El dolor de garganta por ansiedad
Cuando estamos expuestos a un gran nivel de estrés, durante un tiempo prolongado, puede favorecer la aparición de los síntomas de la ansiedad. Nuestro cuerpo y nuestra mente reaccionan ante la gran angustia que sentimos en esos momentos, y comenzamos a sufrir ciertos trastornos tanto físicos como mentales. El dolor de garganta por ansiedad es muy común en estos casos, pudiendo expresarse mediante una afonía, dolor al tragar, o un cierto picor que no cesa, entre otros.
Todas las molestias que antes he citado, son muy frecuentes cuando estamos expuestos a un gran nivel de ansiedad. La presión y la tensión de nuestro cuerpo y nuestra mente, hacen que experimentemos ciertos trastornos, como son los dolores de garganta. La relación entre la ansiedad y el dolor de garganta es muy estrecha, debido a que suele ser un síntoma físico de este trastorno, y es muy frecuente, como veremos en este artículo.
El dolor de garganta por ansiedad es el fruto de estar expuestos a una gran tensión. Como pueden ser los dolores de estómago, o los problemas para conciliar el sueño. Es un síntoma físico de este trastorno. En definitiva, todo lo que nos afecta a nuestra salud psicológica, tiene su repercusión en el plano físico. Por ese motivo, debemos tomarnos muy en serio el hecho de tratarnos nuestra ansiedad, ya que es la única manera de no sufrir su sintomatología.
Lo más frecuente es que las personas que sufren dolor de garganta acudan a su centro médico, pero no consiguen que los propios facultativos sepan dar un diagnóstico físico que explique sus dolencias. Esto es debido a que es la presión psicológica la que hace que nuestra garganta se pueda ver afectada. Cuando los dolores de garganta no tenga una explicación física, debemos fijarnos en el plano psicológico, porque puede ser una respuesta a la ansiedad que estamos sufriendo.
Cómo la ansiedad produce ese tipo de dolor
La ansiedad nos lleva a padecer ciertos trastornos tanto físicos como psicológicos. Entre los físicos está el dolor de garganta, y es un síntoma muy recurrente, que puede llegar a ser totalmente molesto. Podemos padecer desde una simple afonía, hasta incluso tener la sensación de no poder tragar o respirar. Al ser una sintomatología tan intensa, debemos averiguar el porqué nos ocurre esas alteraciones, para saber como debemos abordarlas. Muchas personas que sufren ansiedad, son incapaces de asociar sus dolores de garganta con dicho trastorno, y acuden una y otra vez a su médico en busca de respuestas. Cuando las causas físicas de cualquier malestar son inexistentes, tenemos que buscar las respuestas en el plano emocional o psicológico.
Y entre las causas del dolor de garganta producido por la ansiedad, están:
- Por la respiración. Cuando padecemos ansiedad es muy común que respiremos agitadamente, e incluso al tener un sueño agitado, podemos desarrollar ronquidos, que pueden hacernos daño en la garganta. Esa sobre actividad de nuestro sistema respiratorio puede hacer que suframos este tipo de dolores en el cuello.
- Por la tensión muscular. La ansiedad hace que todo nuestro cuerpo se tense, y toda esa tensión puede hacer que zonas tan sensibles como nuestra garganta se vea resentida. Al haber una tensión en las cuerdas vocales puede favorecer el cambio del tono de nuestra voz, e incluso la aparición de una afonía.
- Por un alto nivel de estrés. En estos casos la sensación de falta de oxígeno, o que no podemos tragar, es muy frecuente. Es propio de la tensión producida por el padecimiento de un gran nivel de estrés. Puede ser una sintomatología muy intensa, y angustiante, que puede paralizarnos por completo.
Cómo evitar el dolor de garganta por ansiedad
El dolor de garganta por ansiedad es en definitiva un síntoma de este trastorno. Por tanto, si queremos dejar de padecer este tipo de sintomatología, debemos tratar lo que lo origina: la ansiedad. Cuando logremos controlar, y superar nuestra ansiedad, dejaremos de padecer sus síntomas, como es el dolor de cuello o garganta. Para tratar la ansiedad podemos seguir las siguientes recomendaciones:
- Apuesta por la Terapia. La única forma de tratar la ansiedad es la terapia psicológica. Gracias a ella podemos obtener las estrategias para controlar, y superar este trastorno. La medicación, o alguna otra terapia alternativa, solamente es un intento de atajar, pero realmente no existen los atajos. Los fármacos solo te ayudarán a estar más relajado, pero nunca te ayudarán a superar la ansiedad, porque la ansiedad no se sana, se afronta. Recuérdalo.
- Aprende a relajarte. Es esencial que puedas relajarte durante tu día a día. Normalmente, estamos expuestas a un alto nivel de actividad. Debemos aprender a relajarnos. Para ello podemos optar por técnicas como la respiración diafragmática. Lo importante es que aprendamos a rebajar nuestros niveles de estrés y ansiedad.
- Mantente activo. Las actividades que nos gustan, y nos hace sentir bien, nos ayuda a estar más relajados, y tener la mente centrada en algo positivo y constructivo. Por ese motivo, es fundamental hacer alguna actividad que nos guste, como puede ser el deporte, la música, o cualquier cosa que te permita sentirte bien.
- Relaciónate. La ansiedad nos empuja a aislarnos. De esa forma no tenemos que dar explicaciones a nadie de como nos sentimos. Así que, en estos casos, lo mejor que podemos hacer es relacionarnos. Salir al exterior con las personas que queremos es crucial para sentirnos bien.
- Sin exigencias. Para no sufrir un alto nivel de ansiedad, es esencial que aprendamos a relajarnos, y no estar siempre activos. El día tiene solo 24 horas, y todos tenemos energías limitadas, así que no te exijas más de lo que puedes abarcar. Eso te ayudará a evitar que tu ansiedad se eleve.
- No intentes controlarlo todo. Es imposible que puedas estar en todo, y en todo momento. Realmente, únicamente puedes controlar lo que haces y lo que dices, no puedes controlar nada más. De ese modo, intentar controlar a los demás, o cualquier otra situación, es algo estéril, que solamente hará que te agotes mentalmente.
- Organízate. Tener unos horarios establecidos, te permitirá que tu mente esté más organizada, y por tanto, más tranquila. Ten un horario para trabajar, para descansar, y para ti mismo, entre otros. Apuesta por la organización, y reserva un tiempo para ti, para hacer todo aquello que quieras.
- Apóyate en tus seres queridos. Es totalmente fundamental, que puedas contar con tus seres queridos. Háblales, y explícales, qué te ocurre, y cómo pueden ayudarte. Sentirte arropado por aquellas personas cercanas y queridas, te ayudará en tu lucha contra la ansiedad. ¡Adelante!
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online