Los diferentes trastornos del ánimo
Todos pasamos por momentos muy oscuros, donde la tristeza, y la apatía nos embargan, y comienzan a transformando en alguien sin energías ni esperanzas. Es un estado en el cual no sentimos perdidos y abatidos, donde los días pasan, y no encontramos un sentido a nuestras vidas. Los trastornos del estado de ánimo, son los causantes de que podamos caer en un profundo pozo de tristeza y desolación.
La depresión es uno de los trastornos del estado de ánimo, pero no el único. Quizás sea la psicopatología más común relacionada con nuestro propio estado anímico. En este artículo veremos los diferentes trastornos capaces de hacer que nuestro ánimo se vea mermado y dañado.
Es importante aprender a reconocer los diferentes trastornos del ánimo, ya que uno de cada cinco personas, padecerá estos tipos de trastornos a lo largo de su vida. Es decir, más del 25% de la población. Es esencial el conocimiento de cómo actúa cada uno de estos trastornos para poder desarrollar estrategias terapéuticas para afrontar cada uno de ellos.
Cuando el ánimo cae y padecemos uno de los trastornos del estado de ánimo que existen, sufriremos cada persona, de un modo diferente, una serie de síntomas muy intensos y paralizantes. Si estamos en un estado de ánimo realmente bajo, no podremos desenvolvernos constructivamente en el día a día. Estos trastornos son capaces de afectarnos a todos los ámbitos de nuestra vida. Es esencial, aprender a identificar cómo nos afecta el trastorno del estado de ánimo que padecemos, para de ese modo, aprender a afrontarlo de forma efectiva.
Los trastornos del estado de ánimo
La depresión mayor
La depresión mayor es el más común de los trastornos del estado de ánimo. Se caracteriza por un profundo estado de tristeza, una intensa apatía, y una falta total de interés por nada. Es una psicopatología terrible, capaz de hacer de nosotros, la sombra de quienes fuimos. Nos sumerge en un oscuro pozo de desesperanza.
Quien sufre una depresión mayor, sufre una sintomatología muy intensa, capaz de destruir el estado de ánimo por completo, y afectando a todos los ámbitos de su vida. Es similar a llevar a cuestas una pesada losa que no te permite afrontar el camino con normalidad. Es vivir es una oscuridad intensa, de la que solamente podremos salir con toda la ayuda posible.
Entre sus síntomas más comunes están:
- Estado de ánimo bajo.
- Sensación de inutilidad y desesperanza.
- Sentimientos de culpa.
- Alteraciones del sueño y del apetito.
- Cansancio extremo. Falta de energía.
- Funcionamiento corporal lento.
- Incapacidad para concentrarse.
- Pensamientos negativos, e incluso pensamientos suicidas.
Decir que a cada persona, la depresión mayor le afecta de forma diferente. Cada uno, dependiendo de sus características personales, sufrirán unos síntomas u otros. Esta sintomatología perdurará en el tiempo, y solo se podrá tratar mediante la terapia psicológica. En los casos más graves, también se podrá afrontar mediante terapia farmacológica.
Trastorno depresivo persistente
Este tipo de trastorno del estado de ánimo se caracteriza por el sufrimiento de al menos, dos episodios de depresión mayor, alterado con épocas donde la persona no sufre ninguno de los síntomas, creándose la falsa ilusión de una recuperación del ánimo y de las energías perdidas.
Las personas que sufren este tipo de trastorno, no están siempre sumergidos en una profunda tristeza y apatía. Hay momentos que parecen mejorar, y su estado de ánimo vuelve a recuperarse. Pero al final, la depresión vuelve a aparecer en sus vidas con más intensidad. Suelen tener una perduración en el tiempo de aproximadamente dos años.
Los síntomas de este trastorno son similares a los de la depresión mayor. La persona que lo sufre, padece una profunda tristeza y apatía. Así como una falta total de motivación, y energías para afrontar aunque sea las tareas del día a día. Es un trastorno que requiere de intervención psicológica.
La distimia
La distimia o trastorno distímico, es un trastorno del estado de ánimo, que se caracteriza por ser una forma de depresión mayor, pero menos intensa y severa, aunque suele volverse crónica. Es un estado de tristeza permanente. Y aunque el sufrimiento de los síntomas sean leves, a menudo puede complicarse, y generar un episodio de depresión mayor.
La persona que sufre este tipo de trastorno, suele estar permanentemente triste y desesperanzado. No tiene la suficiente energía ni capacidad para afrontar el día a día con normalidad. Aunque la persona quiere volver a sentirse bien, y con energías, le es imposible por si mismo, y dejar que pase el tiempo tampoco soluciona nada. Las personas que sufren distimia deben tener un tratamiento psicológico.
Sus síntomas más comunes son:
- Llanto.
- Sensibilidad extrema.
- Incapacidad de gestionar las adversidades.
- Tristeza profunda.
- Sentimientos de desesperanza.
- Incapacidad para tomar decisiones.
- Autoestima baja.
- Falta de energía.
- Alteraciones del sueño y del apetito.
- Pensamientos suicidas.
Depresión Postparto
La depresión postparto es un tipo de depresión, que se manifiesta una vez que la mujer ha dado a luz a su hijo. En entonces cuando empieza a manifestar los síntomas propios de esta psicopatología. Este tipo de cuadro depresivo es muy común, ya que el estado de ánimo suele decaer por una alteración hormonal, y la angustia de enfrentarse a nuevos retos y responsabilidades sin sentirse en plenitud física ni mental.
Su prevalencia puede durar días, meses, e incluso años. Por eso es recomendable la terapia psicológica desde que aparecen los primeros síntomas, con tal de no alargar el cuadro depresivo. Es esencial que la madre se sienta lo mejor posible para poder atender correctamente las exigencias de su bebé.
Trastorno disfórico premenstrual
Aunque es uno de los trastornos del estado de ánimo que menos se tiene en cuenta, muchas mujeres sufren los síntomas propios de la depresión cuando van a menstruar, y os siguen padeciendo justo cuando acaban la menstruación. Durante esos días se sumergen en el pozo oscuro de la tristeza más absoluta. Ello es debido a la alteración hormonal que va acompañado de la propia menstruación.
Aunque sí existen recomendaciones para poder prevenir los efectos de este tipo de depresión, como comer de forma saludable, mantener una buena higiene del sueño, o hacer deporte, al ser un tipo de depresión de origen orgánico o biológico, solamente queda esperar que sus efectos vayan desapareciendo. Quizás la psicoterapia sea positiva en estos casos a la hora de saber cómo gestionar la tristeza, la ira, la angustia que se padece en este tipo de trastorno del estado de ánimo.
Trastorno afectivo estacional
El trastorno afectivo estacional es un tipo de trastorno del estado de ánimo, que se caracteriza por la aparición de los síntomas propios de la depresión, cuando se produce el cambio de estación. Esto suele ocurrir en el cambio del otoño al invierno, y suele estar relacionado con la falta de luz solar.
Es un tipo de depresión que suele perdurar todo el invierno, y suele ir remitiendo con la llegada de la primavera. Es importante recibir terapia para que estos episodios depresivos no vuelvan a aparecer. Si no se trata, con cada llegada del invierno, la persona se verá sumergida en la depresión, soportando toda su sintomatología.
Depresión mayor con características psicóticas
Es un tipo de depresión que se caracteriza por el sufrimiento de una depresión con una sintomatología tan intensa y severa, que la persona puede padecer una falta total de contacto con la realidad. Es un episodio denominado: psicótico, y es verdaderamente un cuadro depresivo desgarrador.
La persona que sufre este tipo de trastorno del estado de ánimo, ha sufrido con una gran intensidad todos los síntomas de una depresión mayor, hasta tal punto, que hay una gran alteración cerebral que la persona entra en un estado muy alejado de la realidad. Este tipo de depresión requiere tanto terapia psicológica como farmacológica o médica.
Tratamiento de los trastornos del estado de ánimo
Todos los trastornos del estado de ánimo requieren, en mayor o menor medida, un tratamiento psicológico adecuado para cada caso. En los casos más graves, es necesario el uso complementario de tratamiento farmacológico supervisado médicamente. No se puede mirar hacia otro lado en estos casos, y se debe tratar la problemática lo más tempranamente posible. De ese modo, se podrá evitar que la situación se vuelva crónica, y que los síntomas cada vez estén más presentes.
Así que, si estás sufriendo uno de dichos trastornos, debes buscar ayuda profesional. Además, puedes complementar los tratamientos terapéuticos con una serie de pautas que te ayudarán a mejorar tu estado anímico, como por ejemplo, hacer todo aquello que antes te gustaba hacer, deporte, técnicas de relajación, relacionarte más, etc. Busca estar en actividad y tener la mente tranquila, y centrada en algo constructivo. De ese modo, comenzarás a sentirte mucho mejor. ¡Adelante!
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online