Mi pareja ya no siente lo mismo por mí

Mi pareja ya no siente lo mismo por mí

Una de los miedos más comunes relacionados con las relaciones sentimentales, es que nuestra pareja deje que amarnos. Sufrir esos cambios de sentimientos y perder a nuestra pareja en ese proceso puede suponer un hecho muy traumático, que necesitará de una intervención psicológica y emocional para poder afrontar ese dolor. Afirmar eso de “mi pareja ya no siente lo mismo por mí” es realmente doloroso, y algo muy difícil de afrontar por uno mismo.

Al principio de cada relación los sentimientos son muy intensos, y todo se magnifica, pero posteriormente esa intensidad va bajando para convertirse en un amor pausado y más maduro, pero a veces esos sentimientos que afloraban al principio luego van desapareciendo, y es entonces cuando una de las partes que conforman una pareja decide seguir su propio camino, alejado de la persona que un día amó. Los sentimientos van cambiando con el tiempo, y a veces simplemente desaparecen, y es entonces cuando no tiene ningún sentido continuar con esa relación, y por mucho que duela, se debe tomar las decisiones más constructivas para ambas partes.

Los sentimientos es algo que no se pueden controlar. Son libres y no podemos dominarlos. Son lo que son. Por ese motivo, el hecho de no poder controlar lo que nuestra pareja siente, si no sabemos gestionarlo podemos llegar a sufrir un gran nivel de estrés y ansiedad. El amor es libre, y ello conlleva no poder retener a nadie a nuestro lado. Al final, si nuestra pareja quiere continuar su camino sin nosotros, tenemos que aceptarlo y superarlo de la mejor forma posible.

No podemos controlar los sentimientos ni forzarlos. Es un auténtico error. Si afirmamos eso de “mi pareja ya no siente lo mismo por mí”, debemos aceptarlo, y afrontarlo del modo más constructivo. Hará sufrimiento y dolor, pero solamente hasta que aceptemos lo ocurrido y pasemos página. Para ello es necesario un proceso de duelo que nos ayude a sanar las heridas. El amor en definitiva es libre, e igual que aparece puede desaparecer, y es un hecho que debemos asumirlo.

Cuando la otra persona no siente lo mismo

El amor no es algo inmóvil y que no cambie nunca. Todo cambia, e incluso los sentimientos. Así que, no podemos pretender que amor sea como lo es al principio, e incluso que esos mismos sentimientos se transformen y desaparezcan con el tiempo. Amar es libertar, y a veces ese mismo amor va a desapareciendo. Pero es algo que no tenemos que temer, sino vivir. Cuando amamos también asumimos la pérdida, porque perder a la persona amada es posible.

Tenemos que entender que el amor es una emoción, y como emoción que es se irá transformando con el tiempo. Es imposible amar con la misma intensidad que se hace al principio de cada relación, porque el tiempo va apaciguando esos sentimientos y los transforma, a veces se convierte en un amor más maduro y pausado, y en otras pcasiones simplemnete ese amor desaparece. Es importante que el amor es una emoción cambiante, que se puede vivir con mayor o menor intensidad, que lo mismo que aparece puede desaparecer, y debemos asumir ese hecho.

Me gusta siempre poner metáforas para todo, y me gustaría compartir contigo una acerca del amor, y como las relaciones van cambiando. Imagina que dos personas se unen para amasar una masa de harina para hacer pan. Son dos personas que manipularán la misma masa. Al principio esa masa es perfecta, tiene los ingredientes idóneos, y las cantidades justas. Es perfecta como lo es al principio de una relación, donde todo son buenas intenciones y sentimientos muy intensos. Pero ahora esas dos personas amasarán esa misma masa que comparten, y cada uno lo hará según su propia forma de amasar. A veces el modo de amasar coincide, es con la misma fuerza y tiempo. Pero hay otras que cada uno la amasará de un modo diferente hasta romper la masa. Esto mismo ocurre en las relaciones de pareja, a veces todo fluye y ese amor madura, y otras veces se rompe por cada uno siente de forma diferente, porque al final cada relación se amolda y se amasa según como sean las personas que la conforman. Y si no son compatibles, al final esa relación se romperá, sin que nadie pueda hacer nada.

Debemos dejar a un lado los mitos y las falsas creencias que afirman que el amor es una emoción inalterable, porque no es así, los sentimientos y las emociones cambian, y pueden desaparecer por completo. Es un hecho que tenemos que tenerlo muy presente, y no engañarnos con una idealización irreal del amor. Si afirmas eso de “mi pareja ya no siente lo mismo por mí” debes tener la suficiente madurez emocional para aceptarlo, e irlo afrontándolo poco a poco a través de un proceso de duelo constructivo.

Consecuencias psicológicas 

Cuando nos enfrentamos a una gran pérdida como puede ser la finalización de nuestra relación de pareja, debemos sumergirnos en un proceso de duelo que nos ayude a asumir lo ocurrido, aceptar la realidad y pasar página. El dolor que podemos llegar a sentir al principio puede ser muy intenso, pero esa intensidad irá rebajándose poco a poco hasta que retomemos una normalidad emocional. Para ello es necesario ir procesando lo ocurrido, y gestionando nuestro dolor. Para ello es necesario mantener un proceso de duelo adecuado y lo más constructivo posible.

Intentar controlar los sentimientos de nuestra pareja, y evitar que nos deje, puede hacer que generemos un gran nivel de estrés que prolongado en el tiempo, podemos llegar a desarrollar la temida ansiedad, y sufrir sus síntomas. Estar en alerta ante las posibles señales que pueden mostrarnos que nuestra relación se pueda romper, nos va a crear un gran sentimiento de angustia difícil de controlar. Caer en la necesidad control y en permanecer en alerta es un error muy grande, ya que nos lleva a sufrir un gran dolor emocional.

Comprobar que nuestra pareja puede dejar de sentir amor por nosotros, nos creará una gran desolación y desconcierto. Ello afectará sin duda a nuestro estado de ánimo, pudiendo caer en la más profunda negrura. En estos casos la depresión puede aparecer para atraparnos en sus sombras. Además, si sabemos gestionar ese estado depresivo nos puede llevar a superar nuestro dolor, ya que es una de las fases del proceso de duelo, y más concretamente la fase que da paso a la fase final: la aceptación.

Es muy normal sentirse perdido cuando nuestra pareja nos comunica que ya no siente lo mismo por nosotros, o quizás nos damos cuenta nosotros mismos de ello. Sea como sea, que nuestra pareja no se sienta atraída por nosotros ni nos quiera como antes, nos puede llevar al desconsuelo y a la tristeza más profunda. Emociones tan dañinas como el rencor, el odio, o la ira pueden darse en estos procesos de desamor, causando un mayor dolor y sufrimiento. Dejar que nuestras emociones se apoderen de nosotros nos convierte en la sombra de lo que somos, además de hacer mella en nuestra autoestima y en la seguridad que tenemos por nosotros mismos. Es complicado quererse cuando la persona amada ya no nos quiere, pero es necesario aceparse, quererse y valorarse siempre, y más aún en los momentos más oscuros.

Qué hacer si nuestra pareja ya no siente lo mismo

Si afirmamos aquello de “mi pareja ya no siente lo mismo por mí” es porque ya somos conscientes de la realidad de nuestra relación de pareja. Una vez identificado lo que ocurre, debemos afrontarlo del modo más constructivo posible. Es cierto que enfrentarse al hecho de que nuestra pareja ya no nos ame es muy traumático, y muy difícil de gestionar, pero no tenemos otra opción. No podemos estar sumergidos en nuestro dolor para siempre, debemos afrontarlo y sanar nuestras heridas. Para poder asumir lo ocurrido y allanar el camino de nuestra recuperación emocional es necesario iniciar y completo nuestro proceso de duelo. Una vez que lo hayamos completado podremos superar nuestro dolor y sufrimiento. 

Que tenemos que pasar por un proceso de duelo, es algo que debemos asumir si queremos superar una gran pérdida. Pero también existe una serie de recomendaciones que nos pueden ayudar a afrontar mejor el hecho de que nuestra pareja ya no nos quiera, y así minimizar nuestro dolor. Y entre dichas recomendaciones encontramos:

  • Aceptar lo ocurrido. Debemos asumir que la relación con nuestra pareja ha finalizado, y que debemos pasar página. Es importante identificar nuestro dolor, y de nuestras heridas. Conociendo el alcance de nuestros daños podremos encontrar mejor la manera de sanarlos. No afrontar adecuadamente nuestro dolor puede causarnos un gran sufrimiento, y el padecimiento de ciertos trastornos como el trastorno de estrés postraumático.
  • Deja que tus emociones hablen. No te reprimas, al afrontar una situación así es esencial que dejes que tus emociones afloren, y que te digan aquello que debes hacer y asumir. Si sientes tristeza, desesperanza, rencor, o rabia, deja que se expresen, y concibe esas emociones con cosas que debes cambiar. 
  • Comunícate. No te aísles y comunícate con las personas más cercanas y queridas. Diles como te sientes, y cómo te duele tu pérdida. Verbalizar tus sentimientos te ayudarán a entender como te sientes, y podrás afrontar todo un poco mejor, y de una forma más constructiva.
  • Asume que el amor es libertad. No intentes retener a tu pareja cuando no siente lo mismo por ti. Enfréntate a la realidad y a tu dolor. El amor jamás es posesión, son sentimientos, y estos siempre son libres. Si tu pareja decide irse, permítele que lo haga. No tiene sentido retener a nadie que no te ama. Solamente generará más dolor y sufrimiento.
  • No te aferres a emociones negativas. No dejes que emociones tan negativas como el rencor o la rabia se apoderen de ti. El amor a veces tiene fecha de caducidad, y las parejas se rompen. Debemos asumirlo desde la madurez emocional. No te permitas sumergirte en emociones que tanto daño pueden hacerte. Cuídate siempre.
  • Haz aquello que te guste. Tienes que mejorar tu bienestar emocional y psicológico en esos momentos tan oscuros, para ello es bueno tener una mente despejada, y ocupada en cosas positivas. Aprovecha para hacer actividades que te hagan sentirte bien, y te ayuden a estar activo. Haz ejercicio, algún curso, o haz actividades nuevas que querías siempre hacer.
  • Respeta y respétate. No hay mejor ejercicio de aceptar y respetar los sentimientos de tu pareja, y lo más importante, respétate a ti mismo y trátate bien. No tienes la culpa de nada, los sentimientos a veces cambian sin que podamos hacer nada. 
  • Relaciónate. No te quedes en casa ni te aísles. Queda con amigos, familiares, o con quien quieras. Es importante que te relaciones, y que puedas encontrar en apoyo de tus seres queridos. No caigas en la trampa de aislarte y alimentar tu dolor. Sal y disfruta de las personas que siempre están a tu lado.
  • Busca ayuda profesional. Si no puedes gestionar ese dolor tan grande que sufres busca ayuda psicológica. La terapia te dará las herramientas necesarias para hacer un buen proceso de duelo, asumiendo y superando tu dolor.

Si asumes que “mi pareja ya no siente lo mismo por mí” es un primer paso para aceptar lo ocurrido, y poder ir cerrando las heridas. El amor en definitiva es libertad, y debemos tratarlo como tal. A veces ese amor es para siempre trasformándose continuamente, y a veces simplemente desaparece para siempre. Sea como sea tenemos que asumir la pérdida en el amor, porque ya sea por decisiones personales, como por cuestiones propias de la vida como es la muerte, siempre tendremos que asumir la pérdida de las personas amadas y queridas. Ama y déjate amar. Y dale la importancia que tiene, más aun sabiendo que todo puede finalizar por una causa u otra. Ama sin miedo. ¡Adelante!

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

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