Cómo superar el sentimiento de culpa
Todos tenemos nuestros fallos y nuestros errores. Alguna vez hemos podido fallar a alguien que nos importaba, pero no podemos cargar con la culpa siempre. Es cierto que podemos subsanar algunos de nuestros errores y pedir perdón por ello. Lo que es realmente dañino es revivir una y otra vez nuestros fallos y fustigarnos constantemente por ello. Debemos aprender a cómo superar el sentimiento de culpa.
Tenemos derecho a equivocarnos. Nadie es perfecto. E incluso tenemos el derecho a decir no cuando no podemos hacer algo por alguien, o simplemente no queremos. Nadie nos puede hacer sentir culpables por ello, ni siquiera nosotros mismos. Tenemos que dejar de exigirnos estar siempre bien y hacer lo correcto. Podemos errar, y no pasa absolutamente nada. De los errores se aprende, e incluso podemos remendar nuestros fallos sin tener que caer en la culpa.
La culpa puede destruirnos, y no nos deja avanzar. Nuestra vida no se debe centrar en todo lo que hemos hecho mal. El camino está lleno de obstáculos y a veces no sabemos cómo debemos actuar en según que situación Permítete fallar porque ello forma parte de nuestro aprendizaje vital. Sentirnos culpables solo hará que nuestro sufrimiento sea mayor.
Sentirse culpable puede acabar con todo lo que somos. Nos somete a la voluntad de los demás, siendo capaces de dejar a un lado nuestras necesidades y aquello que queremos, por contentar a los demás, y de ese modo dejar de sentirnos culpables. Estos sentimientos nos hacen vulnerables, y si no aprendemos a cómo superar el sentimiento de culpa, desarrollaremos ciertos trastornos que harán aún más cuesta arriba nuestra vida.
Las consecuencias de sentirnos culpables
Las personas que padecen un sentimiento constante de culpa, son personas inseguras, que sus experiencias vitales han sido tan negativas, y que la agresión emocional y la culpa siempre han estado presentes. Llegan a creer que no estar atentos a las exigencias de los demás, es porque son malas personas. El sentimiento de culpa está presente en algunas personas, porque alguien muy cercano (madre, padre, u otra persona cercana), se ha preocupado por inculcar esa clase de sentimiento. ¿Y por qué? Las personas que se sienten culpables son fácilmente manipulables, capaces de dejar a un lado sus propias necesidades para cubrir las de demás, y así no sentirse culpables.
Por tanto, las personas que se sienten culpable es porque han sido siempre víctimas de algún tipo de manipulación emocional, que les han hecho personas con una autoestima baja, e inseguras, capaces de todo, por contentar a los demás. Por ese motivo, es necesario aprender a cómo superar el sentimiento de culpa.
Además, las personas que sientes este tipo de sentimientos sufren grandes niveles de ansiedad. Su intención siempre es contentar las exigencias de los demás, con tal de no sentirse mal con ellos mismos por fallar a quien les pide algo, y eso genera un gran nivel de estrés, que prolongado en el tiempo, se transforma en la temida ansiedad. Y es que la autoexigencia nos lleva siempre, e irremediablemente, a padecer un cuadro ansioso.
Sentirse eternamente culpables al final también repercute en nuestro estado de ánimo. Nunca es sencillo dejar descubiertas nuestras necesidades emocionales y personales, con tal de cubrir la de los demás. Esa clase de actos contra nosotros mismos solamente nos trae sufrimiento y dolor, y por ende, repercute en el estado de ánimo, empujándonos a padecer la temida depresión.
Por último, señalar que, las personas que se sienten siempre culpables mantienen relaciones totalmente tóxicas con los demás. Suelen ser víctimas de personas manipuladoras emocionales, capaces de hacerlas sentir culpables con tal de conseguir todo aquello que desean. Al final las personas que sienten tanta culpa son personas heridas, y eso les hace vulnerables, cayendo en relaciones donde se aprovechan de ellas y de su necesidad de dejar de sentirse mal con ellos mismos. Por todo esto, es esencial que estas personas lleguen a aprender a cómo superar el sentimiento de culpa.
Cómo dejar de sentir culpabilidad por todo
No se puede vivir eternamente fustigándonos por nuestros errores y fallos. No sirve para nada, solamente para crearnos más sufrimiento y desesperación. Debemos aprender a centrarnos en todo lo bueno que hay en nosotros, y a cómo superar el sentimiento de culpa. Para ello existen ciertas estrategias que nos ayudarán a conseguirlo. Y entre dichas estrategias encontramos:
- Reflexionar acerca de los motivos. Una de las cosas más importantes que debemos hacer para no sentirnos eternamente culpables, es saber por qué nos sentimos así. Seguro que acabamos por identificar que existen personas que desde siempre nos han hecho sentirnos mal con nosotros mismos con tal de utilizarnos. Tenemos el derecho a decir que no. Cada uno decide qué hacer y qué no, y nadie debe imponernos su voluntad, y aún menos si nos destruyen nuestra autoestima para esos propósitos.
- No te centres en tus defectos. Es fácil caer en el error de solo centrarnos en nuestros defectos. Con ellos debemos aprender a cómo mejorar, y nada más. Tenemos que centrarnos en cada una de las cosas que nos hacen únicos y especiales. No olvides que tenemos defectos, pero tenemos muchas más virtudes. Céntrate en todo lo bueno que hay en ti.
- Utiliza en perdón. Es importante para desprenderte de todas esas emociones negativas, perdonar a los demás y perdonarte a ti mismo. No debemos vivir con rencor. Es una carga demasiado pesada para llevarla siempre a cuestas. Así que, lo más sano es perdonar a quien nos hizo daño, y seguir con nuestro camino. Y sobre todo, perdónate a ti mismo, no puedes vivir eternamente sintiéndote culpable. Con el perdón, impedirás que los demás se aprovechen de tus fallos o errores para sacar provecho. No dejes que nadie te manipule.
- Aprende de los errores. Desde que somos pequeños aprendemos a base de errores. Por ese motivo, debemos considerar nuestros fallos como parte de nuestro aprendizaje vital. No tengas miedo a equivocarte. No eres perfecto. Nadie lo es. Así que, no tengas tanto en cuenta tus errores, aprende de ellos, y céntrate en lo positivo.
- Busca ayuda profesional. Si los sentimientos de culpa no te permiten relacionarte ni vivir constructivamente, debes buscar ayuda psicológica. Gracias a ella, podrás tener las herramientas necesarias para gestionar la culpa, y no caer en el error de sentirte culpable por todo. No lo dudes. La vida es demasiado corta para vivir con esa clase de sentimiento y emociones. ¡Adelante!
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online
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