Qué es la autocompasión
Las personas que tienen una autoestima baja jamás logran valorarse y aceptarse tal y como son. Se perciben como personas que no se merecen nada bueno, y aceptan un destino negativo y doloroso para si mismos. Son personas que logran destruirse a ellas mismas y convertirse en la sombra de quienes fueron algún día. Entre tanto sufrimiento y dolor generado por uno mismo nace un sentimiento de lástima acerca de uno mismo, y eso nos ayuda a saber qué es la autocompasión.
Tener lástima de uno mismo nos lleva a percibirnos como personas incapaces de hacer nada, y subyugadas a un destino incierto y hostil. Al final, sentir esa clase de sentimientos llevará a la persona a verse a si misma como una persona incapaz, y no merecedora de todo lo bueno que puede darnos la vida. Es un modo cobarde de bajar las manos y dar el poder de decisión a los demás o a las circunstancias, como si fuéramos personas sin iniciativa ni capacidad de superarse.
Cuando caemos en la trampa de autocompadecernos perdemos toda nuestra capacidad de encontrar lo positivo, sumergiéndonos en un abismo de negatividad y desconsuelo difícil de soportar. Si no somos capaces de ver lo bueno que hay en todo, nos volvemos personas negativas, desmotivadas, e inseguras. Si sentimos que no valemos para nada, nunca seremos capaces de hacer nada, y eso siempre es doloroso.
Quien se compadece no soportará los cumplidos, los buenos gestos, o la amabilidad de los demás. Prefieren quedarse con todo lo malo que hay en ellos en vez de centrarse en todo lo bueno. No valorarse como uno merece acaba por hacernos daño, y nos roba nuestras capacidades para afrontar y disfrutar de la vida. Quien no se valora, quien no se acepta, jamás podrá encontrar la felicidad.
Sentirse una víctima
Al culpar a los demás, a las circunstancias, al destino o incluso a la política, nos ayuda a quitarnos la responsabilidad de nuestras vidas, pero nos convierte en personas lastimeras y negativas. Sentirse una víctima nos arrebata nuestras capacidades, convirtiéndonos en personas pasivas que se dejan llevar por la vida. Sentir pena por nosotros mismos se convierte en un modo de vivir centrado en la inseguridad y la valoración negativa de nosotros.
Es esencial saber qué es la autocompasión ya no nos permite asumir lo que sucede, ni tampoco reconocer nuestra capacidad para afrontarlo. A todos nos pasan cosas malas, y todo pasamos por malos momentos. Todo lo que nos pasa también le sucede a muchas personas, y todos lo intentamos afrontar de la mejor manera, sin bajar los brazos, y culpabilizar a los demás o a nosotros mismos. Por tanto, autocompadecerse solo sirve para hundirnos más, y tener una concepción más negativa acerca de nosotros.
Las personas que sienten víctimas de todo perciben que todos los males de su vida son a causa de factores externos, sin caer en una verdad más que notable en estos casos, y es que cuando dejamos en manos de otras cosas u otras personas nuestra vida, ellos nos limita, nos incapacita y nos hace daño. Sentirse víctima nos quita la responsabilidad acerca de nosotros mismos y de nuestros actos, y se lo damos a circunstancias externas y a personas.
Las personas que se creen víctimas del destino, de la vida, o de cualquier otra cosa, obtienen la atención de los demás, pero eso es una trampa, ya que esas atenciones que tanto necesitamos se van acabando, debido a que las personas que nos rodean dejaran de hacernos caso y hacer caso a nuestras lamentaciones. Nadie estará dispuesto a estar al lado de alguien tan negativo, y eso se traducirá en la soledad típica de quien quiere sentirse una víctima.
Las causas de autocompadecerse
Las principales causas de la autocompasión es la autoestima baja y la inseguridad. Cuando una persona no cree en su valía, ni se acepta tal y como es, comienza a sentir pena y lástima por si misma, y ello les lleva a autocompadecerse. Una autoestima dañada puede generar un discurso en contra de nosotros mismos que puede llevarnos a cuestionarnos nuestras capacidades, y todo lo bueno que hay en nosotros.
Una baja autoestima hace que sintamos una gran angustia, nos afecta en nuestro estado de ánimo, y da paso a emociones tan negativas como la desesperanza, la tristeza o la ira. No valorarnos como debemos, afecta a nuestro día a día, y a cómo lo afrontamos todo. Afecta a nuestras relaciones, y nos afecta en todos los ámbitos de nuestra vida. No querernos por todo aquello que somos nos convierte en verdaderas sombras, y eso es algo que no podemos permitir si queremos tener una vida con sentido.
Lo cierto es que no podemos darle tanta importancia a los errores ni a los fracasos. Tampoco debemos centrarnos en nuestros defectos cuando tenemos miles de virtudes. Ni tampoco debemos estar tan pendientes a los malos momentos porque son parte de la vida. De todo lo malo tenemos que aprender y mejorar lo que podamos, pero no podemos permitirnos quedarnos en el lado negativo de todo. Eso solamente nos genera dolor y sufrimiento. Lo malo solamente sirve para valorar todo lo bueno. Y tenemos que centrarnos en ello.
Cómo no caer en la autocompasión
Una de las cosas más difíciles es identificar que tenemos un problema. Para ello es imprescindible estar atento a las señales, como por ejemplo si sientes lástima por ti, si no te valoras lo suficiente, o te percibes como una persona negativa, debes plantearte si necesitas cambiar, y si es así, deberás tomar la firme decisión de dar un paso hacia delante, no se puede vivir eternamente autocompadeciéndote de ti y de tus circunstancias.
Lo realmente importante es dar el paso, saber qué es la autocompasión, dejar a un lado la lástima hacia uno mismo, y ser el protagonista principal de tu propia vida. Cuando te haces responsable de ti y de tu bienestar, todo cambia por completo. Para poder alcanzar esos objetivos es esencial seguir una serie de pautas o recomendaciones, y entre ellas podemos encontrar:
- Deja de hacerte la víctima. A todos nos pasan cosas negativas, y pasamos por momentos malos, perolos afrontamos como mejor sabemos. Tienes que hacerte responsable de ti y de tu bienestar, y dejar de cruzarte de brazos y dejar que la vida te absorba.
- Si necesitas ayuda pídela. A veces no podemos o no sabemos cómo afrontar los problemas o las adversidades. No pasa nada, pide toda la ayuda que necesites. Pídesela a tus amigos, a tus familiares, e incluso si lo necesitas pide ayuda psicológica. No pasa absolutamente nada por dejarse ayudar.
- Céntrate en lo positivo. Es fácil caer en la trampa de centrarnos solamente en lo negativo. Lo negativo tiene mucha fuerza y es capaz de retener toda nuestra atención. Deja de darle tanta importancia a las cosas que no lo merecen. Céntrate solamente en las cosas buenas, que te hagan sentirte bien y te hagan crecer.
- Haz todo aquello que te haga sentir bien. Puede comenzar a hacer actividades que te permitan sentirte bien, y te permitan despejar tu mente. Haz ejercicio o empieza un curso, por ejemplo. Todo ello te ayudará a creer en ti y en capacitarte de nuevo.
- Valórate. Mejora tu autoestima. Céntrate en todo lo bueno que hay en ti. Tienes defectos, como todos los tenemos, pero tienes mil virtudes. Lo que puedas mejorar, hazlo, pero disfruta de ti, de todo lo eres.
- Cuida tus pensamientos. Deja a un lado aquellos pensamientos que te hacen daño, y no te dejan avanzar. Debes cambiar tu modo de pensar y de percibirte. Eres una persona perfecta tal y como eres.
- Expresa tus emociones. Una vez que aprendas qué es la autocompasión, verbaliza todo lo que sientes, y deja que tus emociones se expresen. Cuando logres poner nombre a tu dolor y a tu sufrimiento, podrás entonces afrontarlo y superarlo.
- Hazte responsable de ti. Tener compasión por uno mismo es no hacer nada, y no afrontar los problemas. Cuando uno pasa por malos momentos debe afrontarlos, a veces uno puede hacerlo solo, y en otras ocasiones debe perder ayuda. Al final, cada uno es responsable de su vida y de si mismo.
- Trátate bien. Cambia tu discurso interno de ti mismo. Sé amable contigo, y háblate bien. Trátate como te gustaría que los demás te tratasen. Tú eres el protagonista de tu propia vida.
En definitiva, deja de pensar que todo lo malo te ocurre a ti, porque no es verdad. Todos pasamos por malos momentos, y tenemos que afrontar miles de problemas. Sentir lástima por nosotros mismos nos impide avanzar, y nos incapacita a la hora de enfrentarnos a las adversidades. Debemos aprender qué es la autocompasión, dejar de sentir lástima por nosotros mismos, y coger de una vez las riendas de nuestra propia vida. Toma esa decisión. ¡Adelante!
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online
Deja una respuesta