Timidez y fobia social
Es bastante común confundir la timidez con la fobia social. Ambos términos tienen muchísimo en común. Ambos nacen y se nutren del miedo. Más específicamente, del miedo a ser juzgado por los demás. Es un miedo realmente paralizante que influye negativamente en la vida de quien lo sufre, afectando a todos los ámbitos de su vida, incluido en sus relaciones interpersonales. Es por ese motivo que tenemos que aprender las diferencias entre timidez y fobia social.
Lo realmente cierto es que todos nos preocupamos por la opinión de los demás acerca de uno mismo. Nadie es capaz de no tener temor de ello, pero gestionamos ese miedo, y lo afrontamos lo mejor que sabemos. El problema está cuando ese miedo se apodera de nosotros, y es capaz de paralizarnos, no dejándonos tener una vida normal.
Decir que la timidez es un rasgo de personalidad. Hay personas que su timidez solo se basa en pequeños destellos en situaciones determinadas, y otras personas son totalmente incapaces de mostrarse libremente. Ser tímido entonces, forma parte de nuestra personalidad, y podemos llegar a mejorarlo.
La fobia social en cambio es fruto de la mala o nula gestión del miedo que nos provoca, las opiniones sobre nosotros que tienen los demás. Es un miedo patológico que requiere de tratamiento porque afectará negativamente y de forma implacable, a todos los ámbitos de nuestra vida. Esta es de las diferencias entre timidez y fobia social más común.
La timidez
La persona que es tímida, jamás se expondrá abiertamente, ni se mostrará tal y como es, con las personas que no conoce y no tiene confianza. Suelen ser personas que les gusta controlarlo todo. El miedo les hace ser cautos. Y si ven en situaciones que temen por su timidez, sus niveles de ansiedad se elevarán.
Aparte de una autoestima dañada, las personas tímidas suelen padecer grandes niveles de estrés. El miedo hace que estemos constantemente en un estado de alerta permanente. Ello hace que nuestros niveles de estrés vayan aumentando, y si esto se prolonga a través del tiempo, la temida ansiedad hace su aparición.
La timidez es fruto de un desarrollo emocional inadecuado. Quizás las malas experiencias, sumadas a las críticas feroces de los demás, generan personas inseguras, incapaces de gestionar sus miedos, y mostrarse como son. Ser tímido es debido fruto de haber recibido críticas y juicios constantes de los demás. La inseguridad que ello puede crear en una persona, hace que su autoestima se vea seriamente dañada, y ello puede llevar a una timidez utilizada como escudo ante los demás.
Quien es tímido reunirá de todas aquellas situaciones en las que debe exponerse. Les da auténtico pavor tener que hablar en público, o relacionarse con persona que no conoce. Ello es debido a que no puede controlar lo que opinen los demás de él, y ello les aterra de tal modo que les paraliza. ¿Pero qué diferencia la timidez a la fobia social? Para contestar a esa pregunta antes debemos conocer en que se basa dicha fobia. Debemos conocer las diferencias entre la timidez y la fobia social para no caer en el error de mezclarlas.
Fobia social
La fobia social se puede definir como un miedo irracional y desproporcionado a la exposición pública, y a sentirse duramente juzgados por los demás. Es un miedo que surge sin más, y que la persona no puede gestionar sola, ya que carece de una lógica sólida, y como dicta la definición, es un miedo totalmente desproporcionado.
Aquí podemos parar y observar una de las diferencias entre timidez y fobia social. Mientras que la timidez es un miedo que se puede llegar a controlar, la persona que padece fobia social es incapaz de poder gestionar esos miedos, ya que son irracionales. Es decir, no surgen de un miedo real y racional, es un miedo incontrolado sin origen, que es capaz de destruir por completo a las personas que lo padecen.
Como cualquier tipo de fobias, solamente se puede tratar a través de la psicoterapia. La persona tímida puede hacer el esfuerzo de racionalizar sus miedos y controlarlos, pero la persona que sufre fobia social, será totalmente incapaz de poder gestionar todo aquello que teme. Por tanto, requerirá de ayuda psicológica para superar todos sus miedos.
Las fobias también se caracterizan por evitar a toda costa las situaciones que tanto teme. Si se ven expuestos a esas situaciones, comienzan a padecer una serie de síntomas, como son la sudoración excesiva, palpitaciones, temblores, tez pálida, etc. Son síntomas totalmente paralizantes que deben ser tratados de un modo profesional, debido a que las personas que la padecen, serán totalmente incapaces de racionalizar y afrontar esos miedos.
Diferencias entre timidez y fobia social
Una de las diferencias entre timidez y fobia social que podemos destacar, es la intensidad de sus síntomas. Si bien la timidez se puede controlar, y puede llegar a desaparecer con la maduración emocional. La fobia social, mientras que no sea tratada psicológicamente, siempre llevará a la persona que la padece, a sufrir una sintomatología muy intensa, que llegará a perjudicarse a si mismo, y a todos los ámbitos de sus vidas, ya que intentará siempre evitar aquello que más teme, es decir, exponerse públicamente, y ello repercutirá en sus relaciones interpersonales, en el trabajo, en sus relaciones familiares, etc.
Si bien la timidez suele ir desapareciendo con el tiempo, la fobia social siempre persistirá si no es tratada, llegando a convertirse en un miedo crónico. En las fobias no hay una causa clara y racional, por tanto uno no puede combatirla sin ayuda psicológica. Si no hay tratamiento, el miedo persistirá y cada vez será más intenso, afectando aún más a todos los ámbitos de la vida de quien la padece.
La timidez es un rasgo de la personalidad. Un rasgo que puede cambiar por si solo mediante la madurez de la persona que la parece. No suele requerir de tratamiento, a no ser que esa timidez repercuta seriamente en la vida de quien la sufre. En cambio, la fobia social siempre requerirá de una intervención terapéutica para poder afrontarla y superarla. Su complejidad hace que sea difícil abordarla psicológicamente, pero con tiempo y esfuerzo todo se puede superar. Lo más efectivo son las terapias basadas en la exposición a aquello que se teme. Y esto son las diferencias entre la timidez y la fobia social. Así que si sufres una timidez que no te permite desarrollarte emocionalmente, o padeces una fobia social, pide ayuda profesional. No tienes por qué vivir con ese lastre. ¡Adelante!
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online
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