La trampa del abuso emocional

La trampa del abuso emocional

Hay relaciones tan dañinas, que son capaces de destruir emocional y psicológicamente por completo a las personas que las forman. Cuando una persona es capaz de ir minando la autoestima hasta hacerla desaparecer, y hacer de su víctima sea incapaz de romper esa relación, alejándose de su maltratador. Es entonces cuando se presente la trampa del abuso emocional.

El abuso emocional es una estrategia muy efectiva para someter a otra persona, y conseguir de ella todo lo que el abusador quiere. Para ello va poco a poco minando la autoestima de su víctima, hasta conseguir que esta sea incapaz de reaccionar, y saber qué pasa hasta que sus heridas son tan graves, que necesitará de mucha ayuda para volver a ser ella misma, y sentirse bien de nuevo.

Las víctimas de este tipo de maltrato psicológico son incapaces de detectar lo que está ocurriendo. Y cuando lo hacen, el daño es demasiado para poder volver a retomar sus vidas sin tener toda la ayuda posible. Son personas heridas, y esas mismas heridas es lo que les impide escapar de la trampa del abuso emocional.

Los abusadores emocionales utilizan tácticas tan sutiles, que la víctima caen en su trampa sin darse cuenta de lo que ocurre. Son personas que ejercen verdaderas relaciones de poder, donde impone a toda costa, su voluntad y sus deseos, anulando a sus víctimas para que estas no sean capaces de negarse, ni a oponer resistencia. Es una violencia silenciosa, destinada a anular a las víctimas, y conseguir de ellas todas las metas que se propongan los abusadores.

Cómo se crea la trampa del abuso emocional

Todo abuso o maltrato se realiza al principio de un modo sutil, envolviendo a la víctima en una capa de quejas y mentiras, para que esta acabe por sucumbir a los deseos y necesidades del abusador. Si actuarán de un modo directo, las víctimas huirían sin más, por ese motivo, utilizan estrategias de manipulación emocional muy sigilosas. Su objetivo es siempre, acabar con la autoestima de sus víctimas, y de ese modo poder manipularlas de tal modo de que estas hagan todo lo que deseen sus abusadores.

Este hecho se compara a la metáfora de la rana hervida. Pongámonos en situación. Si metemos a una rana en una olla hirviendo, esta al quemarse con el agua, saltaría afuera y huiría sin mirar atrás. Pero si a la misma rana la metes en una olla cuya agua está a temperatura ambiente, esta se quedará allí. Y si vamos calentando el agua poco a poco, la rana al final morirá hervida sin darse cuenta. Lo mismo ocurre con los abusos. Se van introduciendo tan poco a poco en una relación las quejas, la culpa, y la manipulación, que la víctima es incapaz de percibir que ocurre, y si logra identificar que pasa, el daño estará ya hecho.

Las trampas del abuso emocional consta por ir introduciendo ligeros ataques contra la autoestima de la víctima. Para que estos ataques hagan su efecto, es necesario que la víctima se encuentre sola, por ese motivo, los abusadores hacen que sus víctimas pierdan el contacto con sus seres queridos, utilizando alguna manipulación, y de ese modo aislarlas. Una víctima sin apoyos directos es más sencillo doblegarla. Quizás haga que su víctima se pelee con sus padres y amigos, o cualquier otro método que se le ocurra, para tenerla a su entera disposición.

Después, poco a poco empezará a introducir quejas, o desprecios que hagan que su víctima se sienta culpable. Alguien que sienta culpa hará lo que sea por reparar sus fallos, y eso lo sabe los abusadores. También irán manipulando a sus víctimas mediante castigos utilizando el silencio o el ninguneo. Todo es válido si puede someter a sus víctimas.

Los abusadores utilizarán estrategias violentas al final para someter a sus víctimas. No dudará en insultar, en despreciar, o castigar emocionalmente a sus víctimas. Al final son relaciones basadas en el poder, y los abusadores necesitas doblegar a sus víctimas, y poder utilizarlas a su antojo. Es un auténtico maltrato emocional.

Cuando se cae en la trampa

Las víctimas del abuso emocional, quedan tan destrozadas a nivel emocional y psicológico, que son incapaces de abandonar a su abusador. Durante todo el abuso, se han creado relaciones de necesidad. Los maltratadores o abusadores emocionales, son capaces de crear en sus víctimas el sentimiento de culpa. Mediante la manipulación instala la culpa dentro de ellas, y de ese modo conseguirán todo lo que desean, porque una persona que se sienta totalmente culpable hará lo que sea por reparar “esos supuestos errores”, y contentar a la otra persona.

Todas y cada una de las víctimas, son persona con tantas heridas, que quedan a la merced de su abusador. No tiene las herramientas y la capacidad, en esos momentos, de darse cuenta del daño que le están haciendo, y dar el paso de irse del lado de esa persona. No tienen la fortaleza emocional para poder el paso que tanto necesita, quedándose permanentemente al lado de su abusador. Esa es la verdadera trampa: la trampa del abuso emocional.

Las heridas del maltrato emocional

Cuando una persona está sometida a tanta presión, como las víctimas de un abuso emocional, es normal que se llegue a padecer ciertos trastornos, como puede ser la ansiedad y la depresión. Tanto el estado de ánimo, como la necesidad de estar a la altura de las exigencias del abusador, hace que las víctimas empiecen a desarrollar cuadros depresivos y de ansiedad.

También hay que destacar la autoestima baja. Todo abusador tiene como objetivo, eliminar toda autoestima en sus víctimas. Una víctima insegura y que no se valora, puede conseguir de ella todo lo que se proponga. La manipulación emocional le servirá a este tipo de maltratador, para bajar la autoestima mediante estrategias tales como el ninguneo, la queja, o hacerla sentir culpable. No hay mejor para un abusador, que una víctima que intenta remendar todos “sus fallos y errores”.  

Todo ello llegan a generar unas heridas muy profundas en el alma. Heridas que hace una víctima vulnerable frente a su abusador. Y unas heridas que costarán años y mucha ayuda profesional para poder sanarlas. Es por ese motivo, que sepamos identificar este tipo de  maltrato emocional, y de ese modo que las víctimas tengan una oportunidad para no caer en la trampa del abuso emocional.

Cómo afrontar el abuso emocional

Para las víctimas, es muy difícil que se den cuenta de lo que ocurre, y del abuso que han  recibido. Identificar ese maltrato es muy complicado, ya que las estrategias que utiliza este tipo de maltratadores emocionales, son muy sutiles. Quizás el método más efectivo para rescatar a esas víctimas de los abusadores que las atrapan, es no dejándolas solas. El aislamiento favorece al maltratador, así que, por mucho que no aleje la víctima de ella, tenemos que estar siempre apoyándola y ofreciéndole nuestra mano. Eso juega a favor a la hora de luchar contra los abusos emocionales.

Quizás la mejor herramienta a la hora de luchar contra el abuso emocional es la prevención. Para prevenir lo mejor es conocer qué es un abuso emocional y cómo actúan este tipo de maltratadores. El conocimiento nos puede ayudar a la hora de afrontar la trampa del abuso emocional, que no es otra que, la víctima no sepa identificar que ocurre, y no sea capaz de huir de su abusador. La prevención debe ser nuestra mayor aliada. Y la terapia psicológica es el método de recuperación de todas las víctimas de un abuso. ¡Adelante!

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

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