¿Qué es la Desintoxicación Sentimental?
Es muy complicado continuar con nuestras vidas cuando hemos sufrido una ruptura sentimental. Toda pérdida requiere de un proceso de duelo que nos ayude a superarlo. Realizar una adecuada desintoxicación sentimental, nos ayudará a construir unas nuevas rutinas, una nueva identidad, y un nuevo camino. Y todo ello debemos hacerlo de un modo sano y constructivo, no dejándonos llevar por emociones tóxicas que solo acabaran por destruirnos, como es la ira o el rencor.
Las rupturas sentimentales son muy comunes. Cuando nos enamoramos aceptamos con ello la pérdida, porque tal como llega el amor, también puede desvanecerse, ya sea por una decisión propia o de la otra persona. Pero es irremediable que aparezcan ciertos sentimientos muy desagradables y tóxicos. Por ello, es indispensable realizar una buena desintoxicación sentimental para poder sanar las heridas sufridas durante la ruptura.
Una ruptura sentimental puede crear una herida tan profunda que nos haga desconfiar de todos e incluso de nosotros mismos. Ello es un caldo de cultivo para emociones tan negativas y destructivas como es el rencor. Aunque no sea un proceso fácil, cuando se produce una ruptura, esta debe estar acompañada por un proceso constructivo de autoconocimiento, y de aceptación de la pérdida.
Quizás pueda funcionar el hecho de intentar ocultar o esconde nuestro dolor, pero a largo plazo eso es ineficaz. El dolor por la pérdida nunca desaparecerá hasta que no se produzca un proceso de aceptación o duelo. No podemos vivir con heridas abiertas. Para continuar con nuestras vidas, debemos sanar todo ese dolor. Para ello incluso se debería acudir a la ayuda psicológica. El apoyo profesional siempre nos proporciona herramientas que nos servirán para afrontar y superar nuestra pérdida de una forma sana y constructiva.
Respuestas emocionales a la ruptura sentimental
Cada persona se enfrenta de un modo diferente a una ruptura sentimental. También dependerá del estado emocional que cada uno tengamos en ese momento. Es decir, si estamos fuertes emocionalmente o no. Si es así, afrontaremos mejor una ruptura, si no nos dañará. Tenemos que contar también con otros factores, como la edad, la autoestima, la personalidad, o la implicación en la relación que se ha roto.
Si nos encontramos bien dentro de la relación, y esta por un motivo ajeno a nosotros se rompe, es muy seguro que comencemos a sentirnos mal, y no aceptemos adecuadamente el final de dicha relación. En cambio, si la relación ha sido muy tormentosa, ponerle fin puede significar una verdadera liberación, y por tanto se percibirá la ruptura como algo positivo.
Normalmente, una ruptura siempre trae consigo un peaje personal y emocional muy elevado. Puede incluso derivar en comportamiento y un estado mental totalmente destructivos. Puede darse desde una angustia emocional muy intensa, hasta comportamiento abusivo, manipulativos, o incluso actos de venganza.
Por todo ello, es siempre adecuado pedir ayuda profesional cuando la ruptura significa un daño emocional importante. Realizar una buena desintoxicación sentimental es crucial para superar la ruptura y seguir adelante con nuestras vidas.
Cuando se rompe nuestra identidad
En las rupturas sentimentales, podemos encontrar dos grupos de emociones totalmente diferentes. En el primer grupo encontramos a personas que experimenten una gran angustia, confusión, tristeza y soledad. Esas emociones pueden llevar a estas personas a la frustración, y a la ira.
Por otro lado, encontramos a personas que viven la ruptura como una auténtica liberación. Sintiendo un gran alivio, empoderamiento y alegría. Son personas con una gran capacidad para recuperarse en un tiempo corto.
Pero en los dos grupos siempre se da una ruptura de la propia identidad. Cuando una relación finaliza, debe haber una reconstrucción de yo sin la otra persona. Ahora volvemos a estar solos, y debemos aceptar la nueva realidad. Y eso se produce independientemente si uno ha puesto fin a la relación o ha sido la otra persona. Por ese motivo, es un gran error, afirmar que es un proceso más sencillo para la persona que tomó la decisión.
Cuando se rompe la identidad, es igual para ambas partes. En muchos casos, la persona que pone fin a la relación toma la decisión que la otra persona es incapaz de hacer. Y eso es una responsabilidad doble, y por tanto requiere de más trabajo posterior para reconstruir su yo.
La importancia de la desintoxicación sentimental
El concepto acerca de uno mismo, es lo que antes resulta dañado en una ruptura sentimental. Cuando estamos en unión con otra persona, nuestro yo, está estrechamente ligado con la otra persona, y cuando esta relación finaliza, tenemos que volver a ser nosotros mismos.
A la hora de afrontar una ruptura sentimental, tenemos que aceptar, antes de todo, la nueva situación personal, y cómo todo ha cambiado. No importa si esa ruptura ha sido de forma voluntaria o no. Se necesita una reconstrucción de nuestra propia identidad.
Debemos entender que las cosas ya nunca serán igual, que nosotros mismo ya no seremos la misma persona. Por tanto, tenemos que aceptar el nuevo camino que se nos presente delante de nosotros. No podemos seguir adelante con tan pesada carga.
En relaciones que se han roto, es muy normal que ambas partes deban habituarse a nuevas rutinas. El ser humano se adapta fácilmente a un modo de vivir concreto, y cuando este se rompe, debemos acostumbrarnos al cambo drástico de rutinas que experimentaremos en caso de ruptura.
Identidad sana o dañada
Toda ruptura acaba por pasarnos factura en nuestro autoconcepto. Si la relación nos ayudó a mejorar el concepto acerca de nosotros mismos, y nos ayudó a ser mejores, ponerle fin a esa relación supondrá un auténtico daño en nuestro yo, su reconstrucción será mucho más difícil y costosa.
Si por el contrario, la relación no nos permitió ser nosotros mismos, y nos dañó, impidiéndonos la expresión completa de nuestra propia naturaleza, la ruptura puede suponer un redescubrimiento personal y emocional. En estos casos, la desintoxicación sentimental, se vivirá como un auténtico alivio.
Síndrome de abstinencia emocional
Cuando se da una ruptura sentimental, esta afecta a la química e nuestro cerebro. Todo ese dolor se traduce en impulsos inducidos por la necesidad de estar con la persona amada. Es un proceso que recuerda al cerebro de un adicto que necesita acceder al objeto de su adicción.
Diversas investigaciones científicas han sugerido que, durante la pasión romántica, se activan los sistemas de recompensa y supervivencia mesolímnicos. Por ello se produce un síndrome de abstinencia cuando la relación termina. Es una clave importante la hora de empezar el proceso de desintoxicación sentimental.
SI entendemos que existe una parte física afectada en toda ruptura, nos ayudará a lidiar con esta especia de síndrome de abstinencia emociona. Los síntomas físicos que padeceremos solo son momentáneos, y desaparecerán cuando superemos la ruptura de la relación.
Cómo realizar una desintoxicación sentimental
Como ya he citado antes, cuando la ruptura de una relación nos afecta más de lo normal, y nos paraliza, afectándonos a todos los ámbitos de nuestra vida, debemos recurrir a la ayuda profesional. De ese modo nos garantizaremos la pronta recuperación, y la realización de una desintoxicación sentimental adecuada.
También es fundamental apoyarnos en las personas que nos rodean y nos quieren. Es importante tener toda la ayuda posible. Sentirnos arropados nos ayudará a gestionar mejor la ruptura. También debemos adoptar nuevas rutinas, y con ellas podemos empezar a hacer actividades que nos gusten y nos hagan sentir bien, como por ejemplo, hacer deporte, pintar, o cualquier otra actividad que nos apasione. De ese modo tendremos la mente centrada en sentimientos e ideas constructivas.
Cuando comenzar una desintoxicación sentimental
La respuesta más sencilla a esta cuestión es cuando uno esté preparado y haya superado la ruptura. Pero lo cierto es que no existe una ciencia exacta para determinar este tipo de decisiones. Es fundamental realizar una buena desintoxicación sentimental.
Existe una idea generalizada que debemos esperar hasta volver a comenzar una nueva relación. Pero lo cierto es que todo dependerá de cómo percibamos a esa nueva persona, y que sentimientos nos genera. Involucrarse en una relación dependerá de la confianza que tengamos por esa persona, y todo lo que nos hace sentir.
No tiene nada que ver el tiempo trascurrido entre la finalización de una relación, y el inicio de otra, con el éxito o el fracaso. Todo dependerá de nosotros mismos, de nuestra recuperación de la identidad, y de los sentimientos que afloran por esa nueva persona. Esa conjunción es el mejor indicador que nos dicta que ese es el momento preciso para comenzar una nueva relación.
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online