Miedo a enamorarse otra vez

Causas del miedo a enamorarse otra vez

Una ruptura sentimental puede suponer un hecho totalmente traumático. Experimentar tal pérdida puede marcarnos para siempre si no somos capaces de gestionarlo de un modo sano, y constructivo. Hay personas que experimentan un inmenso miedo a enamorarse otra vez, porque lo han pasado tan mal que evitarán por todos los medios volver a sufrir tal dolor y sufrimiento, volviéndose incapaz de establecer una nueva relación sentimental.

Cuando nos exponemos a una gran pérdida debemos procesarla, afrontarla y asumirla. Todo ello solo se puede realizar mediante un proceso de duelo. El duelo nos ayuda a  afrontar nuestro dolor, a aceptar nuestra pérdida, y a poder superar ese hecho tan traumático. Pero a menudo ese proceso no se realiza como se debería, y la persona es incapaz de afrontar todo ese dolor, ni de buscar la ayuda necesaria para lograrlo, dejándola en una posición de vulnerabilidad emocional que le impedirá poder continuar con su vida.

Experimentar un dolor tan profundo nos puede causar a largo plazo una fobia. En este caso sería el miedo a enamorarse otra vez, y quizás poder revivir todo ese sufrimiento. Y como ocurre en todas las fobias, la persona que las padece hace todo lo que sea por evitar exponerse a aquello que más teme. Así que, en estos casos es muy normal que la persona que ha sufrido una ruptura sentimental muy traumática y dolorosa, evite a toda costa volver a relacionarse de esa forma con nadie, y de ese modo poder evitar volver a enfrentarse a ese dolor y sufrimiento. Se crea así una conducta totalmente de evitación.

Toda gran pérdida necesita de un proceso de aceptación. No podemos huir de nuestro dolor, debemos afrontarlo. Cuando intentamos mirar hacia otro lado al tener un problema empeoramos más la situación. Quien experimenta una ruptura sentimental debe darse tiempo para poder procesar lo ocurrido, aceptarlo y de esa manera poderlo superar. A menudo ese proceso de duelo no sabemos como hacerlo solos, y necesitamos ayuda psicológica. Es importante reconocer que necesitamos ese apoyo, y tomar la decisión de afrontar nuestro dolor. Es el único método de poder seguir con nuestras vidas, y a lo mejor, enamorarnos de nuevo en un futuro con la misma ilusión que teníamos antes. Para ello es esencial cerrar esas heridas.

Secuelas de una ruptura sentimental

Cuando una persona se enfrenta a la ruptura de su relación de pareja, siendo normalmente un hecho tan traumático, que la persona se queda paralizada, sin aceptar aún lo que ha ocurrido, y como debe afrontarlo. Son momentos de gran estrés que puede hacer que nuestros niveles de ansiedad se eleven, y desembocar en un temido ataque de pánico. Es un verdadero momento de shock donde la persona debe comenzar a realizar un proceso de duelo, y así poder asumir esa gran pérdida.

Pero que decir que después de esos primeros momentos desconcertantes, la persona que sufre una ruptura sentimental a menudo se ve sumergida en una profunda tristeza. Una tristeza tan intensa y dolorosa que si se prolonga en el tiempo, puede desembocar en un cuadro depresivo. La depresión es una de las secuelas más comunes después de ver como nuestra relación de pareja acaba por destruirse. Ese estado depresivo puede dificultar aún más la asimilación de esa ruptura, y la superación de la misma.

En ese estado es muy fácil cuestionarse la valía de uno mismo. Por lo tanto, la percepción acerca de nosotros se volverá muy negativa. No sentiremos poco valorables e incapaces, y al final acabaremos por fustigarnos y machacarnos. La autoestima se verá uy dañada, y también nuestra seguridad. Una ruptura no gestionada puede convertirnos en la sombra de quienes un día fuimos.

Emociones tan dañinas como el rencor o la ira también pueden aparecer en estos casos. No saber como gestionar la pérdida que supone una ruptura puede dar paso a sentimientos y emociones autodestructivos. Las heridas emocionales son tal intensas y profundas que es muy difícil poder tratarlas por nosotros mismos, viéndose la necesidad de buscar ayuda psicológica que nos permita alejar todas esas emociones negativas.

Con todas estas secuelas es normal que se desarrollen fobias como el miedo a enamorarse otra vez. Nadie quiere volver a experimentar ese dolor y ese sufrimiento, así que se pueden dar conducta evitativa, para no volver a sufrir una experiencia a así. Hay personas que después de haber sufrido una ruptura, tienen un miedo atroz a volver a tener relaciones amorosas profundas, y las evitan a toda costa. Un proceso de duelo enquistado puede llevarnos a sufrir dicha fobia, y no superar nunca esa pérdida, dejándonos sumergidos permanentemente en un profundo dolor que no sabemos como gestionar.

Cómo superar el miedo a enamorarse otra vez

Asumir, afrontar y superar una pérdida tan gran grande como es una ruptura sentimental es totalmente esencial. Nadie puede vivir eternamente atrapado por dolor y el sufrimiento. Por ese motivo debemos buscar ayuda si no somos capaces de gestionar todo lo que estamos experimentando, o simplemente que comprobamos que la intensidad de nuestro dolor no se rebaja con el tiempo. Entonces sería totalmente recomendable buscar ayuda terapéutica. La terapia siempre nos dará las herramientas necesarias para abordar nuestro sufrimiento y aceptar nuestra pérdida.

Sobre todo debemos tener en cuenta que la terapia nos ayudará a afrontar el miedo, a enamorarse otra vez, y a no tener conductas de evitación. Todos necesitamos un tiempo determinado para superar nuestra pérdida, pero posteriormente tenemos que seguir con nuestras vidas, y quizás con el tiempo, conocer a una persona con quien nos aparezca volver a tener una relación estable. Y cuando eso ocurra, debemos estar libres de miedos e inseguridades, porque esas emociones solo nos lleva al sufrimiento y al dolor. 

La terapia, junto con el tiempo, son las herramientas más efectivas para tratar nuestras heridas del alma. Pero hay cosas que podemos hacer para mejorar nuestro estado anímico, tener una mejor percepción de nosotros mismos, y bajar nuestros niveles de estrés. Y entre esos consejos encontramos:

  • No te aísles. Sal, haz el esfuerzo, y relaciónate de nuevo con tus amigos y familiares. Incluso conoce a personas nuevas. Tener amistades nos ayudará a sentirnos mejor, y de paso podremos desahogarnos cuando lo necesitemos. Es importante sentirse arropado por nuestros seres queridos.
  • No reprimas tus emociones. Tienes que permitirte tener días malos. Si un día estás triste, simplemente escucha a tu tristeza. Si tienes que llorar, hazlo. Es importante conocer como se afecta tu dolor para saber como afrontarlo. No pasa nada por caer, por sentirte vacío de vez en cuando. Son emociones pasajeras. Simplemente, deja que se expresen, y déjalas ir.
  • Actívate. Quizás después de una ruptura sea el momento oportuno para realizar aquellas actividades que un día dejaste a un lado, como puede ser tocar un instrumento, o hacer deporte. Haz todo aquello que te guste, te permita tener la mente centrada en algo positivo, y te haga sentirte bien.
  • No te aferres al pasado. No sigas a tu expareja en las redes sociales, o intentes saber de ella por cualquier medio. No te hagas ese daño. Simplemente, asume que es una persona de tu pasado, y ahora camináis por caminos distintos. Es el mejor momento de centrarte en ti mismo.
  • Verbaliza tu dolor. No te guardes nada dentro. Identifica que sientes, y como te sientes, y luego puedes comunicárselo a tus seres más cercanos y queridos. No intentes esconder esos sentimientos porque lo único que harán es generarte una gran presión interna. Desahógate siempre que lo necesites.
  • Busca toda la ayuda posible. Ya hemos hablado de la necesidad de hacer terapia en estos caso, pero además puedes complementarla con otras terapias que pueda ayudarte a estar más relajada, como el taichi o el yoga. Todo suma.
  • Sé amable contigo mismo. Cuídate, mímate y quiérete. Después de una ruptura es el mejor momento para centrarte ti, y ser amable contigo. Háblate y trátate con respeto y cariño. Eres una persona valiosa, y tienes que serlo también para ti. Es hora de mirar más por ti.

Toda gran pérdida requiere de un proceso de aceptación de lo ocurrido, de afrontar y de superación. Cuando nos quedamos estancados en ese dolor, nuestra vida se paraliza, y nos quedamos atrapados en un estado profundo de tristeza y apatía, es porque el proceso de duelo se ha enquistado convirtiéndose en un duelo patológico. Es entonces cuando se requiere la ayuda psicológica para poder afrontar ese dolor y sanar las heridas emocionales que generan las rupturas. Así que, si no puedes superar la ruptura de tu relación de pareja, busca toda la ayuda que sea posible, de lo contrario puedes sufrir ciertos trastornos como la ansiedad o la depresión, e incluso puede experimentar nuevas fobias, como es el miedo a enamorarse otra vez. ¡Adelante!

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

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