Dejar de fumar sin ansiedad

Cuando una persona fuma por primera vez, vive una experiencia poco agradable. El tabaco desprende un olor fuerte y su sabor es al principio desagradable. Cuando se aspira el humo, se experimenta una sensación de ahogo y ardor. Aun así, muchas personas continúan fumando hasta que ese hábito se convierte en una adicción. Después es imposible dejar dicho hábito, y debemos tomar medidas para dejar de fumar sin ansiedad como ya veremos.

La sustancia responsable a que nos convirtamos en adicción al cigarrillo es la nicotina. Es un compuesto alcaloide que es capaz de generar dependencia. Llega al cerebro a los 10 segundos de ser inhalada, y una vez allí comienza a estimular la producción de la dopamina. Como el organismo se habitúa a unas ciertas dosis, éstas cada vez son más insuficientes, por lo que la persona tiene la necesidad de consumir en mayor medida para conseguir los mismos efectos.

La nicotina como droga que es, cambia el comportamiento del adicto. Más que una dependencia física se produce una dependencia psicológica. La ansiedad es el factor que más influye en la conducta del adicto.

La creencia más extendida es que fumar alivia la ansiedad y reduce los niveles de la misma, pero eso no es cierto. Es sólo un mito. El fumar alivia la ansiedad que nos produce estar sin la dosis que requerimos de nicotina cuando somos adictos. Es importante abordar la ansiedad para facilitar la decisión de dejar de fumar. Así podremos dejar de fumar sin ansiedad, y con ello tendremos más probabilidades de éxito.

¿Por qué se empieza a fumar?

Normalmente se empieza a fumar en la adolescencia. Es una edad propicia para experimentar y querer sentirse mayores. Es un hábito propio de personas adultas y eso es lo que quieren imitar. Además se obtención es muy sencilla, ya que al igual que el alcohol, es un producto legal y de fácil compra.

Los resultados de varios estudios afirman que estas son algunas de las principales razones por las que se empieza a fumar:

  • Demostrar madurez.
  • Adaptación al círculo social.
  • Rebeldía y reafirmación de independencia.
  • Por imitación a figuras adultas.
  • Para bajar de peso.

Fumar y ansiedad

Como ya sospecharás, el hábito de fumar y la ansiedad están estrechamente relacionados. La nicotina puede provocar más ansiedad, y empeorar sus síntomas. Todo ello es un gran problema a largo plazo, y sobretodo a la hora de abandonar este mal hábito.

Cuando una persona que fuma está sometida a situaciones que eleven su ansiedad siempre afirmarán que necesitan un cigarrillo. Pero como ya hemos comentado, fumar no reduce la ansiedad, sino que produce el alivio de quien es adicto a la nicotina.

Los fumadores con estos pensamientos refuerzan en su cerebro que el hecho de fumar alivia su ansiedad. Pero no es así. Lo único que ocurre es que su organismo necesita su dosis, y si no la obtiene la ansiedad se eleva.

Uno de los peores miedos de las personas que quieren dejar de fumar es sufrir ansiedad, pero se puede dejar de fumar sin ansiedad si ésta es tratada adecuadamente. Así que antes de dar el paso, es recomendable tratar la propia ansiedad para tener más probabilidades de éxito.

También existe la falsa creencia de que el fumar reduce el apetito, y es bueno para adelgazar. La verdad es que la nicotina inhibe en cierta medida las ganas de comer a corto plazo, pero a la larga sufriremos un empeoramiento de la circulación, sanguínea, una debilitación de las celular, y destruirá nuestro sistema de desintoxicación del cuerpo, lo que dará como resultado, un aumento de la grasa corporal y la aparición de celulitis.

Existe por tanto una conexión entre el consumo de tabaco y la ansiedad. Muchos estudios apuntan que más del 70 % de las personas con ansiedad fuman. Es un trastorno que ya sufrían de base, y se ha agravado por el hecho de fumar. Es importante dejar de fumar para reducir nuestra ansiedad. Y como ya sabemos, se puede dejar de fumar sin ansiedad.

Beneficios de dejar de fumar

Cuando dejamos de fumar, se producen diversos cambios en nuestro organismo, mejorando nuestra salud desde el primer momento en el cual abandonamos el cigarrillo. Y esos beneficios son:

  • Cuando sólo pasan unos minutos de dejar de fumar, nuestra presión arterial y ritmo cardiaco descienden, mejorándose a la circulación.
  • En unas 8 horas, nuestros niveles de monóxido de carbono en sangre bajan y el nivel de oxigeno se normaliza.
  • A las 24 horas los sentidos del olfato y el gusto comienzan a normalizarse.
  • Entre las dos semanas y los tres meses después de dejar de fumar, mejora aún más la circulación, y la función pulmonar mejora notablemente. El síndrome de abstinencia físico desaparece, y se pueden pasar horas sin pensar en el tabaco.
  • Al año, el riesgo de cardiopatías se reduce a la mitad en comparación con alguien que aun fuma.
  • A los cinco años, se reducen a la mitad el riesgo a padecer cáncer de boca, garganta, esófago, cérvix y vejiga. Y a los 10 años, el riesgo a morir de cáncer de pulmón se recude también a la mitad en comparación a las personas que aun fuman.
  • Dejar de fumar también mejora la piel y evita el envejecimiento prematuro. La calidad del esperma aumenta, y nos recuperamos mejor de cualquier problema de salud, ya que el sistema inmune se regenera por completo.

Que decir también de la mejora emocional y de autoestima de la persona que ha dejado el hábito de fumar. Además de un beneficio económico por el ahorro que supone dejar de comprar tabaco.

Los efectos secundarios cuando dejamos de fumar

El tabaco como cualquier droga, produce efectos secundarios relacionados con el síndrome de abstinencia. Son efectos tanto a nivel físico como psicológicos que hacen que el proceso de dejar de fumar sea desagradable.

Y estos efectos secundarios son:

  • El aumento de la ansiedad es uno de los síntomas que más preocupan a la hora de dejar de fumar. Pero la nicotina es la que activa la ansiedad. Así que al dejar de fumar, rebajaremos los niveles de ansiedad. Se puede dejar de fumar sin ansiedad. Es importante adoptar estrategias de relajación cuando nos decidamos a dejar ese mal hábito.
  • El segundo miedo de aquellas personas que quieren dejar de fumar es Engordamos algunos kilos al dejar de fumar pero es por la misma ansiedad. Si trabajamos eso podemos dejar de fumar sin engordar ni un gramo.
  • El tercer temor son a los cambios de humor. Pero decir que son síntomas temporales, y como máximo estarán presentes en las primeras semanas.
  • Y por último está el miedo a padecer los síntomas físicos como estreñimiento, dolor de cabeza, temblores, etc. Pero todo ello es inevitable, se tienen que producir porque se dan cuando el cuerpo se limpia de las toxinas del tabaco.

Como hemos visto, los beneficios son mayores que los efectos secundarios. Los beneficios serán para siempre, y en cambio, los efectos negativos sólo serán temporales, y como mucho desaparecerán en las primeras semanas de dejar de fumar.

Cómo dejar de fumar sin ansiedad

Dejar de fumar es una decisión difícil de tomar. La mayoría de los fumadores se lo han planteado alguna vez, pero muchos no se ven capaces. Algunos lo han intentado ya y han fracasado. El miedo es un factor muy importante a la hora de tomar esta decisión tan personal.

No podemos negar que el hecho de dejar de fumar es difícil y costoso, pero que es necesario tanto para nuestra salud física como psíquica. Es por este motivo por el cual debemos elegir qué estrategias debes seguir a la hora de dejar de fumar.

Uno de los miedos más comunes es sufrir ansiedad. Pero es posible dejar de fumar sin ansiedad. Sólo es necesario tratar de ante mano esa misma ansiedad, e iniciar el proceso de desintoxicación lo más relajado posible y con herramientas que nos permitan estar tranquilos.

No existen los atajaos ni las recetas mágicas a la hora de dejar de fumar sin esfuerzo. Todo aquello que vale la pena requiere tiempo y que pongamos todo de nuestra parte. SI te ofrecen algún método fácil y rápido, como en cualquier otro ámbito de la vida, es porque te están engañando.

A continuación te daré cinco consejos para que te ayude a dejar de fumar sin ansiedad y evitando los demás efectos secundarios:

  • Motívate. Para dejar de fumar se debe estar motivado. Saber cuáles son los beneficios y cómo te vas a sentir una vez lo hayas realizado. Sé siempre positivo, aunque ten presente que tendrás altibajos, pero vas a reunir las fuerzas necesarias para superarlo todo.
  • Relájate. Ya tienes la motivación, ahora es turno para aprender técnicas de relajación antes de dejar de fumar. Ello te ayudará a superar los momentos de mayor ansiedad. Es importante dejar de fumar sin ansiedad. Para ello puedes aprender técnicas de respiración terapéuticas, yoga, taichí, etc. Sirve cualquier técnica que te permita estar relajado y que tus niveles de ansiedad sean mínimos.
  • Céntrate en ti. Cuando dejes de fumar que sea porque tú lo has elegido. No lo hagas por decisiones ajenas o por unirte a un grupo que esté dejando de fumar. Son decisiones que si no se toman por uno mismo acabará en fracaso. Tampoco te fijes en los tratamientos para dejar de fumar de los demás. Cada uno puede realizar un proceso diferente. Hay quien deja de fumar radicalmente, y hay quien necesita ayuda. Así que huye de las comparaciones.
  • Deja de fumar cuando estés preparado. Si no tienes la motivación suficiente, ni la ayuda necesaria, ni las estrategias que te ayuden, todo acabará en fracaso, y ese fracaso generará frustración, y entorpecerá futuras decisiones de dejar de fumar. Por ello deja de fumar cuando estés preparado realmente. Sólo así hará mayores índices de triunfo a la hora dejar este hábito.
  • Piensa: “el tabaco nunca te ayudará”. Fumar jamás ha solucionado ningún problema. Al revés, nos desordena la mente, además de hacer que rindamos peor debido al envenenamiento del cerebro por nicotina. Así que no necesitas fumar para sentirte bien ni centrarte. Toda tu capacidad está ya dentro de ti. El tabaco sólo nos empeora.

Dejar de fumar es posible. Como todo cambio empieza con una decisión, empieza en ti. Así que si estás pensando en dejar de fumar ármate antes de la lucha. Busca la motivación necesaria y usa las herramientas de relajación para dejar de fumar sin ansiedad y evitando los demás efectos secundarios. SI necesitas ayuda psicológica, hazlo. Los beneficios son ilimitados. El éxito está en tu mano.

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

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