Los 3 tipos de dependencia emocional

Qué es la dependencia emocional

Las personas dependientes no lo son porque quieren, sino porque han crecido con muchas carencias afectivas. Son personas heridas, que necesitan obtener las atenciones de los demás, y harán todo lo posible para conseguirlo. Una vez encuentran a alguien que les dé todo aquello que necesitan, quedarán atrapados para siempre, y tendrán la imperiosa necesidad de estar al lado de esa persona. En este artículo repasaremos los 3 tipos de dependencia emocional más comunes.

Tenemos que entender que una persona dependiente tiene una autoestima totalmente dañada. Son personas que han crecido sin el cariño ni los cuidados que toda persona necesita en su desarrollo. Es decir, cuando somos niños, necesitamos el cariño, la protección y los cuidados de las personas más cercanas, como son los padres. Si esa persona ha crecido bajo las críticas, los reproches o incluso, los malos tratos, se desarrollará con unas carencias afectivas que le impedirán tener una madurez emocional óptima.

La dependencia emocional es fruto de las carencias afectivas, pero también del miedo. Quien ha sufrido tanto como para buscar consuelo en los demás, tiene muchas posibilidades de desarrollar miedos tales como al rechazo, a la soledad, o las críticas. Los miedos se apoderan de aquellas personas con carencias y con una autoestima baja. El miedo siempre trae consigo, dolor y sufrimiento. No debemos olvidar que toda persona dependiente es una persona herida, que sufre en exceso.

Diversos estudios han dictado que la dependencia produce los mismos efectos en el cerebro, que los que se experimentan cuando se padece una adicción. Es decir, para una persona emocionalmente dependiente, estar con la persona que le ofrece sus atenciones, llegan a producir una gran cantidad de dopamina, que es la hormona que nos permite sentirnos bien. Actúa de igual modo cuando un adicto cubre su adicción. Por ese motivo, debemos saber los 3 tipos de dependencia emocional, para intentar no caer en ninguna de ellas.

Los 3 tipos de dependencia emocional

A continuación, nos centraremos en los tres tipos de dependencia emocional más comunes, como son la dependencia dentro de la pareja, en la familia, y socialmente. Toda relación puede sustentarse en personas dependientes, y eso siempre llevará a la creación de relaciones insanas y tóxicas, donde el dolor y el sufrimiento estarán presentes. Para evitar caer en ello, debemos aprender a identificar todos los tipos de dependencia. Y estos son:

  • Dependencia emocional en la pareja. Aquellas personas que han crecido con muchas carencias afectivas, buscará a toda costa a alguien que le pueda dar las atenciones que necesita. Cuando la encuentra, hará todo lo posible para retener a esa persona a su lado, y que le preste los cuidados que tanto necesita. Como podemos ver, una persona dependiente, siempre establecerá relaciones basadas en la necesidad, y no en aspectos tan importantes como el amor, el respeto, o la libertad. El miedo a la soledad o al rechazo, empujará a quien es dependiente, a sucumbir a todos los deseos de su pareja con tal de que esté a su lado. A menudo, las personas emocionalmente dependientes, suelen caer en relaciones, donde la otra parte se aprovechará de su necesidad, para así conseguir todo lo que desea. El miedo a perder a su pareja, hará que esta clase de personas, accedan a hacer cosas que nunca harían, incluso a emplear la violencia. La necesidad no entiende de sentimientos, sino que busca cubrir todas las carencias que se sufren. Este es un tipo de dependencia realmente muy intenso que puede destruir toda relación de pareja.
  • Dependencia emocional en la familia. Es uno de los 3 tipos de dependencia emocional más comunes. Se suele dar en familias donde el miedo es el factor predominante. Ese miedo se traspasa de padres a hijos, y todos se acaban necesitando los unos a los otros. Cuando un familiar directo necesita de las atenciones del resto de la familia, hará todo lo posible para conseguirlo. En estos casos se suelen dar conductas totalmente tóxicas, donde la manipulación o el chantaje están a la orden del día. Esta clase de familias tienen una serie de dinámicas, donde se percibe a las personas externas a su círculo familiar como nocivas y potencialmente peligrosas. En cambio, la familia es percibida como protección y consuelo. Los miembros de esta clase de familias fomentan el aislamiento respecto a los demás, ya que para ellos, la familia es lo único que les da paz y seguridad. Es normal que en estas familias reine la angustia y la ansiedad. Estar siempre en alerta es algo realmente difícil de gestionar.
  • Dependencia emocional en al ámbito social. Es bastante frecuente que ámbitos tan cotidianos como en el trabajo, o en relaciones con amigos, por ejemplo, se desarrollen uniones basadas en la necesidad. Necesitar a alguien de forma constante es propio de las personas dependientes, y ellos son incapaces de dar un paso sin la aprobación de los demás. Como no soportan el rechazo o las criticas, harán todo lo que sea por sentirse valorados y queridos. La aprobación es una constante en las necesidades de las personas emocionalmente dependientes. Una persona que necesita a los demás, se convertirá en la sombra de lo quien es realmente, convirtiéndose en una persona incapaz, que accede a las voluntades de los demás para conseguir algo de consuelo emocional con sus aprobaciones.

Cómo afrontar la dependencia emocional

Una vez que hemos repasado los 3 tipos de dependencia emocional, tenemos que centrarnos en como podemos afrontarlos. Sabemos que el miedo es una emoción muy poderosa, que puede paralizarnos por completo, y nos hace convertirnos en la sombra de quienes realmente somos. Es esencial que mejoremos nuestra autoestima, nos valoremos y nos aceptemos tal y como somos. Si somos capaces de percibirnos de un modo positivo, no necesitaremos a nadie más para sentirnos plenos.

Las personas emocionalmente dependientes son personas heridas. Han sufrido, y ese sufrimiento les ha producido unas heridas muy profundas en el alma. Tanto para sanar esas heridas emocionales, como para reconstruir nuestra autoestima, es necesaria la terapia psicológica. Gracias a ella podemos obtener todas las herramientas para sentirnos bien de nuevo, y sobre todo, para sentirnos bien con nosotros mismo. Así que, si crees que eres una persona dependiente, y tienes que sanar un pasado que aún te hace daño, no lo dudes y busca ayuda terapéutica. Apuesta por ti. ¡Adelante!

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

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