No puedo dejar de pensar en mi expareja

No puedo dejar de pensar en mi expareja

Toda ruptura es traumática en menor o mayor grado. Cuando nos enfrentamos al finde nuestra relación, entraremos en un proceso de duelo en el cual tenemos que asumir lo que ha pasado, y eso requiere de tiempo y esfuerzo. En todo ese proceso es normal decirnos la frase “no puedo dejar de pensar en mi expareja”, y ello ocurre porque no podemos acallar a nuestro corazón, aunque esa persona nos haya podido hacer muchísimo daño, no podemos olvidar y dejar a un lado nuestros sentimientos.

Tener presente en nuestra mente y en nuestro corazón a nuestra expareja, puede ser un gran obstáculo a la hora de pasar página y seguir con nuestro camino. Es muy normal recordar a la persona con la que hemos compartido y sentido tanto. Lo patológico es cuando no somos capaces de asumir que la otra persona ya no nos quiere como antes, y quiere seguir su camino. Cuando amamos tenemos también que asumir la pérdida, porque la vida en un momento u otro, y por el motivo que sea, puede separarnos de las personas que queremos o amamos. 

Como ya he dicho, no podemos olvidar a las personas que han formado parte de nuestras vidas, pero no debemos centrarnos en ellas. Es decir, no podemos olvidar a una expareja, pero cuando una relación se termina, no debemos centrarnos en esa persona, sino en nosotros, y en nuestra recuperación. Al final, somos responsables de nuestro bienestar, y de vivir nuestras vidas, sin depender de nadie ni de nada.

Es cierto que una ruptura suele ser traumática, pero el dolor que se experimenta al principio irá bajando de intensidad hasta que logremos superar esa mala experiencia. Que afirmes eso de “no puedo dejar de pensar en mi expareja” al principio es algo normal, pero si ese dolor no baja de intensidad, y el recuerdo se convierte en una obsesión, deberemos buscar ayuda profesional, ya que no habremos hecho un proceso de duelo adecuado, y las heridas no se habrán cerrado ni sanado.

Por qué no puedo dejar de pensar en mi expareja

Cuando nos vemos de repente sumergidos en el dolor de una ruptura, no dejamos de pensar en todo lo ocurrido. Esos pensamientos recurrentes pueden adueñarse de nosotros, y pueden afectarnos en todos los ámbitos de nuestra vida. Aferrarnos al pasado hace que no podamos disfrutar del presente, y al final es nuestro presente. Tenemos la obligación de cuidarnos y de vivir nuestra vida.

Vivir una experiencia tan traumática como es una ruptura sentimental, nos puede llevar a no saber cómo gestionarlo, y es entonces cuando nos puede llevar a sufrir el temido estrés postraumático. No saber cómo enfrentarnos a ese dolor y sufrimiento nos llevará a sufrir un gran nivel de ansiedad, además de experimentar una bajada del estado de ánimo. El proceso de duelo nos llevará a sufrir un cuadro depresivo previo a asumir todo lo que hemos sufrido.

El recuerdo de esa persona que tanto hemos amado, y la sensación de vacío que sufrimos en los primeros momentos de una ruptura sentimental, puede impedirnos asumir lo que ha ocurrido, y superarlo. Por ese motivo es esencial que busquemos la ayuda necesaria, porque si no esas heridas nunca cerrarán, y podemos caer en conductas y pensamientos que pueden agravar nuestra situación, como es caer en la toma de sustancias, en relaciones tóxicas, o en el aislamiento, entre otras cosas.

Uno de los mayores errores que podemos cometer cuando sufrimos una pérdida tan grande como una ruptura sentimental, es intentar revivir lo ocurrido, esperando encontrar respuestas que nos alivien, o nos hagan tener esperanzas de revertir lo sucedido. Esos pensamientos solamente nos destruirán y nos convertirán en una sombra de lo que fuimos. Lo más constructivo es realizar nuestro proceso de duelo, y asumir que ya no estamos con esa persona, e intentar pasar página lo antes posible.

Secuelas de una ruptura sentimental

Las rupturas sentimentales siempre dejan una sensación de vacío difícil de gestionar. Todos esos sentimientos pueden dar paso a emociones tales como la tristeza, la desesperanza, o la angustia. Emociones que pueden dañarnos y generar en nosotros un gran sufrimiento. Incluso podemos llegar a experimentar emociones tan dañinas como el rencor o la rabia, y es entonces cuando nosotros mismos podemos llegar a destruir todo aquello que somos. 

Comprobar como la persona que amamos se ha marchado de nuestras vidas sin más, es algo que debemos asumir, pero en ese proceso es muy normal que experimentemos una bajada drástica de nuestro estado de ánimo. Incluso la depresión es parte del proceso de duelo que tenemos que realizar para superar nuestra ruptura. Sentir una gran tristeza al principio es muy común, incluso necesario, pero si ese dolor sigue con la misma intensidad durante mucho tiempo, debemos buscar la ayuda necesaria para poder superarlo.

Como ya citado anteriormente, sufrir una ruptura de este tipo es un hecho traumático, y si no sabemos gestionarlo adecuadamente puede dar paso al estrés postraumático. La angustia que nos genera esa nueva situación nos puede llevar a sufrir un gran estrés, favoreciendo la aparición de la temida ansiedad. Intentar revivir lo sucedido intentando cambiar algo es algo muy habitual, lo malo que eso nos hará más daño, y generará un gran sufrimiento.

Quedarnos sujetos a ese pasado traumático hace que nos centremos en algo y en alguien que ya no está en nuestras vidas, ni lo estará. Esos pensamientos recurrentes que se esconden en la afirmación “no puedo dejar de pensar en mi expareja”, nos convertirán en personas dependientes de un pasado que no volverá, es decir, en la sombra de lo que un día fuimos. 

También cabe decir que el hecho de no asumir una ruptura hará mella en nuestra autoestima, y en la seguridad en nosotros mismos. Es muy habitual no valorarse, o no quererse cuando hemos sido abandonados por la persona que amamos. Pero que la otra persona haya querido romper con nosotros, no tiene nada que ver con nuestra valía. Somos los mismos que iniciamos la relación, simplemente el amor a veces se acaba, y debemos asumirlo sin cuestionarnos ni echarnos más tierra encima.

Cómo dejar de pensar en mi expareja

Lo único que podemos hacer para poder pasar página es realizar un proceso de duelo correcto. Es esencial asumir la pérdida para poder superarla, y para ello se requiere de tiempo y mucho esfuerzo personal. Es un proceso doloroso que pasaremos por diferentes fases, y pasaremos por diferentes estados anímicos, y experimentaremos emociones tal dispares como la tristeza o la rabia.

Si no podemos ni sabemos cómo gestionar ese duelo, es esencial buscar toda la ayuda posible. Apoyarse en los seres queridos es importante, pero también lo es buscar ayuda psicológica. La terapia te dará todas las herramientas que necesitarás para poder afrontar todo lo que estás sufriendo, y poder cerrar las heridas que tanto daño te hacen. Quizás no puedas olvidar a tu expareja, pero puedes conseguir que sea solo un recuerdo de tu pasado. Hazte responsable de tu propia felicidad y bienestar. ¡Adelante!

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

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