Desenamoramiento y sus síntomas

Desenamoramiento

Tendemos a pensar que el amor es para toda la vida. Quizás ello pueda ser debido a una visión romántica del mismo, infundada por la literatura, la cultura, o el cine. Pero lo cierto es que todos los amores no son iguales. Hay amores que a pesar de experimentar altibajos pueden durar toda la vida, y existen otros que tienen una fecha de caducidad. Toda relación finaliza cuando se da un desenamoramiento de al menos una de las partes, independientemente del motivo que lo provoque. 

Hay expertos que siempre intentan poner fecha a todo. En el caso del amor también. Existen teorías que afirman que el amor pasional del comienzo de la relación solo dura un año o quizás dos. Otros dictan que a los cinco años se produce una gran crisis, que es donde se rompen muchas de las parejas consolidadas, incluso ponen fecha a la pasión sexual, donde algunos expertos dictan que se termina a los dos años del comienzo de una relación amorosa. ¿Pero sabéis qué? No hagáis caso a estos datos de los expertísimos. No existen términos ni fechas de caducidad. Cada relación es diferente, igual de diferente que es cada persona. Por lo tanto, no te dejes influenciar por datos de gurús del amor, por muy licenciados que sean. No existen las normas generales ni las reglas cuando está implicado el amor.

En el artículo de hoy nos vamos a centrar en cómo detectar el desenamoramiento. Es más difícil de detectarlo de lo que creemos. Antes de darnos cuenta, habrán ocurrido muchos conflictos dentro de la pareja, es decir, discusiones, problemas de índole sexual, o reacciones de alejamiento. Son manifestaciones que pueden indicar que algo no va bien dentro de la pareja. Por ello es importante detectarlo a tiempo. Está comprobado científica y estadísticamente que una terapia de pareja puede salvar casi el 90 % de estas.

Reconocer cuando el amor se está terminando es un hecho de vital importancia para la pareja. Pero lo cierto es que en muchas ocasiones somos nosotros mismos quien negamos que hemos dejado de querer a la otra persona, o que existen evidencias que indican que el amor en la pareja se está acabando. No queremos concienciarnos de que algo ocurre. Evitamos el dolor que produce la ruptura, además de la sensación de fracaso vital. Por esos motivos somos capaces de evitar el afrontamiento a la problemática que está presente dentro de la pareja.

El fin del amor puede deberse a multitud de factores, desde una convivencia monótona, a un incumplimiento de expectativas románticas, infidelidades, la falta de comunicación, la inmadurez emocional, etc. Cuando algunos de estos factores se dan, el amor dentro de la pareja se va disipando hasta que se termina rompiendo la relación. El lazo sentimental se rompe dando lugar a una fase de desenamoramiento, pudiendo ser este tanto voluntario como involuntario, depende de cada situación y pareja.

Síntomas más comunes del desenamoramiento

  • Disminución o ausencia de actos cariñosos, regalos, o piropos.
  • Desatención de las necesidades de la otra persona.
  • Disminución o evitación del contacto corporal con la pareja.
  • Falta de comunicación.
  • Valoraciones negativas de la otra persona que conforma la pareja.
  • Reproches contantes a la otra parte.
  • Recurrir a recuerdos de experiencias negativas que ha sufrido la pareja, dejando los recuerdos agradables a un lado.
  • Valoraciones negativas del físico o de la forma de ser de la otra persona.
  • Aparición de ofensas y recriminaciones.
  • Ser intolerante con los fallos y errores del otro.
  • Evitar todo el tiempo posible para compartir con la pareja.
  • Infidelidad fantaseada o actuada.
  • Aparición de expresiones de aburrimiento, ansiedad, depresión o indiferencia.
  • Evitación de todo contacto sexual con la pareja.

Conclusiones

Que decir que ante la falta de expresiones de cariño indique que existe una falta de amor. En algunos casos puede deberse a factores que nada tienen que ver con la relación de pareja, como por ejemplo el estrés, la tristeza patológica, la ansiedad, una afectación emocional, o quizás que la persona simplemente esté pasando por algún bache existencial propio, y ajeno a la pareja.

En algunos casos el desenamoramiento no es completo. Es decir, la persona puede alternar periodos de amor hacia su pareja con periodos de desamor. Es lo que se conoce un desenamoramiento incompleto. La otra persona será rechaza y buscada pasionalmente a la vez. Lo que generará multitud de conflictos que pondrán en peligro la continuidad de la propia relación de pareja. Por ello debe ser tratado adecuadamente y bajo supervisión de un profesional.

El desenamoramiento no se produce de igual modo ni con los mismos síntomas en todas las personas que lo sufren, por ello es importante aprender a reconocerlo con tal de poder revertir el proceso, al menos evitar que sea un proceso doloroso para ambos miembros que conforman la pareja.

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

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