Miedo al compromiso

Miedo al compromiso, ¿por qué se da?

Un compromiso firme parte de una decisión. Una decisión parte de la maduración personal. Y de la maduración personal nace la necesidad de estabilidad. Cuando nos comprometemos con algo o con alguien lo hacemos de forma voluntaria. Tenemos el deseo de formalizar un compromiso que nace de una decisión madura. El miedo al compromiso, es un miedo totalmente irracional que nunca lleva a la plenitud personal, ya que su base se encuentra en la propia inseguridad o de algún acontecimiento traumático del pasado.

Las personas inseguras e inmaduras suelen tener la “manía” de crear una zona de confort donde nada pasa, y por tanto no existen los sobresaltos que lleva la incertidumbre de lo nuevo. En esa especie de burbuja, este tipo de personas, están acompañados de las personas que le aportan seguridad, como son la familia y amigos, y se alejan de la aventura de relacionarse con personas nuevas, y experimentar otras vivencias.

La aparición de personas nuevas, aterra a las personas inseguras. Esto les lleva a poner barreras que le permitan estar emocionalmente a salvo. No quieren que esas relaciones crezcan y maduren, ya que ello les empujará a admitir ciertos compromisos que esa persona es incapaz de asumir.

Cuando consideramos que algo nos va a desestabilizar, y somos personas inmaduras e inseguras, tenderemos a ponernos a la defensiva. El miedo hace que nos alejemos del supuesto peligro.

Aquellas personas que creen firmemente que una relación de pareja les va a quitar intimidad, libertad, personalidad, etc., es comprensible que tengan miedo al compromiso. En vez de contemplar una relación como un intercambio de amor, bienestar y seguridad, las perciben como algo que desestabilizará la zona de confort que por sus miedos han creado.

El miedo es algo intrínseco en nosotros. Forma parte de nuestra naturaleza, por ese motivo ante una decisión como es el compromiso produce miedo en algunas personas. El miedo siempre nace de la inseguridad.

Cuando tenemos miedo al compromiso, realmente podríamos decir que estamos sufriendo una mala adaptación a los cambios, que siempre deben ser tomados como algo positivo, y no como algo a temer. Si una persona se siente débil, se pondrá una coraza que le ayudará a que nadie le pueda hacer daño. Pero el problema es que la mayor amenaza somos nosotros mismos, no las demás personas.

Características de las personas con miedo al compromiso

Entre las características más comunes de las personas que sufren miedo al compromiso, podemos encontrar:

  • Incapacidad para tomar decisiones personales importantes.
  • Miedo extremo al cambio y abandonar la zona de confort.
  • Emocionalmente son personas rígidas. Necesitan tener todo controlado.
  • Suelen tener dificultad a la hora de expresar sus sentimientos y emociones.
  • Son enormemente inseguros, y no soportan que los demás lo sean.
  • Han sufrido algún episodio traumático en su pasado.
  • Desean tener pareja y una seguridad, pero una vez que la tiene no puede gestionarlo.
  • Justifican constantemente sus miedos e inseguridades.

¿Qué nos quita el compromiso?

Culturalmente, vivimos desde hace unas décadas una firme apuesta por la elección de un compromiso total, o por relaciones temporales. Parece ser que no hay cabida para otras opciones, cuando quizás las demás son opciones más sanas y saludables emocionalmente hablando.

Cuando uno se compromete con alguien es porque quiere compartir con esa persona su vida. Hablamos de compartir, no de abandonar nuestra vida o lo que somos. Y para compartir se necesita cierta madurez emocional que nos permita compartir el camino de nuestras vidas con la persona amada.

No digo que las relaciones temporales sean malas. Todo lo contrario. Son buenas si tienes claro que no quieres compartir nada con nadie. Al final cada uno toma las decisiones que toma. Lo malo llega cuando uno intenta mantener una relación sin comprometerse, o comprometerse dejando de ser uno mismo. Esa postura en el compromiso es tóxica. Cuando uno se compromete como ya he dicho es para compartir, no para dejar de ser.

¿Cómo superar el miedo al compromiso?

Muchas personas sienten un miedo terrible a comprometerse, y con ello perder su supuesta libertad. El miedo al compromiso podría ir desde una pequeña sensación de incertidumbre respecto a una relación, hasta el terror más insoluto a comprometerse completamente.

El miedo al compromiso nace del temor a perder algo, ya sea la libertad, la individualidad, etc. Pero lo cierto es que en cada decisión dejamos algo atrás. Todo en la vida es compromiso y tomar decisiones. Es cuestión de madurar emocionalmente.

Quien tiene miedo a comprometerse también tiene miedo a tomar cualquier otra decisión. Ello implica una falta de madurez personal. Nos tenemos que comprometer con muchas cosas, ya sea con la familia, con los amigos, con el trabajo, etc. Por ello debemos estar dispuestos a tomar ciertas decisiones.

Si sufres miedo al compromiso, ¿qué puedes hacer al respecto?:

  • Identifica tu miedo. Tienes que preguntarte a ti mismo de qué tienes tanto miedo. Reflexiona porque te asusta tanto comprometerte. ¿De dónde nace es miedo?
  • Reflexiona acerca del compromiso. Piensa a qué tienes que renunciar realmente, y qué te va a aportar el cambio. No te olvides que el compromiso es compartir, no perder tu individualidad y tu libertad.
  • Toma decisiones. Si no puedes comprometerte con nada ni con nadie es porque eres incapaz de decidirte. Es decir, no puede tomar decisiones importantes. Aprende a tomar decisiones. Tómalas constantemente. Posiciónate ante la vida. Coge ese hábito.
  • Piensa cómo sería tu vida sin miedo al compromiso. Podrás verte en una relación saludable, llena de beneficios para ti y para la persona con la que has decidido compartir tu vida.
  • Sitúate en el ahora. Lo único que tienes es el ahora. Todo lo demás es irreal. Así que déjate llevar sin preocuparte por el mañana. Si deseas estar con la persona con la que amas, hazlo sin miedo. Nadie puede pronosticar el futuro. Relájate y vive.

Comprométete

Cuando alguien se compromete, ha tomado la decisión de compartir el camino con otra persona. Debe ser una relación donde las dos personas puedan sumar tanto por separado como juntos. Tiene que ser una decisión madura y responsable.

Si encontramos a esa persona, con la cual queremos caminar juntos en la vida, debemos dejar a un lado los miedos. El pasado, pasado está, y por muy mal que lo hayamos pasado anteriormente, lo importante es el ahora. No podemos vivir eternamente en una burbuja donde no pasa nada. Toda decisión requiere asumir riesgos. Nadie puede saber si una relación irá o no bien, eso solo el tiempo lo dirá. Lo único que realmente tenemos es el ahora, así que podemos dejar a un lado la preocupación por el futuro.

Si te comprometes debes hacerlo plenamente. No puedes restar a la otra persona y llevarla a tu abismo. Ni ella a ti al suyo.  Estáis para compartir, para disfrutar del uno del otro. Y todo ello es posible si dejas a un lado los miedos. El miedo siempre es nuestro peor enemigo.

Así que comprométete con todo aquello que quieres y amas. Comprométete con tu familia. Con tu pareja. Con tus amigos. Con todo aquello que te gusta. Con tu trabajo. Con aquello que haces. No te permitas el lujo de querer superfluamente, porque eso no es querer, porque eso no es sacarle todo el jugo a la vida. Solamente tienes una vida. Así que vívela intensamente.

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

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