El daño que nos produce la dependencia emocional
Buscar la aprobación y la atención de los demás constantemente, nos lleva a padecer un gran dolor y sufrimiento. Depender de alguien nunca es sencillo por mucho que parezca. Renunciar a la propia autonomía e independencia para contentar a las personas que nos rodean, y obtener su beneplácito, es emocionalmente desgastante. Por todo ello, debemos saber qué hacer para superar la dependencia emocional, y lo aprenderemos en este artículo.
Las personas que sufren una dependencia emocional, pueden experimentar un miedo atroz al rechazo y al abandono. Ello les puede llevar a sufrir un gran nivel de angustia, que con el tiempo se traducirá en un cuadro ansioso. La ansiedad es propio de las personas dependientes, ya que deben estar en alerta para cumplir las expectativas que puede tener sobre ella la persona que tiene al lado.
Sentirse tan vulnerable, sin duda, afectará aún más a la autoestima de esta clase de personas. Además, su estado de ánimo se verá dañado, debido a que es muy difícil gestionar el hecho de ser tan dependiente. Intentar agradar a los demás y obtener sus atenciones, nos puede llevar a actuar de un modo distinto a como actuaría, y eso siempre lleva a la infelicidad.
La sintomatología propia de ser emocionalmente dependiente, pueden llevarnos a padecer un gran sufrimiento. Aparte de la terapia, debemos apostar por diversas técnicas que nos ayuden a fortalecer nuestra autoestima, y nuestra independencia afectiva. Para eso, repasaremos en este artículo diversas tácticas para saber qué hacer para superar la dependencia emocional.
Qué es la dependencia emocional
Tenemos que comprender que la dependencia emocional no es un trastorno que surge sin más, sino que es fruto de las malas experiencias de las personas dependientes. Es decir, una persona que se ha desarrollado y crecido bajo los reproches, la humillación o el rechazo, entre otros maltratos, verá cómo su autoestima se destruirá para siempre. Un niño que ha crecido en estos entornos tóxicos, se convertirá en un adulto herido. Y esas heridas le harán buscar el cariño y las atenciones de los demás, sea como sea.
Con toda esta explicación, debemos saber que la dependencia emocional es una necesidad intensa de recibir los cuidados y atenciones que esa persona nunca tuvo. Se vuelve una búsqueda patológica, y hace que esa persona se pueda ver inmersa en relaciones tóxicas, donde los demás se aprovechen de su necesidad afectiva. Además, sus inseguridades y miedos le harán sufrir por completo, y determinarán todos los ámbitos de su vida, como puede ser en el trabajo, o en sus relaciones sociales.
Las personas emocionalmente dependientes tienden a idealizar a la pareja, y esta se convierte en todo su mundo. La necesidad de estar con la persona amada hace que el miedo al rechazo, o a ser abandonado, aparezca de un modo intenso e incontrolable. Lo cierto es que existen unos síntomas propios de la dependencia emocional, que nos pueden ayudar a identificar a quien padece esa necesidad afectiva, o incluso si nosotros la sufrimos. Y dichos síntomas son:
- Tienen una baja autoestima.
- Su forma de pensar es rígida.
- No aceptan los cambios.
- Sufren un miedo intenso al rechazo y a la soledad.
- Necesitan siempre estar acompañados.
- Suelen buscar pareja insistentemente cuando no la tienen.
- Da prioridad y exclusividad a la pareja por encima de todo y de todos.
- Se centran por completo en la pareja descuidando otros aspectos de su vida.
- Necesitan a su pareja para sentirse seguros y completos.
Qué hacer para superar la dependencia emocional
Para superar la dependencia emocional es necesario reconstruir nuestra autoestima. Solamente si nos aceptamos, y nos queremos tal y como somos, no tendremos que buscar la aprobación de nadie. Para poder aumentar la autoestima, tenemos también que dejar atrás el pasado, perdonar a quien nos hizo daño, y sobre todo perdonarnos a nosotros mismos. Es esencial, que lleguemos a conocernos, y a tratarnos de un modo excelente, tal y como nos merecemos. Al final, debemos ser los impulsores de nuestra felicidad, y para ello debemos aprender a hablarnos, y a tratarnos de un modo amable y positivo. Tenemos que apostar por nosotros.
La terapia psicológica es totalmente esencial para ser emocionalmente más autónomos, y no depender de nadie. Pero hay algunas técnicas complementarias que nos puede ayudar en nuestro proceso terapéutico. Son técnicas sencillas que nos permitirán volver a encontrarnos a nosotros mismos, e identificar todo aquello que sentimos. De ese modo, podemos aprender qué hacer para superar la dependencia emocional. Y dichas técnicas son:
- Autorregistro emocional. Una buena técnica para conocerse a uno mismo, es escribir cada día como nos sentimos, y qué experiencias hemos vivido. Saber como reaccionamos y qué sentimientos experimentamos nos puede ayudar a saber quienes somos, y aceptarnos por completo. Escribir también acerca del pasado, y de todas las relaciones que hemos tenido, nos puede ayudar a tener una perspectiva más formada y real de todo aquello que sufrimos.
- Activarnos. Es muy importante aprender de nuevo a ser personas autónomas. Las personas emocionalmente dependientes suelen dejar de lado sus propios intereses e inquietudes. Es decir, suelen dejar de hacer todo aquello que les gustaba hacer para centrarse en su pareja. Por ese motivo, sería esencial que pudieras volver a hacer todo aquello que te apasionaba, como puede ser el deporte o cualquier otra actividad. Te permitirá sentirte activo, tener la mente despejada, y volver a sentirte productivo sin la necesidad de estar con tu pareja.
- Autocuidado. Cuando se depende de otra persona para sentirse bien y seguro, se suele descuidar las propias necesidades. Todos debemos ser responsables de nosotros mismos, y de nuestro propio bienestar. Por ese motivo, si sufres dependencia, deberías comenzar a cuidarte de nuevo. Procura tener unos horarios, tener tiempo para ti, y para tus cosas. Cuidar tu higiene y aspectos, y sobre todo cuidar de tu salud. Es decir, haz cosas, te permitan sentirte bien contigo mismo.
- Disfruta de tu soledad. Ten tiempo para ti. Para que puedas estar contigo. Sal a pasear. Lee un libro. Metida sobre cualquier cosa. Haz cualquier actividad que te permita hacerlo en soledad. Te hará sentirte capaz, e independiente, y eso hará que tu autoestima se vea reforzada. Sé tu propia compañía.
- Habla contigo mismo. Comienza a ser amable y cordial contigo mismo. No te exijas tanto, y permítete ser imperfecto. Céntrate en todo lo bueno y positivo que hay en ti, y deja a un lado todo aquello que no puedes controlar. Trátate como te gustaría ser tratado por los demás. Sé tu todo. Sé tú mismo. Si hace falta, escribe alguna carta, y explícate a ti mismo como te sientes, y sobre todo, sé positivo contigo mismo. Perdónate, y quiérete tal y como eres. Apuesta por ti. ¡Adelante!
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online