La indiferencia como castigo

La indiferencia como castigo

La indiferencia puede ser usada como herramienta de castigo. Una violencia silenciosa que puede destruir por completo a la víctima. Quien utiliza este método de agresión conoce el daño que se puede hacer anulando por completo a una persona, y haciéndola invisible. Que una persona que queremos y amamos nos muestra su indiferencia, y nos convierte en alguien invisible para ella, nos puede hacer mucho daño, tanto que puede acabar con nosotros. La indiferencia como castigo es un método efectivo de dañar y anular a alguien, como veremos en este artículo.

Todos hemos contemplado estas prácticas de agresión emocional en diferentes contextos. Puede darse dentro de la familia, en las relaciones de pareja, en el trabajo, en el colegio, etc. Realmente son agresiones donde quien práctica la indiferencia sobre alguien quiere ejercer su poder, y destruir a la otra persona por completo. Que alguien te anule, y te convierta en una persona invisible para él e incluso para todo un grupo de personas, puede hacer mucho daño tanto a nivel psicológico como emocional.

Quien lleva a la práctica la indiferencia sobre otra persona puede optar por diferentes métodos, como pueden ser: la evitación, la retirada de la palabra, trato frío y distante, e incluso hacerle el más absoluto vacío, entre otras técnicas. La indiferencia como castigo es un tipo de violencia muy efectiva que puede dañar por completo a la víctima, porque siempre duele que la persona amada y querida nos deje de lado, y se comporte de un modo distante con nosotros. 

Que alguien o nuestro entorno más cercano nos haga el vacío y nos anule por completo nos generará un gran sufrimiento debido a que dejamos de ser alguien para esa persona, para convertirnos en una persona invisible. Eso repercutirá en aspectos tales como nuestro estado de ánimo, o en nuestra autoestima. Comprobar como la persona que queremos nos puede hacer tanto daño es algo muy difícil de gestionar, como podemos ver en este artículo.

El daño que hace la indiferencia como castigo

Si alguien que es importante para nosotros, como puede ser una amistad, una pareja o un familiar directo, como es una madre o un padre, nos retira la palabra, y hace como si no existiéramos, eso nos creará una gran confusión en un primer momento, para después sumergirnos en una profunda angustia por verificar que esa persona ha dejado de darnos la importancia que tenemos para ella, para anularnos y convertirnos en auténticos fantasmas para ella. Sentir ese vacío es realmente doloroso y angustiante, y es algo que es muy difícil de gestionar.

Las personas más cercanas y queridas son un pilar fundamental para toda persona. Estamos diseñados para desarrollarnos socialmente, así que toda interacción con los demás repercute en nosotros. Si alguien valioso para nosotros deja de hablarnos, y nos hace el vacío, ello nos generará mucho dolor y sufrimiento. El hecho de que alguien querido nos anule y no permita que estemos en su vida nos puede acarrear serios trastornos emocionales y psicológicos, como veremos a continuación.

Lo primero que sentiremos cuando alguien queridos nos muestra su total indiferencia es sentirnos desorientados y confusos. Que esa persona deje de hablarnos y darnos nuestro lugar con una conducta fría y distante puede ser realmente angustioso. Toda esa angustia hará que nuestros niveles de estrés se eleven de forma patológica, y ello prolongado en el tiempo dará paso a la temida ansiedad, y el padecimiento de sus síntomas tan paralizantes. Incluso la indiferencia como castigo puede ser tan traumático para las víctimas que pueden llegar a desarrollar un trastorno de estrés postraumático. Que alguien que quieres te anule y te convierta en alguien invisible puede generar heridas muy profundas en el alma.

Otra de las consecuencias de ser víctimas de la indiferencia como castigo es comprobar como nuestro estado de ánimo acaba dañado. Padecer un cuadro depresivo es algo muy común en este tipo de víctimas. Dejar de sentirse parte de alguien, o tener la sensación de que estamos fuera de la vida de esa persona a quien queremos puede hacer que caigamos en una profunda tristeza. Es realmente desesperante que alguien que es importante para nosotros y nuestra vida nos deja de lado y nos anula. Eso nos llevará a padecer una profunda tristeza que puede dar paso al padecimiento de una depresión.

Que alguien fundamental para nosotros nos muestre su más profunda indiferencia puede hacer que nos lleguemos a cuestionar nuestra valía. Que alguien nos castigue de esa forma puede generarnos un sentimiento de culpa debido a la confusión que podemos llegar a padecer en esos momentos. Eso hará que nuestra autoestima se vea afectada, ya que llegaremos a percibirnos como personas no válidas, que hemos provocado que la persona a quien queremos nos muestre su más absoluta indiferencia.

Por último, cabe remarcar que cuando una víctima sufre tal agresión o violencia, puede llegar a padecer una serie de emociones realmente dolorosas y angustiantes, como pueden ser: la tristeza, la ira, el rencor, o la rabia. La violencia siempre genera una serie de heridas en la víctima que son difíciles de tratar, y la terapia se convierte en la única herramienta eficaz para poder sanar esas heridas y afrontar todo ese dolor. Así que, la indiferencia, como hemos podido comprobar, es una herramienta eficaz para destruir a la víctima a nivel emocional y psicológico. Es un acto de violencia psicológica brutal.

Los agresores del silencio

Quien aplica la indiferencia para dominar y destruir a alguien es porque es un maltratador. Nadie que tenga una madurez emocional, y un equilibro psicológico ejercerá la violencia contra nadie, ni muchos menos con las personas más cercanas. Ejecutar ese tipo de violencia tiene un claro objetivo: hacer daño. Y es por eso que debemos darle toda la importancia que estos actos merecen. Hacerle el vacío a alguien es violencia, y es un tipo de maltrato emocional. El agresor o maltratador obtiene el poder de darle la importancia que merece la víctima para él o anularla cuando quiere castigarla, y eso no es justo, eso es violencia, y es algo que no debemos consentir.

Para ejercer la indiferencia como castigo, el agresor debe tener una personalidad capaz de destruir a los demás si les lleva la contraria, o los quiere someter sin sentir culpa o remordimientos. Es propio de personalidades narcisistas o psicopáticas, donde solo buscan el beneficio propio, y les trae sin cuidado el daño que puedan hacer, además de saber como destruir a sus víctimas para someterlas, y que estas hagan todo lo que el agresor quieran. Las personas que ejercen este tipo de violencia son maltratadores psicológico, y debemos aprender a identificarlos para no caer en sus redes, y acaben por destruir todo aquello que somos.

Cómo actuar frente a la indiferencia

Si alguien querido y cercano comienza a tratarnos de un modo diferente, y empieza a desplazarnos, a tratarnos de un modo frío, deja de hablarnos, o nos anula, entonces comenzaremos a entrar en pánico porque no sabremos como debemos actuar ante esta agresión tan directa. En esos primeros momentos debemos calmarnos ante todo. Esa persona no nos puede ver alterados ni confusos. Date tu tiempo, y cuando estés listo dirígete a él y pídele explicaciones acerca de su comportamiento. Es importante que sepas por qué esa persona se comporta así.

Toda persona que tenga una buena voluntad y te quiera de verdad, intentará arreglar la situación hablando contigo, y explicándote por qué está de esta forma. Pero normalmente, las personas que utilizan la indiferencia para castigarte es porque solo buscan someterte bajo esa tortura psicológica. Por lo tanto, es muy difícil que puedas solucionar esa situación debido a que esa persona no estará dispuesta a hacerlo, ya que su intención es hacerte sentir mal, y agredirte de ese modo.

De este modo que, si no puedes solucionar mediante el diálogo con esa persona, y continúa con su conducta de anularte, y hacerte invisible para ella, lo mejor que puedes hacer es alejarte de esa persona para siempre. Y si lo necesitas, busca ayuda psicológica. La terapia te ayudará a sanar las heridas producidas por este tipo de maltrato. No puedes permitir que nadie te agreda de ese modo, y que te haga tanto daño. La violencia no tiene cabida entre personas que se quieren, porque toda relación debe basarse en pilares tan esenciales como el respeto, el cariño y el amor, entre otros. Que alguien te agreda significa que no te quiere, y no merece tu compañía. No dejes que nadie te hiera, no lo permitas. Quiérete y respétate. ¡Adelante!

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online