Las heridas del alma
Hay heridas que no se pueden cuantificar. No son visibles a simple vista, y dejan cicatrices en el alma. Suelen ser heridas fruto del dolor más profundo, y que quedan abiertas durante toda nuestra vida. Solo podemos hacer que sanen mediante la ayuda profesional, si no nunca cerrarán, haciendo que el dolor que produce se adueñe de nosotros. Son las heridas del alma.
Las heridas del alma son aquellas que son fruto de una agresión o maltrato emocional. Son realizadas por personas que buscaban hacernos daño, y que, mediante sus actuaciones, nos han producido heridas muy graves, que son capaces de cambiarnos y de subyugarnos para siempre. Al final ese dolor se apoderará de nosotros, y logra ser dueño de todo lo que somos.
Cuando el daño es físico se puede cuantificar y buscar el mejor tratamiento para sanar esas heridas. Pero cuando el daño es emocional y psicológico, no se pueden percibir a simple vista, y por tanto, no se llega a tratar hasta que el dolor es demasiado grande, y no permite que la persona que las sufre pueda tener una vida normal. Las heridas del alma pueden llegar a destruirnos de una manera fulminante sin darnos cuenta de ello.
Todos vivimos experiencias dañinas que nos marcan para siempre. Son vivencias que nos dañan y nos marcan. Pero normalmente sabemos cómo gestionarlas, y seguimos con nuestras vidas. Pero las heridas emocionales no podemos dejarlas atrás porque son fruto del maltrato y de la maldad, y ese dolor se establece en nosotros hasta que lo tratemos psicológicamente, mediante la ayuda profesional.
Las heridas fruto del maltrato psicológico
El maltrato emocional o psicológico es siempre ejercida por una persona para someter a otras. Con estas técnicas buscan anular a sus víctimas, y de ese modo hacerlas vulnerables a la manipulación. Las personas que ejercen el maltrato no tienen en cuenta el daño que pueden llegar a hacer, y por tanto lo hacen sin pensar en sus víctimas. Son capaces de todo con tal de conseguir aquello que quieren, y sus víctimas se convierten así en simples objetos necesarios para conseguir sus metas.
Para someter a una persona es necesario acabar con su autoestima, y para ello emplean en un primer término el aislamiento. Una víctima aislada y sin apoyos, es más fácilmente manipulable. Una vez aislada comienza las agresiones verbales y a veces físicas, con tal de destruir todo aquello que son sus víctimas, y de ese modo, poder hacer con ellas aquello que desean. El maltrato psicológico es una agresión tan fuerte que crea heridas muy profundas en nuestras almas. Heridas que nos acompañarán por siempre.
Las víctimas del maltrato psicológico caen en la trampa de su maltratador sin darse cuenta. Cuando llegan a ser conscientes de todo lo que ha ocurrido, el daño ya es muy profundo y grave. Es por ese motivo, por el cual es necesario la ayuda profesional para poder sanar las heridas de nuestra alma.
Lo cierto es que todos podemos llegar a ser víctimas potenciales. Los maltratadores son personas astutas que aprovecharán nuestras debilidades para destruir nuestra autoestima, y así poder someternos a su voluntad. La víctima a menudo se culpabiliza de ello, pero lo cierto es que el único culpable de esas heridas y de todo lo ocurrido es la persona que ha empleado el maltratado como método para conseguir sus metas.
Las heridas del alma no son visibles
Como ya he indicado, una de las consecuencias del maltrato psicológico es la destrucción de la autoestima de la víctima. El agresor siempre intentará, por todos los medios, destruir aquello que es la propia víctima, de ese modo es más manipulable, y puede ejercer un control más conciso y eficaz.
Las víctimas también comenzarán a sufrir un estado anímico bajo. Vivir bajo el yugo de alguien que está haciéndote daño, aunque no nos demos cuenta de ese maltrato, nuestro ánimo siempre será bajo. Los cuadros depresivos es un hecho muy normal en las personas que son o han ido víctimas de un maltrato psicológico o emocional.
Por último, añadir que las víctimas de un maltrato suelen desarrollar trastornos relacionados con el estrés y la ansiedad. Estar siempre a la altura de las exigencias del maltratador, hace que las víctimas siempre estén en continua alerta para satisfacer todo aquello que requieren los maltratadores. Ello les genera un gran nivel de estrés, desarrollando con el tiempo, cuadros ansiosos.
El maltrato psicológico crea unas heridas tan profundas que las víctimas requieren de ayuda profesional durante mucho tiempo. Para sanar esas hernias es necesario tiempo y esfuerzo. Reconstruir aquello que somos, estabilizar nuestro estado de ánimo, y controlar nuestra ansiedad, es la prioridad a la hora de tratar las heridas emocionales.
Cómo sanar las heridas del alma
No siempre es fácil identificar las heridas emocionales. No se ven a simple vista, y se requiere de un gran esfuerzo profesional para que dicho dolor sea expresado e identificado. A menudo la víctima no es consciente de dichas heridas hasta que estas son tan profundas, que le impiden tener una vida normal. El maltrato siempre deja una huella de un modo tan silencioso, que genera heridas imperceptibles, y que van destruyendo a la víctima poco a poco.
Es esencial que la víctima de un maltrato psicológico logre identificar lo que ha ocurrido y cómo le ha afectado. Una vez que ha identificado su dolor y sus heridas, podrá buscar la ayuda profesional que necesita. Además, también necesitará de todo el apoyo familiar y social que pueda reunir. Debe salir del aislamiento que le ha impuesto su maltratador. Es primordial para su recuperación.
Una vez pueda acceder a la ayuda psicológica, lo primordial es reconstruir la autoestima y la seguridad de si misma de la propia víctima. Una vez que logré estabilizarse, podrá ir recuperando un estado de ánimo positivo, además de ir rebajando los niveles de ansiedad elevados que ha tenido que soportar hasta ese momento.
Las heridas del alma no se ven a simple vista, pero al igual que las físicas, estas deben ser diagnósticas y tratadas. No se puede mirar hacia otro lado, ni pretender que cicatricen por si solas o con el paso del tiempo, porque no lo harán. Para sanar el daño producido por el maltrato psicológico se requiere de una intervención terapéutica efectiva. ¡Adelante!
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online
Muchas gracias. Excelente artículo. Saludos!!
Gracias Dael. Un saludo.