales asociados con el cansancio por ansiedad, como la falta de concentración, o la dificultad para gestionar pensamientos adecuadamente. El agotamiento emocional debido a la ansiedad, hace que nos veamos incapaces de afrontar incluso nuestro día a día.
Sentirnos agotados hace que vemos todo aún más negativo de lo que ya lo vemos por culpa de la ansiedad. El cansancio nos dificulta poder hacerle frente a este trastorno y sus síntomas. Sentirse rebosado por todo es una sensación totalmente incapacitarte, pero tenemos que estar pendientes a esas señales, ya que nos indican que algo tenemos que cambiar en nuestras vidas. No podemos vivir siempre asustados, ni alimentar nuestra ansiedad constantemente. Nos dice que es la hora de buscar toda la ayuda que necesitamos para poder afrontar nuestra ansiedad.
Cómo afrontar el agotamiento emocional
Para poder afrontar y superar el cansancio por ansiedad podemos:
- Hacer actividades que nos gusten. Lo importante es estar activos. No importa lo que hagas, intenta hacer aquello que te permita moverte y centrarte en cosas positivas. Para ello puede elegir aquellas actividades que te apasionaban y que, quizás por la ansiedad, has dejado un poco de lado.
- Relaciónate. Vuelve a quedar con tus seres queridos. Queda con amigos, con familiares, y con todas aquellas personas que siempre han estado ahí, siempre apoyándote. Incluso permítete conocer a personas nuevas. Relacionándote te darás la oportunidad de estar activo, y no centrarte en lo negativo.
- No te exijas demasiado. Es cierto que hay actividades que no podemos rehusar, pero todas las demás delégalas, o simplemente no las hagas. Ten tiempo siempre para ti, y sobre todo, ten siempre tiempo para el descanso. No tienes que estar siempre atento a todo. Aprende a relajarte.
- No intentes controlarlo todo. La ansiedad siempre te hará estar atento o en estado de alarma ante posibles peligros. No pienses tanto, y deja que la vida fluya. No podemos controlarlo todo, así que centra tus energías en otras cosas más constructivas.
- Haz deporte. Aunque sea camina diariamente. Lo realmente importante es que te sientas activo, y además mediante el ejercicio podrás sentirte más relajado.
- Haz ejercicios de relajación diariamente. Puedes utilizar la técnica de la respiración diafragmática, o incluso prueba con el yoga o el taichi. Lo importante es que aprendas a relajarte, y de ese modo bajar tus niveles de ansiedad.
- Busca ayuda. Para poder combatir definitivamente con ese cansancio por ansiedad, debes tratar la ansiedad. Por tanto, pide ayuda profesional, y apuesta por la terapia. Es el único método para poder enfrentarnos a la ansiedad. También apóyate en tus seres queridos. Aprende a pedir ayuda. ¡Adelante!
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online
Deja una respuesta