¿Es un ataque de pánico o ansiedad?
Saber si lo que estamos padeciendo es un ataque de pánico o ansiedad, es una pregunta muy frecuente cuando se padece este tipo de trastorno. Nadie está preparado para sufrir ansiedad y mucho menos un ataque de pánico, y cuando estamos frente a esta problemática, muchas dudas nos asaltan, y como ya sabemos, la información nos ayudará siempre a superar cualquier tipo de adversidad.
Es importante saber qué es un ataque de pánico, y qué es la ansiedad. Gracias a ello podemos saber qué estamos sufriendo en cada momento, y cómo podemos afrontarlo del modo más adecuado. Saber si lo que estamos padeciendo es un ataque de pánico o ansiedad, cambia totalmente cómo debemos comportarnos para poder hacerle frente.
Podríamos definir a grandes rasgos a la ansiedad como un trastorno, y el ataque de pánico la consecuencia de sufrir niveles altos y patológicos de ansiedad. Es decir, en resumen, la ansiedad es fruto de una mala gestión, de una gran adversidad, y ello nos llevará a sufrir los temidos ataques de pánico.
Es esencial aprender a diferenciar estos dos términos, y saber cómo nos va a hacer sentir, para poder, de ese modo, buscar las herramientas más efectivas para poder hacerles frente, tanto a la ansiedad como a los ataques de pánico. Si bien son dos conceptos que son muy utilizados, en realidad se sabe muy poco de qué es cada cosa, y cómo podemos hacerles frente. En este artículo aprenderemos que es un ataque de pánico y que es la ansiedad, y cómo podemos afrontarlos y superarlos. Porque superar la ansiedad, sí se puede.
¿Qué es la ansiedad?
Hay momentos en la vida que pasamos por adversidades que no sabemos o no podemos afrontar, ni gestionar a nivel emocional. Esto nos genera una gran presión interior, y hace que nuestros niveles de estrés se eleven de forma rápida. Soportar niveles altos de estrés durante un tiempo prolongado, hace que aparezca la temida ansiedad.
Así que, podríamos decir, sin miedo a equivocarnos, que la ansiedad es el fruto a no saber cómo actuar o cómo afrontar una gran adversidad vital. Ese miedo y esa angustia, hace que padezcamos este tipo de trastorno. Por ese motivo, es esencial que aprendamos a gestionar todo aquello que nos ocurra, así como de las emociones que llegamos a experimentar.
¿Qué es un ataque de pánico?
Para contestar a la pregunta: ¿es un ataque de pánico o ansiedad? Tenemos que tener toda la información acerca de estos dos conceptos. Hemos repasado en el apartado anterior qué es la ansiedad, y ahora toca describir qué es un ataque de pánico. Podríamos definir un ataque de pánico como la consecuencia de padecer un gran nivel de ansiedad. Es decir, es el modo que tiene nuestro organismo de deshacernos de toda esa presión que hemos acumulado en nuestro interior.
Cuando acumulamos un gran nivel de ansiedad, nuestro cuerpo y nuestra mente se tensa de un modo nocivo y patológico. Toda esa tensión debe ser expulsada, y nuestro organismo utiliza los ataques de pánico para librarse de toda esa ansiedad. Lo hace tensando aún más nuestro cuerpo y nuestra mente, para poco a poco ir destensando. Cuando sufrimos estos ataques, sufrimos síntomas tales como: tensión mandibular, dolor torácico, sensación de ahogo, pensamientos catastrofistas, tensión muscular, mareos, etc. Todos estos síntomas son fruto de esa tensión acumulada, y una vez alcanzado su punto máximo mediante estos ataques, comenzamos a sentirnos más calmados poco a poco cuando esta sintomatología remite. Es una extensión total que nos devuelve a una cierta normalidad, pero si la ansiedad no se trata adecuadamente, los ataques de pánico siempre volverán cuando los niveles de estrés y ansiedad sean muy elevados.
Grandes diferencias entre ataque de pánico y ansiedad
A continuación repararemos las grandes diferencias de estos dos conceptos, y saber si lo que estamos experimentando es un ataque de pánico o ansiedad. Y entre esas diferencias encontramos:
- La ansiedad es un trastorno, y el ataque de pánico su consecuencia. Es decir, si padecemos altos niveles de ansiedad, más tarde o más temprano padeceremos un ataque de pánico. Estos ataques son el mecanismo que utiliza nuestro organismo para deshacernos de toda la presión que hemos acumulado. El origen de estos ataques es la propia ansiedad.
- Si tratamos la ansiedad, los ataques de pánico desaparecen. Pero si superamos un ataque de este tipo no superamos la ansiedad. Esta requiere de una intervención psicológica completa y duradera. Al afrontar la ansiedad podemos aprender a gestionar los ataques de pánico. Una vez superado este trastorno, los ataques desaparecerán para siempre.
- Los síntomas son diferentes. En los ataques de pánico los síntomas suelen ser muy intensos, como el dolor torácico, o la sensación de ahogo. Mientras que los síntomas de la ansiedad son más duraderos y menos intensos, como por ejemplo, los problemas digestivos o las alteraciones del sueño.
- La duración. Los ataques de pánico suelen durar alrededor de 10 minutos más o menos. Es decir, tiene una permanencia muy corta, pero la ansiedad, si no se trata, puede convertirse en crónica. Para poder superar la ansiedad es necesario la ayuda psicológica.
- Tratamiento. Mientras que para superar la ansiedad se requiere de una intervención psicológica, es decir, recibir terapia. Los ataques de pánico podemos afrontarlos solos, ya que sus síntomas tal como aparecen se van, y por tanto no requiere de ayuda profesional. Podemos afrontar los ataques de pánico por nosotros mismos, mientras que la ansiedad requiere de terapia.
Tratamientos
Los ataques de pánico aparecen cuando nuestros niveles de ansiedad son muy elevados, debido a que no hemos sabido gestionar nuestra angustia, sea por el motivo que sea. Toda esa tensión acumulada debe expulsarse, y el modo que tiene nuestro organismo es tensando todo nuestro cuerpo y paralizando a nuestra mente hasta un nivel muy intenso, para posteriormente ir relajándose. Es un método muy efectivo para desprenderse de toda la tensión y presión que hemos podido acumular.
Si queremos dejar de experimentar la sintomatología tan dolorosa y angustiante de los ataques de pánico, debemos abordar terapéuticamente la propia ansiedad. Si no, lo hacemos, la ansiedad siempre nos acompañará, e iremos padeciendo estos ataques. Es fundamental combatir la raíz del problema para poder superarlo todo. Al final todo queda pendiente de nuestra decisión, y debemos decidirnos a afrontar y superar nuestra ansiedad. No podemos dejar que se adueñe de nosotros. Debemos liberarnos de ella, y está en nuestra mano. ¡Adelante!
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online