Los trastornos de la conducta alimentaria
Una baja autoestima, una psicopatología, o la combinación de ambas, puede desembocar en una insatisfacción de nuestra imagen corporal. Las exigencias sociales de cómo debería ser nuestra imagen y nuestro cuerpo nos pueden alentar a realizar conductas alimentarias extremas con tal de conseguir resultados rápidos. Socialmente, la delgadez es un símbolo de triunfo personal, mientras que la obesidad es signo de “vagancia”, “dejadez” y “falta de control”, en definitiva, una persona incapaz de triunfar. Todo ello puede llevarnos a padecer trastornos de la conducta alimentaria.
Los estereotipos que nos proporcionan los medios de comunicación, y más concretamente la publicidad, nos da pautas alimentarias, tales como que comiendo determinados alimentos, estaremos delgados y triunfaremos socialmente, o bien que consumir una clase de alimentos nos hará más felices aunque eso signifique comer de forma no sana. A personas con un patrón bajo de autoestima o con una psicopatología base (como puede ser un estado anímico bajo, ansiedad, etc.) estos los mensajes puede empujarles a padecer un trastorno de la conducta alimentaria, bien realizando dietas y ayunos incontrolados, o bien consumiendo ciertos productos que aunque no sean sanos nos producirá la “felicidad que nos había prometido”.
Todas las psicopatologías que afectan al aspecto corporal se caracterizan por una enorme insatisfacción del peso y la imagen, en la que la persona que las sufre tiene una percepción distorsionada de si misma y de la función que tiene la comida en sus vidas.
Los trastornos alimentarios son patologías psíquicas permanentes y crónicas que se manifiesta por una conducta anormal alimentaria, tanto por ingerir alimento en exceso, encontrando un alivio a través de la comida, o por el contrario, reducir la ingesta con tal de conseguir un ideal de perfección corporal.
Factores que pueden desencadenar un trastorno de la conducta alimentaria
Factores psicológicos:
- Baja autoestima
- Sentimientos de insuficiencia o falta de control de su vida
- Depresión, ansiedad, enojo y soledad
Factores interpersonales:
- Relaciones personales y familiares problemáticas
- Dificultad para expresar sentimientos y emociones
- Haber sido fastidiado o ridiculizado basado en su talla o peso
- Historia de abuso físico o sexual
Factores sociales:
- Presiones culturales que glorifican la “delgadez” y le dan un valor a obtener un “cuerpo perfecto”
- Definiciones muy concretas de belleza que incluyen solamente mujeres y hombres con ciertos pesos y figuras
- Normas culturales que valorizan a la gente basándonos en su apariencia física y no a sus cualidades y virtudes internas
Factores biológicos:
En individuos con trastornos de la conducta alimentaria, se ha encontrado que ciertas substancias químicas del cerebro (llamadas neurotransmisores) que controlan el hambre, el apetito y la digestión se encuentran descompensados.
Causas de los trastornos de la conducta alimentaria
Los trastornos de la conducta alimentaria comienzan con una excesiva preocupación por la comida y el peso. Las personas con trastornos alimenticios utilizan la comida y el control de esta como un intento para compensar los sentimientos y emociones de carácter negativo. Para algunos, la dieta, los atracones y la purgación pueden comenzar como una forma de lidiar con las emociones dolorosas y para sentir el control de su vida personal. Igual sucede con las personas que ingieren comida sin control, realizando estas conductas con el objetivo de tener un momentáneo alivio psicológico y emocional.
No comer, comer insuficientemente, o comer en exceso parten del mismo sentimiento de vacío interior. La comida será el objeto de sentimientos de culpabilidad y de la reducción de la autoestima en estos casos.
Todo parte de la necesidad de tener el control acerca de sus vidas y por ende conseguir el control de su entorno mediante el éxito que les proporcionará tener un cuerpo socialmente aceptado.
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online
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