¿Qué es el chantaje emocional?
El chantaje emocional se puede dar tanto en el ámbito social, como en el familiar o de pareja. Todo chantajista tiene como intención principal: manipular a los demás. Y utilizará todas las herramientas psicológicas para poder obtener de su víctima aquello que quiere conseguir, sea lo que sea. A veces esa manipulación puede darse de un modo sutil y cuidadoso, y en otras en un chantaje más agresivo y directo. Todo dependerá del nivel de manipulación que puede aceptar la propia víctima del chantaje.
Es una paradoja saber que quien recurre a la manipulación para realizar un chantaje emocional, suele ser una persona cuyo perfil está determinado por la inseguridad y la debilidad emocional y psicológica. Es una persona que necesita recurrir al chantaje para conseguir aquello que anhela, ya que de otro modo son incapaces de alcanzar sus metas personales, aunque aparentemente intenten parecer personas totalmente seguras de sí mismas.
4 maneras de utilizar el chantaje emocional
El chantaje emocional puede llevarse a cabo mediante diferentes formas. Existen cuatro maneras de chantajes muy comunes, y son:
- Chantaje emocional por amenazas o presiones. Este tipo de manipulación emocional se basa en amenazar o presionar a la otra persona para que haga aquello que desea el chantajista. El sentimiento que nace en la victima de este tipo de chantaje emocional es el miedo. Pueden utilizar, por ejemplo, la típica frase “o haces esto o te castigo” propia de los padres a los hijos, o alguien la puede utilizar para someter a su pareja, con frases del tipo: “o haces eso o te dejo”, “o haces esto o todo el mundo se va a enterar de…”. Son frases que someten a la víctima mediante el miedo a recibir un “castigo emocional”.
- Por culpabilidad. Este tipo de chantaje emocional tiene como objetivo principal, conseguir crear un sentimiento de culpa profundo e intenso en la victima. Si un chantajista hace creer que la víctima que es mala y le ha hecho daño, conseguirá que haga lo que sea para “redimirse”.
- Confundir a la víctima. El chantajista emocional intentará deformar las situaciones hasta conseguir que sean como mejor le conviene. Es decir, trasformará lo ocurrido, aunque sea falso para conseguir engañar a su víctima. Para poder manipular, el chantajista estudiará todos los puntos débiles de sus víctimas, y le hará ver que él es necesario para encauzarla por el buen camino con sus consejos. Se convertirá con el tiempo en una relación basada en la dependencia, ya que la víctima creerá necesitar siempre la guía que le pueda aportar el propio manipulador. Ella cree que esos consejos son vitales para ella.
- Promesas y obsequios. El último tipo de chantaje emocional es aquel que se trata de adquirir la confianza y el cariño de la víctima mediante promesas y regalos. Todo dependerá de los intereses de la propia persona que será chantajeada. Muchos padres utilizan esta clase de chantaje cuando quieren que sus hijos se comporten como ellos quieres, como por ejemplo: cuando se utilizan promesas tales como “si apruebas te compro una videoconsola”. De ese modo sabe que si su hijo desea tener ese premio deberá de estudiar. Este ejemplo también se puede extrapolar a las relaciones adultas. Ocurre lo mismo en relaciones insanas adultas, donde el chantajista mediante promesas manipula a su voluntad a su víctima.
Cómo detectar a un chantajista emocional
La primera señal que podemos detectar cuando estamos delante de un posible chantajista emocional, es su forma de hablar. Son personas que suelen hablar atropelladamente, cambiando continuamente de tema de conversación. Gracias a ello consiguen confundir a sus víctimas, y encontrar sus puntos débiles. De ese modo pueden manipular con mayor efectividad. También consiguen así, anular la opinión de los demás, situando la suya como la única válida e importante.
Una de las cosas más importantes a tener en cuenta a la hora de descubrir a un chantajista emocional, es hacer caso a nuestros instintos. Ante estas personas funciona más las sensaciones que la propia razón. Así que, si alguien te crea alguna sensación negativa, ponte alerta. No calles a tu instinto, síguelo. De ese modo te podrás librar de caer en la trampa de un manipulador o chantajista emocional.
Cuando estamos en frente de un manipulador emocional, es normal sentir cierta incomodidad, malestar y recelo. Nuestras alertas se dispararán, ya que percibimos como algo irreal y engañosos los mensajes que recibimos de ese tipo de personas. Las personas que caen en sus trampas es porque invalidan sus instintos, y dejan paso a la razón. Y la razón puede engañarnos y hacer que nos confiemos. De ese modo es fácil ser manipulados por esa clase de personas.
Otro de los rasgos importantes de los chantajistas emocionales, es su intención de dominar cada conversación, y tener siempre la razón. Son personas poco flexibles, y les cuesta escuchar a los demás. Sencillamente porque no les importa los demás, a no ser que deseen tener información para poder chantajear con éxito.
Este tipo de personalidades son egocéntricas, y desean que los demás valoren su inteligencia y capacidades. Cambian de humor de forma constante. Todo dependerá si consiguen aquello que quieren o no. Sí consiguen manipular a su víctima y consiguen sus objetivos, se sentirán felices, sino mostrarán toda su ira y frustración.
El miedo que esconde el chantaje emocional
El miedo es una herramienta muy útil dentro del chantaje emocional. Con él se puede hacer vulnerable a una víctima. Pueden utilizar el miedo a la soledad, el miedo al rechazo, o el miedo al cambio, entre otros, para someter a los demás. Todo dependerá de las debilidades de sus posibles víctimas y sus carencias emocionales.
La autoestima baja, la incapacidad de afrontación, la falta de confianza, etc., son rasgos esenciales que el chantajista emocional busca en su víctima. Y cuando encuentre que le asusta y le atormenta, utilizará ese miedo para anular a la otra persona, y conseguir de ella todo lo que se proponga.
¿Cómo te hará sentir un chantajista emocional?
Cuando una persona cae en las manos de un chantajista emocional, acabará teniendo un degaste psicológico que una vez liberada de esas cadenas, la victimas necesitarán de mucho tiempo y mucha ayuda para poder recuperarse de ello. Lo peor es que es muy difícil darse cuenta del propio chantaje emocional hasta que no es muy tarde, y las heridas son muy profundas.
El chantajista siempre hará que dudemos de nosotros mismos. Para ello no dudará en destruir nuestra autoestima, y la confianza que teníamos acerca de nosotros mismos. Dejamos de ser nosotros mismos para convertirnos en aquello que la persona que nos manipula quiere.
El chantaje emocional no está considerado como un abuso emocional o psicológico violento. Pero aun así es capaz de destruir a la persona que lo sufre, dejando unas heridas muy profundas que son difícilmente tratables. Un chantajista emocional logará dañarnos el alma de tal forma que no seremos capaces de reconocernos, porque hemos dejado de ser para forma parte de las metas y anhelos de otra persona. Un daño más difícil de sanar que las propias heridas físicas.
Rasgos principales del chantaje emocional
Para que un comportamiento se pueda considerar un chantaje emocional es preciso que se den varias actitudes, como son:
- La exigencia. EL chantajista siempre exigirá a la otra persona a que haga o se comporte tal y como quiere él. Delimita toda la vida de su víctima.
- La resistencia. Cuando pensamos diferente a la persona chantajista, esta mostrará una actitud inflexible, e impondrá su voluntad. No aceptará nada que no sea como él quiere.
- La presión. La persona que utiliza el chantaje emocional presiona todo el tiempo hasta que logra ceder la voluntad de su víctima. Puede utilizar discusiones, reclamaciones, lloros, gritos, etc.
- La amenaza. Si el chantajista emocional no logra aquello que quiere, comenzará a utilizar tácticas más violentas, como la amenaza.
- La obediencia. Como la victima tiene miedo a perder a esa persona que la manipula, pero que depende de ella emocionalmente, cederá a la voluntad del chantajista.
- La reiteración. El chantaje emocional siempre será empleado por el chantajista cuando quiera conseguir alguna cosa. La utilizará una y otra vez. Es su forma de vivir y de relacionarse con los demás.
¿Podemos recuperarnos de un chantaje emocional?
Recuperarse de un chantaje emocional constante implica, ante todo, aceptar y procesar toda la experiencia traumática que ha destruido nuestra autoestima. Es muy sencillo que lleguemos a culpabilizarnos, aunque no tengamos culpa de nada. Hemos sido las víctimas, y sólo se nos puede tachar de confiados. La verdadera culpa sólo la tiene quién miente, y manipula a los demás.
Cuando una persona logra librarse de este tipo de relación tóxica, es muy común que llegue a pensar porque no ha sido capaz de dejar atrás esa relación tan dañina, y como no ha sido capaz de detectar las manipulaciones. Pero ese no es el camino. Los chantajistas emocionales hacen una manipulación tan sutil que la víctima es incapaz de darse cuenta de lo que está ocurriendo. Es un engaño muy sofisticado que se aprovecha de las buenas personas.
Al romper toda relación con una persona chantajista y manipuladora, la victima comienza la tarea de reconocerse a sí misma. La victima ha estado tan anulada emocionalmente, que ahora tiene que volver a ser lo que antes era. Para ello es importante pedir ayuda profesional, y realizar un tratamiento adecuado. Es una problemática que no desaparecer por si sola.
Existen una serie de síntomas, que pueden indicarnos que no hemos sanado las heridas emocionales, que hemos sufriendo después de caer en las garras de un chantajista emocional. Y estos síntomas son:
- Sentimiento de culpabilidad. Llegamos a sentir rabia haca nosotros mismos por ser incapaces de detectar las manipulaciones.
- Proyectamos nuestra rabia en los demás. Podemos acumular tanta rabia y frustración por lo ocurrido, que podemos llegar a proyectar esas emociones en los demás.
- Nos volvemos totalmente desconfiados, y evitando incluso relacionarnos con los demás. Tenemos miedo a caer de nuevo en las trampas de un chantajista emocional.
- Cambios de ánimo. A veces podemos llegar a sentirnos ilusionados y repletos de energías, y en otras ocasiones, nos sentimos totalmente abatidos y faltos de energía.
- Incapacidad Emocional. Si caemos en la trampa de un manipulador emocional, es muy común que no volvamos a experimentar las emociones positivas, con la misma intensidad de siempre. Es un sentimiento descrito como una anestesia emocional.
Cómo recuperarse de un chantaje emocional
El primer paso para recuperarnos de un chantaje emocional es volver a hacer hincapié en nuestro papel de víctima. Debemos aceptar lo concurrido sin caer en la trampa de echarnos la culpa. No la tenemos. El único responsable es la persona que engaña y manipula a los demás, aprovechándose de su buena voluntad.
Una vez que se ha conseguido no caer en la culpa, debemos centrarnos en nosotros mismos y en nuestras necesidades. Necesitamos volver a ser quien éramos. Para ello es importante aumentar nuestra autoestima, y animarnos a superar todo ese dolor. Somos los responsables de nuestra vida, y somos capaces de levantarnos. Así que focaliza las soluciones, y actúa.
Recupéranos de un chantaje emocional implicada aprender a ser responsables de nosotros mismos de nuevo. Ese paso requiere un gran esfuerzo mental, y puede provocarnos una inmensa angustia, un miedo intenso, y mucho desconcierto. Para afrontar esas emociones tenemos ante todo que mantener la calma.
En un proceso de recuperación tan intenso se requiere calma. No debe haber prisas. Eso nos ayudará a recuperarnos, comprender y asumir todo lo ocurrido. Cada uno debe seguir su propio ritmo para aceptar nuestras emociones. De ese modo podremos poco a poco controlar de nuevo de todo aquello que nos rodea.
Tras sufrir una relación abusiva, es mucho más común responder con rabia y desconfianza. Para evitar caer en esas emociones tan negativas y dañinas debemos tomar una actitud más positiva como, por ejemplo:
- Si sientes rabia y rencor, canaliza esas emociones y libérate de ellas.
- Si te sientes en soledad, busca apoyo en tus seres querido y en las personas que tienes a tu alrededor.
- Si no avanzas, debes acudir a la ayuda psicológica profesional.
Todos podemos salir victoriosos del ciclo de abusos y chantajes, pero requerirá mucho tiempo y esfuerzo. Tenemos la obligación de emerger de ese abismo emocional más fortalecidos, construyendo una imagen de nosotros mismos más resistente, valiosa y digna. La recuperación siempre estará en tus manos.
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online
Buen dia Daniel! Es muy interesante el artículo que has escrito ya que al leerlo me he dado cuenta de que soy una persona dependiente de mi familia, en especial de mis padres, tengo 24 años pero cada vez que intento tomar una decisión propia me invade el sentimiento de culpa porque se que mis decisiones no son bienvenidas en mi familia ya que hacen uso del chantaje, como podría liberarme de este sentimiento y empezar a actuar por mí misma sin tener miedo a tomar mis propias decisiones?
Muchas gracias Belén, me alegra saber que mi artículo te haya ayudado a comprender qué te ocurre. Si no sabes como gestionarlo ni afrontarlo, lo mejor que puedes hacer es realizar terapia. Te mando muchos ánimos 🙂