Consecuencias psicológicas de la epilepsia
La epilepsia es una enfermedad del sistema nervioso central. Todos al menos, tenemos algo de información acerca de ella. Sabemos que hay personas que sufren convulsiones en los ataques epilépticos. Otras personas sufren las denominadas crisis de ausencia, cuyo rasgo es quedarse totalmente paralizado y con la mirada perdida, reaccionando minutos después. La epilepsia ataca siempre sin avisar, generando un gran nivel de angustia tanto a quien las padece, como a las personas que están a su alrededor. Cuando se sufre una enfermedad tan seria, en este caso siempre genera ciertas consecuencias psicológicas de la epilepsia, que en este artículo trataremos.
Es cierto que la epilepsia es muy difícil de controlar. Con medicación se puede llevar una vida totalmente normal, pero cada cierto tiempo, las personas que la sufren pueden verse envueltos sin previo aviso en un temido ataque epiléptico. Ello les genera un gran nivel y de angustia muy difícil de gestionar. Sufrir una enfermedad tan grave, hace que el sufrimiento psicológico y emocional sea muy elevado.
También, la persona afectada con epilepsia, debe luchar con la incomprensión de los demás. Sufren a menudo su enfermedad en silencio, por miedo al juicio de las personas que le rodean, aislándole aún más, y haciendo que su enfermedad se viva con más intensidad y gravedad si cabe. Todo lo que no se entiende asusta, y es por ese motivo, por el cual deberíamos conocer más acerca de esta enfermedad del sistema nervioso central.
Por todo ello, en el siguiente artículo repasaremos todas las consecuencias psicológicas de la epilepsia. De ese modo, podremos entender el alcance emocional de esta enfermedad, y si la sufrimos, podemos ganar en bienestar psicológico, poniendo tratamiento a todos los efectos que tiene la propia epilepsia acerca de aspectos tales como la autoestima, el estado anímico, etc.
Entendiendo la epilepsia
La epilepsia es una patología o enfermedad del sistema nervioso central, que se presenta cuando existe una disminución repentina y temporal de las neuronas. Es decir, los ataques epilépticos se producen cuando hay un desequilibrio entre las neuronas inhibidoras y excitadoras, sufriendo las neuronas una gran descarga de forma simultánea y muy fuerte. Puede verse implicado todo el cerebro, o solamente ciertas partes. También puede darse en un lado del cerebro y extenderse de forma inmediata. Añadir que, para ser considerada epilepsia como tal, debe producirse más de una crisis, ya que esta puede ser producida por otro motivo como la falta momentánea de oxígeno, la fiebre, o consumo de tóxicos.
Entre las causas más comunes de la epilepsia es el daño cerebral. Las lesiones en el cerebro se suelen dar con mayor frecuencia entre el periodo prenatal y la primera infancia. Otras causas pueden ser las infecciones, tumores, heridas, intoxicaciones, etc. El abanico de causas puede ser infinita, debido a que el cerebro es una zona muy sensible a la hora de recibir daños.
Esta enfermedad se manifiesta mediante crisis donde la actividad cerebral se ve seriamente alterada, y la persona sufre las consecuencias de este desequilibrio neuronal. Algunas personas sufren serias convulsiones. Otras tendrán pérdida de conciencia, o crisis de ausencia, en las que se quedará con la mirada fija. Por último, también puede manifestarse mediante ciertos desórdenes físicos, como descoordinación, entumecimiento, o tensión muscular.
El tratamiento más adecuado para controlar la epilepsia es los medicamentos destinados a evitar la sobrecarga de actividad neuronal, y de ese modo poder evitar las temidas crisis o ataques epilépticos. Las personas que la padecen pueden tomar solo un tipo de medicación antiepiléptica, o la combinación de varios fármacos. Los más conocidos son Depakine, y Trileptal. El consumo de estos fármacos y su control debe ser riguroso, y siempre bajo supervisión médica.
Cuáles son las consecuencias de la epilepsia
Una de las primeras cosas que se enfrenta una persona que sufre epilepsia a nivel psicológico, es la angustia a la que se ven envueltos. Es muy difícil gestionar el hecho de sufrir una enfermedad, difícil de controlar médicamente, e impredecible cuando se manifiesta. Ello puede acarrear el sufrimiento de un gran nivel de estrés. Ese estrés si no es tratado, además de afectar a la evolución de la propia epilepsia, puede dar paso a la temida ansiedad. La ansiedad suele ser una mala compañera para esta enfermedad, pudiendo favorecer la aparición de las crisis.
Cuando alguien sufre una enfermedad tan seria como es la epilepsia, todo su mundo cambia. El modo de vivir, los hábitos y las rutinas cambian con tal de encontrar una mejora de su bienestar. Pero también conlleva sufrimiento y limitaciones que pueden suponer una baja anímica importante, llegando a desarrollar cuadros depresivos. La depresión es muy común en personas que sufren epilepsia. Encontrarse mal físicamente, tiene su repercusión anímica y emocionalmente. Es un hecho inevitable.
La autoestima, la autopercepción, y la seguridad en uno mismo, también puede verse alteradas en las personas con epilepsia. La incapacidad, la incertidumbre y la angustia de padecer una crisis, y lo paralizante que esta enfermedad es, puede mermar la valoración de uno mismo y la capacidad para realizar actividades cotidianas. Todo ello se agudiza, si la persona se compara con los demás. Una enfermedad grave siempre es incapacitante, y la persona se ve inmersa en una sensación permanente de no poder realizar o gestionar según que cosas.
Por último, añadir que, la epilepsia puede hacer que la persona que la sufra, pueda desarrollar otros trastornos asociados, como por ejemplo fobias específicas. Como hemos podido ver, las consecuencias psicológicas de la epilepsia son varias y graves, que llevan al sufrimiento. Por todo ello, es esencial que los enfermemos de epilepsia puedan acceder a ayuda psicológica que les aporte bienestar, y le ayude a la hora de gestionar su enfermedad.
Apoyo psicológico cuando se sufre epilepsia
Es esencial que las personas que sufre epilepsia, tenga también un apoyo psicológico constante, desde el inicio, en el diagnóstico. La persona que se enfrenta a una enfermedad tan grave e incapacitante, necesita de un buen apoyo que le ayude a gestionar todo lo que le está ocurriendo, y le aporte las herramientas emocionales necesarias para superar todas las consecuencias psicológicas de la epilepsia.
Aprender a regular emocionalmente es esencial para afrontar tanto las crisis epilépticas, como para prever futuros ataques. Para afrontar la epilepsia es importante encontrarse bien anímica y emocionalmente. Y para ello se necesita el apoyo psicológico, y cualquier otro tipo de apoyo que pueda mejorar el estado general de la persona que sufre epilepsia.
También es importante que la persona que sufra epilepsia pueda tener apoyo en su círculo o entorno más cercano, La familia, la pareja o las amistades, son esenciales para el bienestar de la persona que se ve sometida a los rigores de esta enfermedad pueda sentirse arropada y apoyada. Cuando alguien se ve envuelto en tanto sufrimiento, es esencial para su recuperación y estabilidad emocional, tener siempre la ayuda y la comprensión de las personas que quiere y necesita. Así que, si sufres epilepsia, busca toda la ayuda y el apoyo que necesites. Es importante para tu bienestar emocional y física sentirte arropado. ¡Adelante!
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online