La importancia de aceptarnos
Por muchas virtudes que tengamos siempre estamos dispuestos a centrarnos en todo lo malo que hay en nosotros, y sobre todo en los malos momentos. Cuando algo no nos sale como esperábamos, comenzamos a echarnos la culpa, a creernos que somos incapaces, y a criticarnos como nadie lo haría. Podemos llegar a ser nuestro peor enemigo. Es por ese motivo que debemos aprender como debemos hablarnos, porque no podemos caer en el error de fustigarnos sin piedad.
Todos desde pequeños hasta en la edad adulta hemos podido ser objeto de críticas por los demás. Desde nuestros padres hasta nuestros amigos o pareja. A veces esas opiniones no son del todo constructivas y llegan a hacernos mucho daño. Si no sabemos cómo gestionarlas puede generar serias heridas en nuestra alma. Lógicamente, cuando somos niños somos más vulnerables a según que criticas, y eso puede alterar el desarrollo de nuestra autoestima. Todas esas voces pueden hacer que no escuchemos nuestra propia voz, y nos comencemos a percibir como personas incapaces.
Cuando hacemos caso a todas esas voces que nos dañan llegamos a asumir que lo que dicen es verdad. No somos capaces de reflexionar, y contradecirles. En esos momentos nuestra autoestima puede ser tan baja que no nos permita ver todo lo bueno que hay en nosotros, y comenzamos a convertirnos en una sombra de lo que realmente somos. Sé que es muy fácil decir que no hagamos caso a esas personas que nos critican, pero siempre suelen ser personas cercanas, que nos importan, y por ello podemos darle esa autoridad. Una autoridad que realmente no tienen, solo se la damos.
Siempre es más sencillo hacer caso a los dictámenes de los demás que a los nuestros. Y eso es algo que debemos de cambiar. Tenemos aprender cómo debemos hablarnos para comenzar a fijarnos en lo bueno que hay en nosotros, y valorarnos por todo lo que somos. Si conseguimos eso, nadie podrá hacernos daño, porque la única voz que escucharemos es la de nuestro corazón, y eso siempre nos hará poderosos, y nos permitirá ser quien realmente somos.
Ejemplo que como no debemos hablarnos
No hay nada mejor que un ejemplo para ver lo mal que nos comportamos con nosotros mismos a veces, y todo el daño que podemos llegar a hacernos. Porque ese modo de hablarnos es inconsciente y no nos damos cuenta de impacto que nos produce esas palabras. Por ese motivo quiero darte ese ejemplo para que comprendas que a menudo nosotros mismos nos hacemos mucho daño. Y ese ejemplo es:
Imagina que te encuentras con una amiga o un amigo. Sabes que esa persona inició un régimen para ponerse a dieta hace unos meses, y entonces le preguntas cómo está, y esa persona te dice que no muy bien, porque al final no consiguió mantener ese régimen, y se lo saltó, y por ese motivo ha engordado dos kilos más. ¿Tú qué le dirías? Lo más seguro que le dirías que no pasa nada, que lo vuelva a intentar, que todos podemos caer, pero que tenemos que levantarnos. Seremos comprensivos e intentaremos darle todo nuestro ánimo. Nos importa y queremos que esa persona se sienta bien. Pero, ¿qué ocurriría si esa persona que se ha saltado su dieta fueras tú? ¿Cómo te hablarías? Si quieres te respondo yo, lo más seguro es que empezarías a sentirte culpable, te dirías a ti mismo que eres lo peor, que no vales para nada, y que has caído porque eres débil. Quizás no sean esas las palabras que te dirías, pero sí que sería ese mensaje. Te machacarías sin piedad a ti mismo.
Este ejemplo nos muestra lo implacables que somos con nosotros, en vez de ser compasivos y empáticos. En esos momentos es cuando tenemos que hablarnos bien y decirnos que tenemos el derecho a caer, y que no pasa nada. Tenemos que centrarnos en hablarnos con el mismo respeto y el mismo cariño que hablaríamos a los demás. Al final, nosotros debemos tratarnos como nos gustaría que nos tratasen. Así que, comienza a hablarte con todo el amor y el respeto que mereces.
Cómo hablarnos bien
Para hablarnos bien es fundamental que cuidemos nuestra autoestima. Tenemos que percibirnos como las personas maravillosas que somos. Es muy importante que callemos todas esas voces que solo nos señalan lo malo que hay en nosotros. No podemos permitirlo, no tenemos que dejar que nadie nos diga cómo somos, porque nadie nos puede conocer como nos conocemos nosotros mismos.
Si estás cansado o cansada de que haya personas que te traten mal o con sus palabras te hagan daño, debes plantarte, y no permitir que nadie se comporte contigo de esa forma. Lo más importante es que empieces a tratarte a ti mismo como te gustaría que te tratasen, de ese modo vas a favorecer que los demás te traten así, y no permitirás que nadie te trate de un modo que no quieres. Y para poner esos límites es esencial que mejores tu autoestima y la seguridad en ti mismo, para ello tenemos que saber cómo debemos hablarlos. Para poder mejorar nuestra autoestima debemos:
- No te compares con nadie. Somos quienes somos, y no podemos ser otra persona, ni vivir su vida. Es inútil que nos comparemos con otra persona, eso es un desgaste emocional que no nos lleva a ningún sitio. Lo mejor es ser nosotros mismos, y dar nuestra mejor versión.
- Céntrate en lo bueno. Sí, tienes mil defectos, pero tienes muchas más virtudes. Así que mejorar todo lo que puedas mejorar, y lo que no, acéptalo, y céntrate en todo lo bueno que hay en ti, en todo lo bueno que tú eres.
- Saca de tu vida a quien te reste. No tienes que aguantar a personas que no suman, sino que encima te restan y te hacen daño. Aléjate de ese tipo de personas que no te aportan nada, solo dolor, y mantén en tu vida a aquellas personas que te quieren y te apoyan siempre. Elige bien a quien tienes cerca. No tienes que estar con aquellas personas que te hacen daño. Siéntete arropada por tus seres queridos.
- Trátate bien. Debes enseñarles a los demás como deben comportarse contigo. Tienes que dar ejemplo respetándote y valorándote. Si tú te quiere y te respetas, enseñarás a los demás que también lo hagan, y si no, deberán desaparecer de tu vida. Ganarás en seguridad.
- Háblate bien. Sé compasivo contigo mismo. Tienes que permitirte no ser perfecto. Si te caes o fallas, háblate con respeto, y sé empático contigo. Para mejorar tu autoestima debes aprender a quererte y percibirte como la persona única y valiosa que eres.
- Busca ayuda. Si no sabes cómo subir tu autoestima, y eres incapaz de hablarte bien, busca ayuda profesional. La terapia te ayudará a que tengas las herramientas que necesitas para mejorar la percepción de ti mismo, y ganar en seguridad.
Siempre decimos aquello que las personas buenas siempre son las que son más atacadas por los demás, y son las que sufren más. Hace poco leí una reflexión que afirmaba que todos arrancamos siempre las flores más hermosas de un jardín. Lo mismo pasa con las personas bondadosas y bellas, suelen ser las personas más atacadas por las demás. Hay siempre quien no soporta la luz que desprenden los demás, y su vida es tan misera que solo encuentran la paz atacando a los demás. Aléjate de esas personas, no permitas que nadie apague tu luz. Y háblate bien, quiérete y respétate. Sé amable contigo mismo, y permítete ser imperfecto. Sé único. Sé tú mismo. Las flores más bonitas son aquellas que crecen en la adversidad. ¡Adelante!
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online
