Quien te quiere no te hará daño
Quien te quiere no te hará daño, y eso es una verdad indiscutible. Es cierto que tenemos que batallar con viejos mitos que se dan por buenos hoy en día. Existe la creencia que el amor es difícil y en algunos momentos duele. Pero el amor no se basa en el sufrimiento, sino en el propio amor, y otros aspectos como el cariño, la comprensión y el respeto. El amor fluye, y si no es así, es porque no hay amor por ningún sitio, por mucho que queramos buscar.
Si creemos que el amor tiene que doler de vez en cuando, caemos en conductas y comportamientos totalmente tóxicos. Toda relación sentimental debe considerarse como la unión de dos personas totalmente independientes, que deciden libremente compartir su camino con la persona elegida. Todo ello debe fraguarse mediante la autonomía, es decir, la no dependencia, el respeto y el amor. No olvides que quien te quiere no te hará daño nunca.
Todos nos hemos fijado en personas equivocadas, o incluso en personas que no sentían lo mismo que sentíamos nosotros. En esos momentos creemos que el amor es complicado y genera un gran sufrimiento, pero caemos en el gran error de creer que esa clase de relaciones se basan en el amor. El amor nunca es un camino empedrado porque se sustenta por dos personas que han decidido estar juntas, y en esas decisiones no hay cabida para las emociones negativas, los malos gestos, ni los ninguneos. El amor es libre, y lo es tanto para que este fluya con normalidad.
El amor nos da la oportunidad para ser nosotros mismos frente a la persona amada. No hay que fingir, no hay que someterse ni someter a la otra persona, no hay que cambiar, no hay opción para los reproches ni las críticas. Amar es querer a la otra persona tal y como es, y aceptarnos a nosotros tal y como somos. El amor debe ser libre y constructivo. Todo lo demás debe ser revisado lejos del concepto amor, como veremos en este artículo.
Quien te quiere no te hará daño y no te juzgará
Hay parejas que se unen y una de las partes intenta cambiar a la otra. Intenta moldearla para que esa persona se ciña a al tipo de persona que quiere conseguir o anhela. Es cierto que todos tenemos en mente a un tipo de persona que es nuestro ideal de pareja, pero quizás nos enamoramos de una persona que no cumple todos esos requisitos. Aun así, amamos a esa persona tal y como es, porque nos hemos enamorado de esta persona en particular, sea por el motivo que sea. Cuando alguien elige a una persona, y posteriormente intenta cambiarla para que esta se amolde al tipo de persona que buscaba, eso no es amor.
Las personas que buscan cambiar a su pareja para que esta sea como ella quiere que sea, no la respeta ni la quiere. El cambio no es para que su pareja mejore, sino para someterla a su voluntad. Así que, cuando en una pareja empiezan los reproches, los juicios y las criticas, deberías replantearnos el sentido de esa relación, y de las emociones y sentimientos que nos generan. Si nuestra relación nos daña, es porque no es amor, y quizás continuar con ella sería un tremendo error.
Quien te quiere no te hace daño, y tampoco te juzga. Quien te ama es porque ha visto todo lo bueno que hay en ti, incluso lo malo, y le encanta tal y como eres, y cómo le haces sentir. Todo lo demás no es amor, es otra clase de relaciones que suelen llevarnos al sufrimiento y al dolor, y en el peor de los casos, hacer que nos convirtamos en la sombra de lo que somos, todo por contentar a la otra persona.
Quien te quiere no te hará daño y no te culpabilizará
Hay una mala costumbre generalizada de no responsabilizarnos por nuestros actos o nuestras palabras. Todos somos responsables de nosotros mismos, y no podemos utilizar a los demás para justificar todo el mal que hemos hecho. Una pareja está para apoyarla, y recibir apoyo cuando lo necesitas, no para poder echarle la culpa de todo, y de ese modo aliviarte.
Para ser responsables hay que tener cierta madurez emocional, igual que para amar de verdad. Intentar echar la culpa a los demás es un acto deplorable, y de una catadura moral muy cuestionable. Por ese motivo, si tu pareja consigue que te sientas culpable por sus malos actos, no lo permitas, y comienza a plantearte si esa relación es sana y constructiva, y si debes tomar alguna decisión al respecto.
Quien te quiere no te manipulará
Hay parejas que una de las partes que la conforman intenta someter a toda costa a la otra. Una de las técnicas más utilizadas para ello es la manipulación emocional. Gracias a esta herramienta psicológica, una persona puede someter a su voluntad a la persona amada, para que esta haga todo lo que la otra persona quiera o anhela.
Con la manipulación emocional se puede conseguir que la otra persona haga o se comporte tal y como queramos. Pero obviamente eso no es amar, ni tiene nada que ver con el amor. La queja, la culpa, las críticas, o la pena, son herramientas infalibles para conseguir someter a otras personas. Pero quien te quiere no te hará daño, y tampoco te manipulará, porque la manipulación es un tipo de maltrato, y el daño que genera es enorme, y las heridas que se crean son muy profundas.
Quien te quiere no te hará daño y no te dominará
Una relación de pareja debe sustentarse mediante el respeto y la igualdad. Ambas personas son importantes, y ambas personas tienen los mismos derechos y responsabilidades. Nadie debe imponerse a otra persona, ni imponer sus voluntades. Cuando esto ocurre no podemos hablar de amor, sino de relaciones totalmente tóxicas, que solamente llevan al dolor y al sufrimiento de las víctimas de esta clase de personas autoritarias y egoístas.
Quien quiere dominar a otra persona empleará cualquier técnica disponible para conseguir sus objetivos, y puede emplear tanto la violencia física, como la verbal, e incluso herramientas de dominación tan sutiles como la manipulación, como ya hemos visto en el apartado anterior. Una relación basada en la dominación es una relación tóxica, donde existe una parte que ejerce su poder, y otra persona que sufre las arremetidas de su pareja. Son relaciones donde la víctima debe alejarse de su pareja todo lo que sea posible, ya que caerá en un abismo de sufrimiento y dolor.
Quien te quiere no te hará daño y te dejará ser libre
Como ya he dicho anteriormente, el amor es libertad, es dejar que la otra persona sea libre para amarte, para tomar decisiones, para ser responsable, para ser ella misma, para todo. El amor no es atar, no son los celos, ni las posesiones. El amor fluye y deja que cada uno sea aquello que es, y haga aquello que desea. Es un mal amor, o un amor malentendido. Es decir, no es amor.
Si alguien te impide ser quien eres, y que tomes las decisiones que tienes que tomar, es porque te quiere retener a la fuerza, te quiere someter. No aceptes los celos, ni las prohibiciones como algo propio del amor, porque no lo es. Solo con estrategias para someterte, y convertirte en la propiedad de alguien. Y si alguien hace eso es porque no quiere. Es porque te considera su objeto, no su pareja. No lo permitas. Quien te quiere no te hará daño.
Quien te quiere simplemente te amará
La persona que te quiere lo hará tal y como seas. Te aceptará, te respetará y te apoyará siempre. Quien te quiere no te hará daño. Porque eso es el amor. El amor es querer a otra persona por todo lo que es, por lo bueno y por lo malo, y no querer cambiarle, ni querer imponer nuestra voluntad. El amor es simplemente amor.
Tenemos que entender el amor como la oportunidad de ser libres y de ser nosotros mismos en compañía de la persona amada. Cuando amamos a alguien y ese amor es correspondido, todo fluye. Cuando una de las partes lo pone difícil, y siempre pone algún obstáculo, es porque esa relación no está basada en el amor, sino en un interés personal.
Debemos dejar los falsos mitos. El amor no es complicado, ni te hace daño, ni te tiene que hacer sufrir. Cuando es amor, todo es natural, y todo cobra sentido. Recuerda que el amor tiene que estar cimentado en el respeto, la libertad y el cariño mutuo. Todo lo demás no es amor. Por ese motivo, debemos cambiar nuestro modo de pensar y de percibir el amor, de ese modo evitaremos caer en relaciones tóxicas. El amor es sentimiento, y todo lo demás son simples trucos para quien quiere someter, manipular y dañar a otra persona. Si estás en una de esas relaciones deberás plantearte qué te aporta y que te hace sentir. Si sufres y te duele, lo mejor es tomar la decisión de seguir tu camino con esa persona. No permitas que nadie te someta, te haga sufrir, y te cambie hasta tal punto que no puedas reconocerte. Apuesta por un amor sano y libre. Apuesta por ti.
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online