No silencies tus emociones
Si sientes tristeza, desesperación, o angustia. Si sientes alegría, esperanza, y plenitud, debes dejar que todas esas emociones tengan su eco. Si intentamos silenciar aquello que sentimos, lo único que haremos es sumergirnos en el más absoluto sufrimiento. Todo lo que podemos llegar a sentir, forma parte de nosotros, y no podemos mirar hacia otro lado. No silencies tus emociones, deja que estas tengan su voz.
Hasta las emociones más negativas, como la tristeza o la desesperanza, tienen algo que decirnos. Cuando esta clase de emociones aparecen, es porque debemos cambiar algo en nuestras vidas. Hay algo que nos funciona y debe ser tratado. Es por ese motivo, que debemos aprender a escuchar todas las emociones, si aparecen es porque tienen un mensaje claro que darnos, así que, tenemos que dejar que nos transmitan su mensaje.
También tenemos que tener muy en cuenta, que si damos nombre a aquello que nos duele o nos atormenta, nos ayudará a poder tratarlo. Es esencial que nuestros sentimientos, y nuestras emociones, puedan ser verbalizadas. Al ponerles un nombre, sabremos qué nos pasa, y qué debemos hacer para superar la situación que nos hace sufrir.
No silencies tus emociones. Lo único que conseguirás es incrementar tu dolor, además de no saber el porqué de la aparición de esas emociones, y que tienen que decirte. La mejor opción a la hora de realizar los cambios que necesitamos, es tener la información de qué tenemos que cambiar. Por ello, tenemos que dejar que nuestras emociones griten.
Dale voz a tus emociones
Cuando algo no nos gusta, o algo nos hace daño, no silencies tus emociones. Tenemos el derecho a quejarnos y a expresar nuestros sentimientos. Además, es ciertamente una obligación sobre nosotros mismos, ya que al silenciar aquello que sentimos, ello hace peligrar nuestro bienestar emocional. Así que, si tienes que darle voz a tus sentimientos y emociones, hazlo. No lo dudes. No pasa nada por darle voz a aquello que estás experimentando en tu interior.
Refugiarnos en un perpetuo silencio es un gran error. De nada sirve intentar esconder aquello que sentimos. Normalmente, suelen ser las emociones más negativas, pero no tiene nada de malo decir en voz alta que nos está torturando por dentro. Todos pasamos por malos momentos. Todos hemos pasado y sufrido las mismas emociones. Así que, no tengas miedo, las demás personas te entenderán, y podrán echarte una mano. El silencio solo crea muros innecesarios que nos aísla, y nos hace daño.
Lo mismo sucede cuando alguien nos ofende o cuando nos hace daño. No podemos callarnos sin más. Debemos expresar nuestro enfado o nuestra decepción. No hablo de enfadarse y gritar, sino de esperar a estar tranquilos, y comunicarle a esa persona tu malestar, dejando claro que no lo vas a permitir más. Es el modo más constructivo de expresar esos sentimientos dañinos.
Tenemos que aprender también a darle voz a las emociones positivas. Si por ejemplo, nos sentimos felices y plenos, debemos comunicárselo a los demás. Las emociones positivas se pueden contagiar, así que, no dudes en darle salida a ese tipo de estados emocionales. No silencies tus emociones, aunque estas sean positivas.
No silencies tus emociones, dales voz
Cuando logramos dar voz a nuestras emociones, le damos nombre a lo que sentimos. Ello nos ayuda a identificar qué nos ocurre. Es el primer paso para poder tratar lo que nos pasa. Es decir, verbalizar nuestras emociones nos permite ser conscientes de que estamos sufriendo, y que camino debemos tomar.
No silencies tus emociones, porque ello solo te creará frustración, además de no dejarte ver las posibles salidas. El silencio solamente crean barreras imposibles de sortear. Por ese motivo, debemos aprender las virtudes de dejar que nuestras emociones expresen todo aquello que sentimos. Es el principal paso para realizar todos los cambios que necesitamos.
Silenciar las emociones tienen una repercusión muy negativa en nuestra salud física y mental. Los silencios nos van consumiendo poco a poco. Las emociones que no salen al exterior nos hacen daño interiormente. Si no les damos voz a nuestros sentimientos y emociones, ello se traducirá en ciertos trastornos como por ejemplo, a nivel físico, podemos sufrir alteraciones de la piel, problemas para conciliar el sueño, o trastornos de tipo digestivo. A nivel psicológico o emocional, podemos llegar a sufrir episodios ansiosos, o de depresión, o incluso alteraciones en nuestra propia autoestima. También, cuando intentamos silenciar algunas emociones de índole negativa, ello dará paso a que experimentemos otras emociones tan dañinas como son el rencor, la ira, o el enfado. No silencies tus emociones si no quieres enfermar.
La necesidad de no silenciar tus emociones
Como ya he apuntado, las emociones necesitan ser exteriorizadas. Todos necesitamos comunicar aquello que sentimos y pensamos. Quién se esconde en el silencio, solo construye muros en el aire, es decir, ese silencio solo sirve para hacernos daño, y para aislarnos de las personas que nos importan y nos quieren.
A muchos de nosotros nos han enseñado desde pequeños a guardar nuestras emociones. Esa es una cultura destinada, a que nadie sepa qué sentimos, porque supuestamente, ello nos convierte en personas débiles. Pero es todo lo contrario, las personas capaces de expresar y verbalizar todo aquello que siente, es porque tiene una gran madurez emocional, y una capacidad de superación sin límites. Eso le convierte en personas muy fuertes.
Así que, no silencies tus emociones, ni intentes esconderlas de ti mismo. Cuando aparezcan debes escucharlas. Están ahí para darte un mensaje. Seguramente necesites cambiar algo en tu vida, y esas emociones surgirán para recordártelo. Cuando las experimentes, verbalízalo, y descubrirás que camino debes seguir. Porque son tus emociones, y ese camino es solo tuyo. ¡Adelante!
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online