Cómo ayudar a mi hijo con depresión

Cómo ayudar a mi hijo con depresión

Como ocurre con los adultos, los niños también pueden desarrollar un cuadro depresivo. No son inmunes a la depresión, al contrario, son muy sensibles a los cambios, a las adversidades, a las relaciones conflictivas, etc. Por tanto, es vital que estemos alerta ante cualquier cambio en el estado de ánimo de nuestros hijos, ya que de ese modo ante cualquier señal podemos actuar, y para ello es esencial dar respuestas a los padres que se pregunten: cómo ayudar a mi hijo con depresión.

Muchas veces podemos ver cambios radicales en el estado de ánimo de nuestros hijos. Tenemos que tener en cuenta, que están en edades que no saben cómo gestionar todo aquello que les ocurre. Si contemplamos un estado permanente de tristeza, de irritabilidad o de apatía, debemos buscar ayuda profesional para que pueda diagnosticar qué le ocurre, y comenzar a tratarlo si lo requiere.

Cuando un niño cae en un profundo abismo anímico, su vida se ve seriamente alterada. Se verán afectados todos los ámbitos de su vida. Se verán resentidas sus relaciones sociales y familiares, su rendimiento escolar, y su propio desarrollo cognitivo. Que un niño desarrolle una depresión es una problemática muy seria que debe ser tratada lo antes posible. Por ese motivo ante cualquier señal de alerta debemos acudir a la ayuda profesional para que el niño sea tratado, y para contestar la pregunta que todo padre o madre se hace en estos casos: cómo ayudar a mi hijo con depresión.

¿Mi hijo sufre depresión?

Antes de buscar cualquier tipo de solución, debemos centrarnos en el diagnóstico. Gracias a ello sabremos exactamente qué le ocurre a nuestro hijo, y de ese modo sabremos cómo debemos actuar. Para ello, como ya he citado, es esencial acudir a un profesional que pueda realizar un diagnóstico completo. Una vez obtenido el resultado, se podrá establecer las estrategias terapéuticas que ayuden al niño.

Ante la pregunta: ¿cómo puedo ayudar a mi hijo con depresión?, lo primero es identificar las señales y síntomas que pueden indicarnos que nuestro hijo pueda padecer dicha patología. Entre la sintomatología que podemos encontrar se encuentran:

  • Tristeza profunda.
  • Baja autoestima.
  • Aislamiento social.
  • Irritabilidad y agitación.
  • Dificultad para concentrarse.
  • Problemas de conducta.
  • Angustia.
  • Apatía, falta de energía.
  • Alteraciones en el apetito.
  • Llanto frecuente.
  • Trastornos del sueño.
  • Autolesiones.
  • Idealización del suicidio.

Si bien es cierto de que estos son síntomas de la depresión, también se pueden asociar con otros trastornos. Por ese motivo es importante para ayudar a nuestros hijos, acudir a los profesionales adecuados. Como ocurre en los adultos, si un niño padece depresión, además del apoyo de sus padres y entorno más cercano, requerirá de un psicólogo capacitado para tratar a pacientes en edades tan tempranas.

Cómo puedo ayudarle

Cómo ya he apuntado antes, es esencial la ayuda profesional para tratar cualquier tipo de depresión. Pero igualmente es fundamental el apoyo que los padres y el entorno más cercano del niño. Si nos preguntamos: cómo ayudar a nuestro hijo con depresión. La respuesta más absoluta es proporcionándole toda la ayuda y apoyo posible.

Es esencial que el niño con depresión se vea arropado por las personas más cercanas. Se tiene que sentir seguro y comprendido. Por ese motivo, debemos escucharle en todo momento. Dejarle que se exprese a su modo y en el momento que quiera. A la vez que estamos a su lado, tenemos que saber e identificar todos los síntomas que experimente. De ese modo sabremos su estado real, y como debemos ayudarle.

El ámbito escolar debe ser tan seguro y comprensivo para el niño con depresión como en el ámbito familiar. Todos los profesionales de su formación deben de tener en cuenta sus características y emplear técnicas de apoyo tanto a nivel académico como emocional.

Cuando un niño padece depresión, también ve dañada su autoestima, además de aparecer sentimientos tan negativos como es la culpabilidad. Por ese motivo, debemos trabajar para que esos pensamientos tan nocivos desaparezcan de su vida. La atención psicológica nos proporcionará estrategias para ayudar en estos aspectos a nuestros hijos.

También debemos apoyar a nuestro hijo a que realice actividades que le hagan sentirse bien y les proporcione una rutina, que garantice unas pautas necesarias en el día a día del menor. Puede ser actividades como el deporte, tocar algún instrumento, o simplemente jugar en el parque. Pero debe ejecutarse en los días y horas establecidos. Ello le ayudará a sentirse activos, aumentando de ese modo su estado de ánimo.

La apatía y el cansancio propios de la depresión se combaten con actividad. Por ese motivo debemos también que cuidar de la higiene de descanso del niño, y respetar unas pautas sanas de alimentación. Sentirse bien alimentado y descansado, aumenta notablemente el estado de ánimo.

Si llegamos a observar señales o verbalizaciones relacionadas con el suicidio, no cabe decir que se debe acudir rápidamente en busca de la ayuda de un profesional. No debemos caer en el error de pensar que son pensamientos y nada más. Si nuestro hijo muestra alguna señal de estas características, debemos tomar muy en cuenta, dándole toda la importancia que el tema requiere.

Por último, decir que, es muy importante que aprendamos a escuchar a nuestros hijos. Si estos padecen una patología como es la depresión, debemos prestar más atención si cabe a todo lo que tiene que decirnos, y todo lo que está sufriendo. Solo identificando qué le ocurre, podremos ayudarle tal y como necesita. Si tu hijo padece depresión, escúchale. ¡Adelante!

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

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