Qué es el distanciamiento afectivo familiar
Las dinámicas familiares propician la existencia de rencillas, roces, problemas no resueltos y conflictos. Tenemos que entender que la familia no se elige, y ello nos obliga a aceptar a personas que quizás jamás elegiríamos para compartir nuestra vida. Cada uno tiene su propia forma de ser, y es por ello que es difícil congeniar con todos. Por eso, dentro de todas las familias, hay personas que se llevan mal con otras, y que puedan llevar a tener algún que otro conflicto. Ese hecho puede favorecer que personas de una misma familia se distancien, e incluso se dejen de hablar. Es lo que se conoce como distanciamiento afectivo familiar.
Cuando se produce ese distanciamiento por parte de algunos miembros de la misma familia, suele haber un problema o conflicto no resuelto durante mucho tiempo. Suele ser el fruto de no querer solucionar aquello que les distancia, y tender puentes, para al menos tener una relación de cordialidad. Si existe una problemática tenemos que afrontarla siempre, si no ese dolor se enquista, y genera serios problemas dentro de una misma familia.
Tenemos que pensar que cuando se produce un distanciamiento afectivo familiar, no solo repercute a quien se distancia, sino a todos los miembros de ese núcleo familiar. El dolor y el sufrimiento que esta clase de relaciones insanas causa es realmente intenso y elevado. Por ese motivo, es necesario potenciar las relaciones basadas en el respeto y en la empatía. No podemos caer bien a todo el mundo, ni todo el mundo nos tiene que caer bien, pero podemos tener una relación de cordialidad con esas personas, si tenemos la voluntad, y la madurez emocional para ello.
Compartir la misma sangre no es garantía de tener una buena relación. Por eso mismo, primos, tíos, abuelos, o nosotros mismos, podemos llegar a tener una mala relación con algún familiar. Es algo totalmente normal, y en todas las familias existen conflictos y distanciamiento afectivo familiar. En toda familia existen personas que no se hablan entre si, o ya no vienen de visita, entre algunos ejemplos. Lo realmente importante es saber cómo gestionar todas esas pésimas relaciones, y empezar a ser más cordial con el resto de familiares.
Causas del distanciamiento afectivo familiar
A continuación repasaremos las principales causas del distanciamiento afectivo familiar. Pero antes decir que, sea la causa que sea, todo lo que sea distanciarse de las personas que han formado parte de nuestra vida, siempre es doloroso. Los conflictos no resueltos nos lleva al sufrimiento, y a experimentar emociones tan negativas como son la tristeza, el rencor, la culpa o la ira.
Lo malo de la familia es que nadie puede elegirla. Simplemente, nacemos con ella, y a menudo no conseguimos conectar con algunos miembros de ella, y quizás eso sea un foco de posibles conflictos que debemos saber gestionar para que no vaya a más, y se rompa las relaciones dentro de la propia familia. Es importante alcanzar la madurez emocional necesaria para saber mantener al menos relaciones basadas en la cordialidad. Solamente siendo cordiales muchas cosas mejorarían, sin duda.
Como dictan diversos estudios al respecto, los problemas o conflictos dentro de la familia se producen en mayor número con familiares de segundo grado, como son los tíos o primos. Con los familiares más cercanos como padres o hermanos, esas rencillas se suelen solventar de un modo más sencillo y rápido. Lo que tenemos que valorar si merece la pena dejar las heridas abiertas durante años, o quizás para siempre, cuando se puede optar por el perdón, y por no cargar con tal pesada carga.
Y entre las causas principales del distanciamiento afectivo familiar encontramos:
- Diferencias de valores. Cada núcleo familiar tiene en sí sus propias reglas y valores. Quizás esa misma escala de valores puede chocar con la de otros. Y convertirse en una causa de conflictos entre personas de una misma familia. Debemos pensar que cada persona tiene sus propias diferencias. Tiene su modo de opinar y de comportarse, y se debe respetar siempre. Cuando se intenta imponer los propios valores o forma de opinar, es cuando pueden salir conflictos que generen unas heridas tan intensas, que cueste mucho deshacer ese daño.
- Conductas tóxicas. Hay maneras de comportarse, que son directamente insanas, y que desgraciadamente las vemos o las sufrimos a diario. Por poner algún ejemplo, podemos centrarnos en esas conductas destinadas a manipular, a chantajear o incluso violentar a los demás, y que generan una serie de heridas emocionales, que acaban por destruir cualquier relación, incluso las familiares.
- Todos sabemos de familiares que se odian, que se dejan de hablar, o que rompen la relación porque uno de ellos ha estado increpando al otro de manera sistemática, ya sea manipulándolo o simplemente agrediéndole emocionalmente. Ese tipo de conductas no llevan nunca a tener relaciones sólidas, sino al conflicto y al distanciamiento afectivo familiar más extremo. Nadie está dispuesto a relacionarse con quien le hace daño.
- Cambios familiares. En ocasiones, son los simples cambios dentro de las familias, la causa de los peores conflictos. Entre dichos cambios podemos encontrar el divorcio de alguna pareja de la familia, un nuevo amor, o incluso el fallecimiento de un familiar. Cualquier cambio que trastoque el supuesto orden y dinámicas dentro de la familia, puede generar conflictos que a menudo parecen insalvables. El impacto de un cambio puede ser tan grande que puede llevar a verdaderas luchas dentro de la propia familia.
- Situaciones traumáticas. Hay diversas situaciones que pueden desembocar en verdaderos conflictos dentro de una familia. Entre estas situaciones tan traumáticas están las peleas, la violencia, o los insultos. Cuando se traspasa ciertos límites, es muy difícil sanar las heridas que esas conductas tan extremas generan. También puede darse casos donde hay consumos de alcohol o drogas que deterioren la convivencia familiar, hasta darse un distanciamiento afectivo familiar entre sus miembros. Son situaciones que generan un gran dolor y sufrimiento, así como unas heridas que son muy difícil de tratar.
Diferencias entre el acercamiento afectivo familiar y el distanciamiento afectivo familiar
Acercamiento Afectivo Familiar | Distanciamiento Afectivo Familiar |
---|---|
Comunicación abierta y frecuente | Comunicación limitada o superficial |
Expresión emocional libre | Represión o evitación de emociones |
Apoyo mutuo en situaciones difíciles | Falta de apoyo o indiferencia |
Tiempo compartido en actividades familiares | Poco tiempo compartido o interacción mínima |
Confianza y seguridad emocional | Desconfianza o inseguridad en las relaciones |
Resolución constructiva de conflictos | Evitación de conflictos o confrontaciones hostiles |
Cómo mejorar las relaciones familiares
Los reproches, los malos modos, las críticas, las conductas negativas, los conflictos y un largo etcétera, con comportamientos muy comunes dentro de cada familia. Las relaciones, cuando más estrechas son, más se producen ciertos roces que deben ser subsanados rápidamente. Si cuando hay un conflicto miramos hacia oro lado, o nos dejamos llevar por emociones como el orgullo y el rencor, esos problemas se enquistarán, y el sufrimiento perdurará durante muchos años, incluso para siempre.
Es importante evaluar si no es mejor perdonar, pedir perdón, y liberarnos de todo ese dolor. Eso ya queda en la decisión que tome cada uno. A continuación descubriremos algunas recomendaciones para mejorar las relaciones familiares, y evitar un posible distanciamiento afectivo familiar. Y estás son:
- Mejora la comunicación. Es fundamental que con todas las personas que te rodean, ya sean familiares o no, que tengas una buena comunicación con ellos. Hablarlo todo garantiza una buena relación, y aleja los conflictos, ya que si lo hubiera se podrían arreglar mediante el diálogo.
- Ser empático. Tener la capacidad de ponerse en el lugar de los demás es crucial para mantener una buena relación. No somos el ombligo del mundo, y debemos comprender la postura y los sentimientos de los demás, como ellos deben comprender los nuestros. Es realmente importante tener la capacidad de ser empáticos con los demás.
- Perdonar y pedir perdón. Las rencillas y conflictos es algo muy habitual en cualquier relación humana. Por eso debemos saber pedir perdón cuando la situación lo requiera, y perdonar de igual modo. No podemos dejar que emociones como el rencor, la culpa, o el miedo se apoderen de nosotros, ni de nuestras relaciones.
- Practicar la cordialidad. No tiene que caernos todo el mundo bien, ni tampoco nosotros tenemos que caerle bien a todo el mundo. Cada uno tiene sus diferencias, y conectar con alguien es algo realmente difícil. Por ese motivo, si alguien no te cae bien y no te queda otra que estar con esa persona en reuniones familiares, u otros eventos, entonces simplemente sé cordial, y ya está. No tienes que forzar nada, sé cuidadoso y respetuoso con la otra persona. Nada más.
- Solucionar los problemas al instante. Siempre van a surgir problemas, lo realmente positivo es poderlos solucionar en el mismo momento en el cual sucede. No hay que dejar que los conflictos se eternicen sin dar el paso para solucionarlo. Si ves que la otra persona es incapaz de hablar sobre ello, toma la iniciativa, pero no dejes que ningún problema se enquiste.
- Buscar ayuda. Si las heridas que te ha ocasionado tu familia son muy graves, quizás necesites ayuda profesional para poder sanar todo ese daño. La terapia te ayudará a sentirte bien, y a poder perdonar. No dejes que esas heridas se apropien de ti, y de toda tu vida.
Por último, decir que, si los problemas que arrastras con tu familia son tan grandes que no deseas, no puedes arreglarlos, o el simple contacto con esas personas te hace daño, simplemente aléjate de ellos. Perdona y sigue tu vida. Es importante que no tires más leña al fuego, ni abras más las heridas. Tampoco involucres a nadie más de la familia. En estos casos deberías romper los lazos que te unen a esas personas, y seguir con tu propia vida. Lo esencial es que te sientas bien. ¡Adelante!
Beneficios de la Terapia Online para el Distanciamiento Afectivo Familiar
El distanciamiento afectivo familiar es una situación en la que los miembros de una familia experimentan una falta de conexión emocional entre sí. Se caracteriza por una comunicación limitada o superficial, falta de apoyo mutuo y poco tiempo compartido en actividades familiares.
Algunas causas comunes incluyen: 1. Conflictos no resueltos 2. Falta de comunicación efectiva 3. Diferencias en valores o estilos de vida 4. Traumas o experiencias negativas del pasado 5. Presiones externas como trabajo o estrés financiero 6. Cambios significativos en la dinámica familiar (divorcio, mudanza, etc.)
Para superar el distanciamiento afectivo familiar, se puede: 1. Mejorar la comunicación abierta y honesta 2. Establecer tiempo de calidad para actividades familiares 3. Mostrar empatía y comprensión hacia los demás miembros 4. Buscar ayuda profesional, como terapia familiar 5. Trabajar en la resolución constructiva de conflictos 6. Fomentar el apoyo mutuo en situaciones difíciles 7. Practicar la expresión saludable de emociones
Conclusiones sobre el distanciamiento afectivo familiar
Las dinámicas de cada familia pueden ser muy complicadas. La falta de comunicación, los conflictos y los malentendidos puede llevarnos a padecer conflictos extremos dentro del núcleo familiar. Cuando esto pasa, es muy frecuente que haya distanciamiento afectivo familiar, y eso hace que la intensidad de los conflictos aumenten, deteriorando aún más la convivencia, y las relaciones entre familiares. En estos casos debemos buscar ayuda terapéutica. Así que, apuesta por la terapia y apuesta por ti.
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online