Baja autoestima y la dependencia emocional
Lo realmente cierto, es que somos seres sociales. Necesitamos agradar y compartir con los demás. Nos gusta pertenecer a un grupo, donde las personas comparten valores, gustos, y emociones. Pero a veces esa necesidad de aprobación se vuelve patológica. La baja autoestima y la dependencia emocional entonces se unen estrechamente.
Existen personas que necesitan agradar a todas las personas que le rodean. Su baja autoestima les hace vulnerables a la crítica y a las opiniones de los demás, y son capaces de hacer lo que sea por ser realmente aceptados. Estas relaciones se basan en la dependencia. Es decir, las carencias emocionales pueden empujar a una persona a intentar agradar a los demás a toda costa.
La baja autoestima y la dependencia emocional están unidas por la necesidad. Es una necesidad que nace de las carencias afectivas y de la poca valoración de uno mismo, y tiene como objetivo intentar ser aceptados tal y como somos por los demás. Si no son aceptados ni queridos por los demás, esta clase de personas son incapaces de encontrarle un sentido a su existencia. Necesitan la aprobación y la atención de los demás.
¿Qué es la dependencia emocional?
Las personas que sufren dependencia emocional necesitan de modo incontrolable, el afecto y la atención de los demás. Sienten un miedo irracional al abandono y a la soledad, lo que hace que sean personas subordinadas en sus relaciones personales. Además, experimentan un deseo irrefrenable de exclusividad, y refieren que no podrían imaginarse su vida sin el calor de los demás.
La baja autoestima y la dependencia emocional se interrelacionan totalmente. Las personas dependientes son personas con una autoestima muy baja. No se quieren, ni se valoran tal y como son. Y necesitan que los demás para que les ayude a valorarse a sí mismos.
Son personas que no pueden satisfacer sus necesidades emocionales por ellas mismas, por lo cual quieren cubrirlas estableciendo lazos afectivos inadecuados con otras personas. Es decir, llegan a desarrollar relaciones parasitarias y asimétricas, llevando a cabo actos de todo tipo. Su único objetivo es que las relaciones que establece con los demás perduren para siempre.
La baja autoestima y la dependencia emocional crean personas que ansían relaciones donde se sientan protegidas, y queridas. No les importa la calidad de sus relaciones, sino sentirse aceptadas dentro de ellas. Por ese motivo, establecen vínculos afectivos muy intensos e inestables. Son personas que harán todo lo que sea necesario para sentirse queridas.
¿Cómo afecta la dependencia?
El problema real de depender emocionalmente de los demás, es que si no se recibe la atención o el cariño que busca la persona dependiente, aparecen dudas irracionales acerca de la propia valía, y el aprecio que los demás nos tienen. Ello repercutirá en la autoestima y en el bienestar emocional de quien lo sufra.
Aparecen de ese modo, sentimientos negativos tales como la negación, el abandono, o el rechazo. De esta forma, la tristeza se instala intensamente en la vida de la persona emocionalmente dependiente. Esta situación puede llevar a la persona dependiente a iniciar un círculo vicioso de vacío emocional e insatisfacción crónica. Y de ello es muy complicado salir, ya que se da paso a la temida depresión.
El miedo a estar en soledad puede llevar a este tipo de personas hacer lo que sea para tal de evitarla. Este hecho hace que los niveles de ansiedad de estas personas se eleven, ya que la persona llega a anticiparse a la posibilidad de poder estar en soledad, sumergiéndose en un estado ansioso, e involucrándose en relaciones realmente tóxicas y dañinas.
Mejorar la autoestima para combatir la dependencia emocional
La baja autoestima y la dependencia emocional son causa y efecto la una de la otra. Es decir, las personas que son emocionalmente dependientes, tienen una autoestima baja. Esto les empuja a buscar soporte y cariño de los demás. En definitiva, para estar bien, necesitan que las demás personas estén pendientes de ellas.
La realidad es que con quien mayor tiempo pasamos es con nosotros mismos. Es por tanto fundamental basar nuestro bienestar, en buscar nuestra propia aprobación, sin tener en cuenta la de los demás. Es esencial que nos queramos nosotros mismos si queremos que nos demás nos quieran. Cuando intentamos agradar a los demás sin aceptarnos ni queremos, caeremos fácilmente en una relación de dependencia.
Para conseguir gustarnos más debemos mejorar nuestra autoestima, y nuestra percepción de nosotros mismos. De ese modo podremos sentirnos bien, emocional y psicológicamente. Si nos aceptamos y nos queremos conseguiremos que los demás también lo hagan. Somos lo que proyectamos, así que debemos proyectar respeto y amor hacia nosotros, y eso mismo recibiremos. En definitiva: te tienes que tratar como te gustaría que los demás te tratasen.
7 estrategias para mejorar tu autoestima
Si la baja autoestima y la dependencia emocional están tan unidas, debemos romper ese círculo vicioso. Para ello es necesario mejorar nuestra autoestima. Valorándonos y queriéndonos, nos evitaremos caer en relaciones basadas en la dependencia. Existen una serie de estrategias que nos ayudarán a conseguir aumentar nuestra autoestima, y estas son:
- No te machaques. Siempre es bueno hacer autocrítica si hemos cometido un error o tenemos algo que mejorar. De nada sigue fustigarnos. Debemos aprender de los fallos y mejorar para solucionarlos. Hay que aprender sin bloquearnos. Si has de mejorar hazlo, pero no te castigues por tus fallos.
- Valórate en todos los aspectos. Todos asumimos varios roles en nuestras vidas. Somos hijos, padres, trabajadores, estudiantes, etc. Y somos igualmente válidos para todas las facetas de nuestra vida. No fomentes la autoestima solo en un ámbito, sino en todos. Tienes que valorarte y quererte como hijo, como padre, como amigo, etc.
- Acepta los riesgos. Todos tendemos a evitar aquello que nos puede dañar y afectar a nuestra autoestima. Si lo hacemos, estaremos dando importancia a nuestros errores o fallos. Tenemos que exponernos. SI tenemos que mejorar, mejoraremos. Y no pasa nada. Arriésgate y exponte a los demás. No construyas barreras. No sirven para nada, solo para aislarte.
- Aléjate de las etiquetas. No etiquetes a los demás y no te etiquetes a ti mismo. Somos como somos, con nuestras virtudes y nuestros defectos. Las etiquetas solo limitan y nos limitan. No son constructivas, y solo generan dolor.
- No te compares con los demás. Eres un ser único. Nadie puede ser como tú, ni tú puedes ser como nadie. Tampoco puedes vivir la vida de los demás, ni los demás la tuya. Así que vive tu vida como quieras. No vales ni más ni menos que los demás. Cada uno tiene sus propias características.
- Busca ese lugar donde descansar. Cuando el ruido interior sea demasiado estridente, debes encontrar ese lugar y ese momento donde puedas acallar esas voces internas, y ser tú mismo. Es importante entablar esa relación contigo mismo. De ese modo podrás conocerte y aceptarte tal y como eres.
- Ama, agradece y aprecia. El físico, las posesiones y los éxitos son valiosos para algunas personas. Suelen ser personas confundidas, sin valores y vacías. No tienes que ser como ellas. Aprender a amar y agradecer. Eres un ser único. ¡Celébralo!
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online
Bravo. Me viene muy bien. Eso, si, ¿Aprenderé a quererme y no buscar constantemente amigos que se acuerden de mí tal y como yo me obsesiono con ellos? Ya tengo una edad, y creo que no voy a aprender nunca.
Es importante quererse y valorarse. Si te aceptas y te quieres tal y como eres, los demás también tendrán que hacerlo. Te mando muchos ánimos 🙂
Interesante articulo y bien estructurado. Creo que resulta útil.
Me gustan las estrategias planteadas, en especial la de aceptar los riesgos y exponerte para superarte y la de evitar las etiquetas.
Muchas gracias
Muchas gracias Roman 🙂
Recién leo este articulo y me parece muy bien lo tratado,ambas situaciones repercuten negativamente sobre la vida de quienes las padecen,entrelazadas entre si y altamente nocivas para la calidad de vida.Concuerdo en que lo primordial es reconocer el problema,luego hacer cambios tomara tiempo,pero es realmente satisfactorio,debemos probarnos,sali de buestra zona de confort y dar pasitos como cuando un bebe comienza a caminar…cada paso por nosotros mismos,nos hara sentir mas seguros,y esta confianza,generara autosatisfaccion y sensacion de control.Gracias por el articulo.
Muchas gracias Lily 🙂
Impresionante este artículo. La verdad me hubiera gustado leerlo años atrás y hubiera salido de una relación que a todas luces no era conveniente. Que increíble cómo cometemos tantos errores en nombre del «amor». Muchas gracias y felicidades al autor por este artículo que me ha abierto los ojos.
Muchas gracias Antonio por tus palabras 🙂