El miedo a sufrir
Casi siempre nos preocupamos por cosas que jamás ocurren. ¿No lo has pensado nunca? Siempre nos preocupamos en exceso por todo aquello que ni ha pasado, ni llegará a ocurrir nunca. Esto ocurre porque tenemos miedo a sufrir. Gran parte de ese sufrimiento, y de sus causas originales, están dentro de nuestra mente. Siempre intentamos tenerlo todo bajo control. Y eso es imposible.
El miedo es una reacción muy humana. Nos preocupa todo aquello que aún no ha ocurrido, ya que tememos estar expuestos ante posibles peligros. Por ese tenemos la tendencia de querer controlarlo todo. Nos aterra sufrir, y por ello nos preocupa aquellas situaciones que se escapan de nuestro control. Por todo ello, debemos tratar nuestro miedo a sufrir. Todo miedo al final nos bloquea, y no nos deja avanzar.
Sufrimos más ante la sola idea del sufrimiento en si, que ante cualquier situación que pueda dar lugar a un sufrimiento real. Por ejemplo, hay personas que tienen miedo a enamorarse por miedo a sufrir después, escondiéndose en una coraza que no las protege, sino que las aísla. Los miedos nos impiden vivir y experimentar libremente.
Cómo aparece el miedo en nuestro cerebro
Científicos de la Universidad de Texas en Dallas (EE. UU.), realizaron varios estudios para saber cómo funciona el miedo en el cerebro. Para ello, contaron con la participación de 26 personas adultas, más concretamente, eran 19 mujeres y 7 hombres, con edades comprendidas entre los 19 y los 30 años.
En el experimento se mostraban 224 imágenes al azar, a todos los participantes. Entre dichas imágenes había algunas que eran reales, mezclándose imágenes de peligro con situaciones muy agradables. Otras imágenes eran irreales, no habiendo en ellas ningún indicador que las diferenciará del primer grupo de imágenes.
A los participantes se les pidió que apretaran un botón con el dedo índice, de la mano derecha, cuando vieran una fotografía real, y que presionaran otro botón con el dedo indicie, de la mano izquierda, cuando percibirán fotos irreales, midiendo los resultados de las pulsaciones mediante electroencefalografías.
Los resultados mostraron que las imágenes amenazantes provocan una reacción precoz, en las ondas theta del lóbulo occipital, que es el área del cerebro donde se procesa toda la información que nos llega visualmente, es decir, por la vista. Las situaciones potencialmente peligrosas nos activan rápidamente para afrontarlas adecuadamente.
Posteriormente, los científicos percibieron, que existía una actividad incipiente en el lóbulo frontal, donde se produce las funciones mentales superiores, que son causantes de la toma de decisiones y de planificación. De igual modo, había una agitación en las funciones motoras de los participantes.
Con todos los datos obtenidos en el estudio, se llegó a la conclusión de que el cerebro prioriza respecto a la información amenazante a aquello que no lo es. Nuestro cerebro está diseñado para reaccionar rápidamente a las situaciones que pueden ser peligrosas. Es un mecanismo propio de la supervivencia. Y el miedo es la forma rápida de que nuestro cerebro actúe hacia situaciones totalmente adversas.
Cómo dejar de tener miedo a sufrir
Lo cierto es como en todo, no existen fórmulas mágicas que nos quiten el miedo a sufrir. No existe ninguna estrategia que nos permita olvidarnos de todo y dejar así de sufrir, pero sí que existen herramientas, como la psicoterapia, que nos ayudarán a dejar a un lado esos miedos, ya afrontarlos adecuadamente.
Para dejar de tener miedo a sufrir, debemos aprender a gestionar nuestras emociones, y no permitir que estas nos dominen. Para ello tenemos que conocernos bien, y comprometernos con nosotros mismos. Estar en paz es fundamental para poder gestionar todo lo que sentimos y experimentamos.
Si logramos enfocar nuestra atención a nuestro interior, podremos resolver todo lo que ocurre en nuestro exterior. A medida que presentemos atención a todo lo que sentimos, comprenderemos que el sufrimiento y el miedo a sufrir es solamente una construcción de nuestra mente. No es algo que responda a una realidad palpable.
El miedo reside en nuestra forma de interpretar todo aquello que sucede en nuestro alrededor. Aquello que no somos capaces de controlarlo, creándonos un nivel de ansiedad tal, que acabamos sucumbiendo al miedo. Por ese motivo, es esencial que aprendamos a centrar nuestra atención hacia lo positivo, reinterpretando nuestra realidad, y reflexionando acerca de lo que es verdaderamente un peligro para nosotros, y lo que no. De ese modo podremos vencer nuestros miedos más profundos.
Así para vencer nuestro miedo a sufrir debemos:
- Identificar nuestro sufrimiento. Para luchar eficientemente contra nuestro miedo a sufrir, es primordial no caer en la negación. Debemos aceptar el miedo que sufrimos. De ese modo seremos conscientes de nuestra problemática, y podremos ponerle remedio, ya sea pidiendo la ayuda que necesitemos, como por diferentes estrategias personales. Para aceptar lo que nos pasa, debemos antes hacer un ejercicio de reflexión que nos ayude a comprender tanto el porqué de nuestros miedos, cómo sus efectos en nosotros. Así podremos identificar nuestro sufrimiento, y ponerle fin.
- Elige dejar de sufrir. Una vez que hayas podido hacer ese ejercicio de reflexión para identificar tus miedos, es hora de elegir dejar de sufrir. Lo primero que tenemos que plantearnos es tener una actitud positiva. Debes comprometerte contigo mismo. De ese modo podrás vencer tu miedo a sufrir. El segundo paso, es eliminar todas esas creencias arraigadas en nuestro interior, y que nos llega a paralizar. Debemos analizar nuestros miedos y sus causas, y de ese modo, replantearnos nuestra realidad. Es un proceso de aprendizaje, de volver a nuestros inicios, y no interpretar todo como un peligro. Tenemos que dejarnos llevar de nuevo por la vida, y dejarnos sorprender. No podemos permitir que nuestros miedos nos paralicen y no nos permitan tener una vida plácida y constructiva.
- Expresa todo lo que sientes. Desgraciadamente, es muy habitual que tengamos miedo a sufrir. A nadie le gusta el sufrimiento. Pero no podemos estar siempre pendiente de ello. No puede acaparar nuestra atención. Para aliviarnos de tan pesada carga, debemos expresar nuestros miedos más profundos. De ese modo le daremos una salida, y nos expulsaremos de nuestro interior. Decir aquello que sentimos, nos ayuda a ponerla palabras a nuestros miedos. Y eso siempre facilita poder afrontar y superar esos temores. La vida es demasiado corta para arrastrar todo ese equipaje. Vive sin cargas. Despréndete del miedo. ¡Adelante!
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online