Madres incapaces de querer a sus hijos

Madres incapaces de querer a sus hijos

Normalmente, tenemos la creencia formada de que una madre debe querer por encima de todo a sus hijos, cuidando y protegiéndolos a toda costa. Así que, cuando encontramos a madres incapaces de querer a sus hijos, sea por el motivo que sea, nos choca y nos genera una gran consternación. Todo aquello que creíamos respeto a la relación entre madres e hijos se rompe por completo, poniendo nuestra visión acerca de ese tema patas arriba.

Nos suele siempre llamar la atención aquellas madres que se muestran frías y distantes con sus hijos. Nuestra visión de una madre se basa en el amor incondicional y en la ternura, entre otras características, pero lo cierto es que hay madres que no son capaces de ser cercanas y cariñosas con sus hijos, incluso hay mujeres que pueden llegar a detestar a su descendencia. Esto es una realidad que debemos tener en cuenta, porque quizás esas creencias acerca de lo que debe ser una madre haga más daño que nos creemos a mujeres que no son capaces de querer a sus propios hijos.

Para un hijo cuya madre es incapaz de quererle, supone para él un daño y un sufrimiento incalculable, que puede generarle unas heridas en el alma que le hará daño probablemente durante toda su vida. Eso no hay duda, pero tampoco las hay en el hecho de saber que una madre que se ve incapaz de querer a sus propios hijos sufre de igual modo. Para las madres incapaces de querer a sus hijos, el sufrimiento que padecen es igualmente terrible. Sentir que no puedes amar ni querer a tus propios hijos es realmente doloroso, y puede generar un sentimiento tan grande de culpa que puede destruir por completo a esa madre.

Que haya madres que no puedan querer a sus hijos es una realidad que debemos aceptar. Lo importante en estos casos es velar por el bienestar de los propios hijos y de la madre. Nadie merece sufrir heridas emocionales tan graves, empujándolos a una vida llena de sufrimiento y dolor. Se puede reconducir al menos las conductas y los comportamientos para que la relación sea más cordial y sana, y solo así puede que surjan esos sentimientos que estas madres no conocían.

Por qué hay madres incapaces de querer a sus hijos

La conclusión más sencilla que todos podemos sacar cuando estamos ante una madre que no puede querer a sus hijos, es que a esa mujer le falla el instinto maternal. Como si todas las mujeres deben comportarse de una determinada manera, respondiendo a un patrón establecido. Pero lo cierto es que bajo el hecho de que estas mujeres no sean capaces de querer a sus hijos se esconde algo más que una falta de un supuesto instinto maternal, y es algo que intentaré explicar en este artículo.

Todos conocemos a madres que quieren a sus hijos, y algunas de ellas los quieren mal. Los chantajean, los manipulan, e incluso algunas madres abusan de sus hijos. Pero cuando nos encontramos con alguien que no puede querer a sus hijos, por mucho que quiera, es algo que nos choca y rompe con todas nuestras creencias de cómo debe ser la maternidad. Hay una serie de causas que pueden dar la respuesta del porqué hay madres incapaces de querer a sus hijos. Y entre dichas causas podemos encontrar:

  • No estar preparadas. Hay mujeres que tienen hijos porque es toca. Por simple presión social o familiar. Este hecho hace que madres que aún no están emocionalmente preparadas para tener descendencia la tengan. Eso crea un conflicto interior que les empuja a rechazar a sus propios hijos, ya que son incapaces de gestionar su propia maternidad. Ese arrepentimiento les crea una culpa difícil de afrontar, y eso hace que se puedan bloquearse emocionalmente, siendo incapaces de sentir nada por sus hijos.
  • Padecer algún trastorno. Hay mujeres que arrastran ciertos traumas o padecen trastornos como la depresión o la ansiedad, que les impiden implicarse emocionalmente con sus hijos, rechazándolos, y siendo incapaces de quererlos. No sentirse bien ni emocional ni psicológicamente puede hacer que una madre sea incapaz de poder sentir nada por su hijo, ya que se encuentra en una situación mental totalmente alterada, y emocionalmente herida.
  • Personalidad Narcisita. Puede ser que la madre tenga una personalidad narcisita que le impida querer a sus hijos. Suelen ser personas sumamente egoístas, que perciben a los demás como simples objetos necesarios para conseguir aquello que quieren. Por ese motivo son incapaces de querer a sus hijos, e incluso pueden llegar a manipularnos y chantajearlos. Son madres totalmente destructivas que hacen un daño irreparable a sus propios hijos. 
  • Dependencia emocional. Otra de las causas que explicarían por qué hay madres incapaces que querer a sus hijos, es que son personas que dependen de otras para sentirte bien, y normalmente suele ser dependientes de su pareja, dándole todas las atenciones, y dejando a un lado a sus hijos. Su dependencia emocional le empuja a centrar todos sus sentimientos y emociones a una sola persona, negando el amor y el cariño sus hijos.
  • Amor preferente. Hay madres que se centran en un solo hijo, dejando a los demás a un lado. Le ofrece todo su cariño y atenciones, pero se la niega a los demás. Es su hijo preferente, y los demás para ella no importa, negándoles su amor y cariño, y generándoles un daño emocional incalculable.

Cómo afrontar las consecuencias psicológicas

Si para una madre que no quiere a sus hijos este hecho representa un gran conflicto interior, ya que no puede hacer nada para sentir ese amor y ese cariño que debería sentir por sus hijos, pudiéndole generar diversos trastornos como la ansiedad o la depresión, también les genera unas profundas heridas emocionales. Saben que sus hijos la necesitan, pero ella es incapaz de darle las atenciones que tanto necesitan. Eso les puede generar un gran sentimiento de culpa que puede llevar a destruirla por completo. Afrontar esa incapacidad de querer es duro, y genera un gran sufrimiento que deberíamos tener en cuenta.

Para un hijo es realmente duro y doloroso no tener el calor ni el amor de su madre. Quizás sea la persona que más tiene que amarle y protegerle, y criarse bajo la frialdad y el rechazo hará que ese niño se convierta con el tiempo en una persona herida. Si las personas que más ama no le ama a él, ese niño comenzará a cuestionarse su valía, y se verá a si mismo como una persona no válida. Su autoestima se destruirá por completo. Y esas heridas emocionales serán tan intensas que las arrastrará durante toda su vida, a no ser que tenga ayuda psicológica en algún momento. También pueden sufrir alteraciones en su estado de ánimo, sufrir trastornos como la ansiedad, o experimentar emociones tan destructivas como el rencor o la ira.

Tanto una madre que es incapaz de querer a su hijo, como un hijo que carece del calor y amor de su madre, pueden padecer serias secuelas psicológicas y emocionales que determinarán en gran medida su vida, y afectará a todos los ámbitos de su vida. No podemos juzgar a la primera de cambio, y si vemos que algo nos hace daño debemos buscar toda la ayuda que nos sea posible. Los problemas hay que afrontarlos de un modo directo y sin excusas. Así que, si eres madre y no eres capaz de querer a tus hijos, busca ayuda para ver cuál es la causa y poder afrontarlo constructivamente. Si por el contrario, has sido un hijo que una madre fría y distante, busca ayuda psicológica. Trata todo ese dolor acumulado, y libérate de toda esa carga. La terapia te dará las herramientas que necesitas para sanar tu sufrimiento. ¡Adelante!

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

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