Cómo gestionar las sospechas de infidelidad

Cuando las sospechas de infidelidad nos invade

Es cierto aquello que las dudas nos hacen daño. Sospechar que nuestra pareja nos pueda ser infiel nos puede destruir por completo. La incertidumbre y no saber que nuestra pareja nos ha dejado de querer, puede hacer que nuestra mente comience a estar en un estado de alerta permanente. Este estado mental y emocional nos puede llevar sufrir ciertos trastornos psicológicos graves, y es por ello que debemos aprender como gestionar las sospechas de infidelidad.

Tener sospechas de que nuestra pareja nos puede estar siendo infiel conlleva un gran desgaste emocional y mental. No importa que esas sospechas estén infundadas o no, su impacto en nosotros es bestial, pudiéndonos llevar a padecer serios estados de tristeza profunda y de angustia. Además, es un tema que siempre es difícil de gestionar y de poderlo hablar con la pareja, ya sea por el miedo a descubrir que lo que sospechábamos sea cierto, o porque sabemos que podemos crear un gran conflicto que puede hacer peligrar nuestra relación de pareja, por todo ello quizás no sepamos como abordar de una forma directa todo ese sufrimiento y dolor.

Las sospechas de traición por parte de nuestra pareja es realmente doloroso, y nos puede llevar a obsesionarnos con ello. La mayoría de los casos, esas sospechas nunca se exponen abiertamente con la pareja por múltiples motivos, y eso nos puede llevar a que esos pensamientos se vuelvan totalmente recurrentes e intensivos, llevándonos a estar en un estado permanente de angustia y de alerta, intentando vislumbrar alguna señal que apoye o niegue nuestras sospechas.

Es importante aprender como gestionar las sospechas de infidelidad, antes que nos hagan daño a nuestra salud psicológica y emocional. Es esencial que sepamos como actuar en estos casos para no desarrollar ciertos trastornos mentales, además debemos aprender a no vivir con esa pesada carga. Si dudamos acerca de nuestra pareja, y podemos sospechar que nos está siendo infiel, lo más constructivo es averiguar directa y abiertamente la verdad, por mucho dolor que podamos sufrir. La incertidumbre nos genera más sufrimiento si cabe, y no nos permite tomar las decisiones que quizás debamos tomar.

Cómo nacen las sospechas de infidelidad

La mayoría de las veces, las sospechas de infidelidad nacen de una percepción propia de un cambio en el comportamiento de nuestra pareja. En ocasiones se debe a que nuestra pareja recibe llamadas continuas o a destiempo, o quizás esté mucho tiempo con el teléfono móvil, o tal vez ya no nos atienda ni se muestra de forma cariñosa como lo hacía antes. Cualquier cambio en la conducta de la pareja puede ser percibida como una señal que nos está siendo infiel, cuando es una sensación nuestra que no tiene ningún fundamento porque no lo hemos hablado con la otra parte.

A veces esas sospechas nacen de ver que nuestra pareja se comporta de forma más cercana con alguien en específico, y esa visión nos lleva a sospechar que nuestra pareja nos es infiel. Y a veces esas sospechas nacen por los comentarios de alguien acerca de nuestra pareja, es decir, que alguien nos llegue a señalar que nuestra pareja no es infiel porque la vio en cierto lugar con alguien. Esas acusaciones nos pueden hacer verdadero daño, y hacer que emocionalmente nos rompamos, y lleguemos a romper nuestra pareja.

Como podemos observar todas las sospechas sin verificar nos pueden hacer verdadero daño, además de poder hacer tambalear nuestra relación de pareja. Saber cómo gestionar las sospechas de infidelidad es muy importante para poder quitarnos de encima esa angustia y esa incertidumbre, y tomar las decisiones que quizás debamos tomar. Al final se trata de la necesidad de afrontar la problemática, y saber a qué nos enfrentamos. No podemos vivir de forma plena con la duda a cuestas, eso solo nos destruirá por completo.

Consecuencias psicológicas

Una de las primeras consecuencias psicológicas, que padecemos cuando tenemos sospechas de infidelidad por parte de nuestra pareja, es la aparición de emociones negativas como son la tristeza, la desesperación, la rabia o el rencor. Si dejamos que todas esas emociones nos dominen, acabarán por destruirnos por completo, y puede hacer que nuestra relación de pareja se vea seriamente en peligro.

Cuando sospechamos que nuestra pareja pueda estar teniendo relaciones de pareja, se enciende una especie de mecanismo de alerta destinado a intentar ver las señales. Esas señales que puedan indicarnos si nuestras sospechas son ciertas o no. Estar pendientes de lo que hace nuestra pareja, e intentar controlarla en cierta manera, nos puede llevar a padecer un gran nivel de estrés, que prolongado en el tiempo, puede favorecer la aparición de la temida ansiedad.

Percibir que nuestra pareja pueda sernos infiel, puede llegar a representar un gran desgaste anímico y mental. Nuestra mente solo se centrará en esas sospechas, y en intentar averiguar si son ciertas o no. Verse en esa situación puede hacer que caigamos en una profunda tristeza, que si no sabemos gestionar adecuadamente nos puede llevar a padecer un cuado depresivo. La depresión puede darse tanto si no sabemos cómo gestionar las sospechas de infidelidad, como si descubrimos que son ciertas, y nuestra pareja está teniendo una relación con otra persona.

Si estamos sospechando que nuestra pareja puede ser infiel, podemos llegar a cambiar la percepción de nosotros mismos, comenzando a percibirnos de un modo negativo. La autoestima y la seguridad hacia uno mismo se puede ver dañada por esas sospechas. Podemos caer en la trampa de dejar de valorarnos, y preguntarnos por qué nuestra pareja ha dejado de querernos. Y si conocemos a la otra persona, podemos llegar a compararnos, y eso siempre es un error. Si nuestra pareja es infiel, es por su decisión, nunca por culpa nuestra. No podemos controlar lo que hagan los demás, y eso es algo que debemos asumir.  

Cómo gestionar las sospechas de infidelidad

Ante la más mínima sospecha, lo más sano y constructivo para nosotros, es hablarlo con nuestra pareja. No podemos vivir eternamente en la duda ni en la incertidumbre, ya que nos generará un gran nivel de angustia y sufrimiento. Así que, lo mejor es preguntarle a nuestra pareja, y pedirle que nos diga la verdad. Es importante que sea una conversación directa y sincera, con un lenguaje adecuado, y un tono pausado y neutro. Tenemos que hablar con nuestra pareja, de nuestras sospechas, con un estado emocional sosegado, es decir, lo más tranquilo posible. Todo ello para facilitar que nuestra pareja pueda sincerarse sin temer nuestra reacción. Una vez que sepamos la respuesta a nuestras sospechas, veremos tomar las decisiones que creamos más oportunas. Eso ya dependerá de cada persona.

No podemos dejar que las dudas y las sospechas se apoderen de nosotros, y solo por el simple hecho de tener miedo a conocer la verdad. La verdad es menos dolorosa que vivir en un engaño permanente. Por ese motivo, es esencial aprender que debemos preguntar a nuestra pareja cuando tengamos sospechas de infidelidad. Tenemos que hacerlo para poder de ese modo tomar nuestras decisiones. No merecemos vivir en una angustia permanente. Así que, si tienes dudas acerca de la fidelidad de tu pareja, comunícaselo. Mediante un lenguaje asertivo y pausado, podemos disipar todas nuestras dudas. No dejes que tus miedos te dejen anclada en una relación que solamente te aporta dolor y sufrimiento.

¿Y si nuestra pareja nos ha sido infiel?

Si averiguamos que nuestra pareja nos ha sido infiel, es entonces cuando debemos tomar las decisiones que creamos más oportunas para nosotros. No hay una decisión correcta, simplemente cada uno toma su camino. Hay personas que deciden romper su relación de pareja, y hay otras que logran reconducir su relación y siguen con su pareja. Eso ya dependerá de cada persona. Pero para poder superar el daño que produce ser víctima de una infidelidad debes:

  • Aceptar lo ocurrido. Tenemos que saber qué ha ocurrido, y aceptar las cosas tal cual han sido. No podemos engañarnos ni huir de nuestro dolor. El primer paso para superar una infidelidad es aceptarla.
  • No te sientas culpable. No tienes la culpa de nada. Si tu pareja ha decidido ser infiel es porque ha sido su decisión, y tú no has podido hacer nada. De ese modo, no dejes que la culpa haga que te percibas de un modo negativo. No te lo mereces.
  • Deja que tus emociones hablen. No te reprimas, si tienes que llorar, hazlo. Si tienes que gritar, hazlo. No te silencies. Las emociones aparecen para decirte que debes cambiar y que no. Escúchalas.
  • Busca apoyo. No afrontes esa infidelidad sola, busca ayuda de las personas más cercanas. Esas personas que te quieren y que tú quieres. Es importante sentirse arropado para hacer un duelo correcto, y afrontar esa pérdida.
  • Actívate. Haz aquellas cosas que te gusten y te hagan sentir bien. Sentirnos activos nos hará sentirnos bien, además de tener la mente centrada en algo positivo. Quizás es hora de hacer aquellas actividades que te gustaba hacer, pero que lo dejaste por falta de tiempo.
  • Relaciónate. Sal de casa y no te aísles. Queda con aquellas personas que quieres, y disfruta de su compañía. Vuelve a relacionarte. 
  • Perdona. Aunque el dolor sea muy elevado, y no nos deje ver las cosas con claridad en un primer momento, debemos perdonar a nuestra pareja, sigamos con ella o no. Lo fundamental es no vivir con emociones tan negativas como el rencor o la ira. Perdona y sigue con tu camino. No vivas atada al dolor
  • Busca ayuda profesional. Si no sabes gestionar todo ese dolor, y estás sufriendo, busca ayuda psicológica. La terapia te dará las herramientas necesarias para poder afrontar y superar ese dolor. Apuesta por hacer terapia.

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

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