Los pensamientos depresivos

Los pensamientos depresivos

Uno de los síntomas más graves y más comunes cuando sufrimos una bajada en nuestro estado de ánimo, son los pensamientos depresivos. Esos pensamientos propios de quien está sumergido en una letanía, y profunda tristeza. Ideas que aparecen a causa de la desesperación y de la angustia.

Cuando la depresión nos atrapa, es muy recurrente, sufrir una serie de pensamiento e ideas de carácter negativo, que nos hace daño y nos sumerge aún más en el abismo oscuro que representa la depresión. Es modo de pensar incapacitante, que nos limita, y nos deja sin energías para enfrentar nuestras vidas. Son pensamientos que son un verdadero lastre, que nos va sumergiendo más en una profunda tristeza, que acaba por afectarnos en nuestra vida, en el modo de gestionar las cosas, el modo de actuar, y el modo de relacionarnos con los demás.

Al padecer un cuadro depresivo, se comienzan a tener ideas muy negativas acerca de la vida, el futuro, o por ejemplo del balance de nuestra vida. Los pensamientos depresivos se basan en sacar todo lo malo de nosotros mismos y de nuestra vida. Jamás irán destinados a todo lo bueno que hay en nuestras vidas. Son pensamientos que nos dañan, y nos sumergen más aún en un estado de desesperanza y tristeza, que es muy complicado salir de ello.

Esos pensamientos negativos pueden llevarnos incluso a plantearnos atentar contra nosotros mismos, mediante el suicidio. Estos pensamientos son unos síntomas de la depresión que tenemos que tener muy en cuenta, ya que el cambio de este modo de pensar negativo por un modo de pensar más positivo, puede inclinar la balanza hacia nuestra recuperación, incluso en salvar nuestras propias vidas. Por ese motivo, debemos tener muy presente, la necesidad de tratar los pensamientos negativos.

Cómo identificar los pensamientos depresivos

Es esencial aprender a identificar los pensamientos depresivos cuando estos aparecen, para de ese modo, hacer un buen diagnóstico psicológico, y desarrollar las herramientas que necesitamos para abordar esta psicopatología. No podemos obviar el cambio de pensamientos, ya que esto también conlleva un cambio en nuestro modo de actuar, de relacionarnos con los demás, de percibirnos y de percibir el mundo que nos rodea.

Cuando estamos sumergidos en una profunda tristeza, lo normal es que percibamos nuestro mundo como algo hostil y desesperanzador. No conseguimos ver lo bueno en nada, ni siquiera en nosotros mismos. Percibimos todo con la misma negrura que experimentamos en nuestra alma, y eso es verdaderamente desolador. Es un hecho que puede destruir aquello que queremos, y destruir aquello que somos. La depresión siempre nos transforma en una versión sombría de nosotros mismos.

Los pensamientos depresivos nos impiden centrarnos en todo bueno que hay en nuestras vidas. Nos da una visión negativa de todo aquello que nos rodea, de nuestras emociones, y de nuestros sentimientos. Nuestra vida se convierte en un vehículo que cae sin resistencia cuesta abajo. Una caída libre, que puede llegar a destruir a la persona que los padece.

Si la depresión aparece, comenzaremos a percibir todo de forma negativa. Tenemos que estar pendientes a esos cambios a la hora de gestionar y de tener pensamientos de índole negativa. La intensidad de esta clase de pensamientos de un buen indicador, de la gravedad de la depresión que estamos sufriendo. Es necesario tener siempre presente estos síntomas cognitivos. La forma de pensar es esencial para la superación de esta enfermedad mental. Por ello, debemos siempre cambiar ese modo de pensar, y comenzar a centrarnos en pensamientos constructivos a la hora de combatir la depresión.

Los pensamientos depresivos siempre se basan en tres grandes pilares. Normalmente, se centran en la percepción negativa del mundo que nos rodea, la visión acerca de nosotros mismos, y nuestra previsión para el futuro. Cuando nuestro estado de ánimo es negativo, recibiremos todo como algo negativo y realmente hostil.

Consecuencias de los pensamientos depresivos

Una de las consecuencias más comunes de este tipo de pensamientos, es la limitación que nos impone nuestra propia visión negativa de todo. Es decir, a la espera que todo nos salga mal, o nos haga sentir mal, acabaremos por no hacer nada. Es como si construyéramos un muro muy alto que nos separa a nosotros y al resto del mundo. Son pensamientos totalmente incapacitantes y limitantes. No roba las esperanzas y nos sumerge en una profunda angustia emocional.

Una mente subyugada a este tipo de pensamientos, solamente se centra en todo lo malo. Nos impide ver lo bueno que hay en nosotros, y en todo lo que nos rodea. Es un modo de pensar, que solo selecciona lo negativo de cada cosa, y lo asimila como si fuera un todo. Como si la vida solamente fuera una acumulación de experiencias negativas.

Los sentimientos de culpa son muy frecuentes en estos tipos de estados de ánimo. Frecuentemente, al estar sufriendo una depresión, podemos llegar a asumir la responsabilidad de todo lo malo que nos suceda, o les suceda a las personas que nos rodean. Como si fuéramos los responsables de todas las tragedias de la humanidad. Un estado anímico así conlleva acabar por destruir nuestra propia autoestima.

Los pensamientos depresivos al final nos llevará a sufrir la temida ansiedad. Cuando percibimos todo como algo peligroso y hostil, intentamos controlarlo todo con tal de evitar esos potenciales peligros, aunque sean en su mayoría, de índole irracional. Pero acumular toda esa tensión generada por el miedo a experimentar vivencias negativas, hará que podamos sufrir cuadros ansiosos.

Esa ansiedad hará que lleguemos a percibir el futuro también como algo hostil y peligroso. Nuestra mente estará siempre centrada en esos peligros, haciendo que nuestro estado de ánimo y nuestro bienestar emocional se vean seriamente dañados. Esta clase de pensamientos hará que nos sintamos verdaderamente angustiados.

La última consecuencia más común en estos tipos de pensamientos, es la rigidez mental de quien los padece. Es decir, al pensar tan negativamente, nuestra mente solo se regirá por el blanco o el negro, jamás optará por posturas intermedias. En un modo de pensar totalmente rígido que nos llevará a acumular mucha tensión y angustia.

Cómo superar este tipo de pensamientos

Este tipo de pensamientos  depresivos, solamente van a desaparecer por completo cuando tratemos nuestra depresión. Al tratar esta psicopatología, podremos tratar todos y cada uno de sus síntomas. No se pueden tratar de forma individual, y nos debemos centrar en la raíz de la problemática, que en este caso es la propia depresión.

Así que, si tienes pensamientos depresivos, tienes que ser consciente que se trata de un síntoma propio de la depresión. Por lo tanto, si quieres que desaparezcan, deben buscar ayuda profesional. La terapia es el único método efectivo para poder afrontar y superar la depresión y todos sus síntomas. ¡Adelante!

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

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