Relación entre depresión y dolores de espalda

La depresión y sus síntomas físicos

La depresión es un trastorno del ánimo que puede sumergiros en la más absoluta tristeza, y en la apatía más devastadora que podemos llegar a experimentar. Sus efectos tienen su eco tanto en el plano emocional y psicológico, como en el plano físico. Todo lo que ocurre en nuestra mente afecta irremediablemente en nuestro cuerpo. Igual ocurre cuando nos falla la salud física, que acaba por afectarnos también en el plano menta. En este artículo nos centraremos en la relación entre depresión y dolores de espalda.

Sufrir dolores de espalda es uno de los síntomas físicos más comunes de la depresión. Sentir ese dolor cuando nuestra mente está sumergida en una tristeza tan profunda es algo muy frecuente, y debemos tenerlo en cuenta. También podemos añadir que cuando una persona sufre dolores tan agudos como pueden ser los de espalda, pueden desarrollar fácilmente un cuadro depresivo. Cuando carecemos de salud es muy común que todo nuestro organismo se vea seriamente dañado. 

Verse incapaz de hacer incluso las actividades más cotidianas por un dolor tan agudo e intenso, como son los dolores de espalda, nos puede llevar a sufrir una gran tristeza, que prolongada en el tiempo, nos llevará a sufrir la depresión. También, debido a la propia apatía y falta de energías propias de un estado de ánimo bajo, las personas que sufren depresión y se ven incapaces de realizar las actividades del día a día, pueden sufrir dolores de espalda debido a esa inactividad. Al final nuestro cuerpo y nuestra mente son un todo, y cualquier problemática mental tiene su repercusión en nuestro cuerpo, y viceversa.

La relación entre depresión y dolores de espalda es una realidad. La depresión, y los dolores de espalda, como la lumbalgia, son causas muy comunes de bajas laborales, e incapacidades en nuestra sociedad. Lamentablemente, son dos trastornos que se asocian y puede hacer que la persona que lo sufre, se vea totalmente incapacitada, experimentando un gran sufrimiento tanto mental como físico.

Relación entre depresión y dolores de espalda

La depresión tiene una sintomatología física muy dolorosa e intensa. Los pacientes que sufren este trastorno pueden desarrollar dolores de espalda, cefaleas, problemas digestivos, alteraciones del sueño, mareos, temblores, falta de energía, dolor articular, etc. Como podemos comprobar, los síntomas de este trastorno del estado de ánimo son realmente incapacitantes, graves, y dolorosos. Quien sufre depresión, además de padecer los síntomas psicológicos y emocionales, como podemos ver, también sufren serios síntomas físicos.

Por otra parte, las personas que sufren dolores de espalda, como puede ser la lumbalgia, dolor cervical, o los dorsales, pueden padecer ciertos trastornos mentales. Son dolores realmente intensos e incapacitantes. Todo aquello que nos empuja a la inactividad y al sufrimiento, tiene su eco en el plano mental. Los pacientes con esta clase de dolores de espalda pueden llegar a padecer trastornos mentales como la ansiedad, o la depresión. Y como ya hemos podido comprobar la relación entre depresión y dolores de espalda es una realidad. Es una asociación que agrava el dolor y el sufrimiento, necesitando toda la ayuda posible. 

Cuando sufrimos una depresión lo suficientemente grave, varias zonas del cerebro relacionadas con el dolor también se activan. Esto unido a una alteración de ciertas hormonas como la dopamina, al sufrir un estado de ánimo bajo propio de la depresión, nuestra percepción del dolor se ve aumentada, y comenzaremos a experimentar dolores articulares, o de espalda por ejemplo. Serán dolores asociados a la depresión, y por lo tanto potenciados por este trastorno. Por ese motivo es muy normal ver a persona con un cuadro depresivo soportando un gran dolor físico.

Con esto no digo que el dolor asociado con la depresión es irreal, sino que lo potencia, porque las áreas cerebrales de ambos, tanto del dolor como de la depresión, son las mismas, y por tanto cuando se activa esa zona por un estado de ánimo, bajo los dolores físicos aparecen y se intensifican. Y lo mismo ocurre cuando tenemos un dolor físico tan fuerte que activa la misma zona, y por tanto da paso a la temida depresión. Al final, la relación entre depresión y dolores de espalda tiene una explicación entendible. Como ya he dicho anteriormente, nuestro cuerpo y nuestra mente forma un todo, y cuando el cuerpo se ve afectado, también lo hace la mente, y al revés.

La salud física de una persona que sufre cualquier trastorno mental siempre será mala. Una mente afectada es capaz de perjudicar la salud general de cualquiera. Quien ha sufrido depresión, o ha tenido alguien cercano que la ha sufrido, ha podido comprobar como el estado físico se va deteriorando tan rápido como el estado anímico. Por ese motivo es importante hacer frente a la depresión con tal de no sufrir ninguna sintomatología física asociada.

Debemos tener siempre en cuenta la relación entre depresión y dolores de espalda. Si sufrimos dolores de este tipo debemos buscar la causa, y si no encontramos una causa directamente física, entonces tenemos que buscarla en el plano psicológico. Igualmente, si sufrimos una bajada del estado de ánimo, debemos estar atentos a los síntomas físicos que puedan aparecer. No podemos obviar el dolor ni sus causas, ni tampoco podemos mirar hacia otro lado. Cuando estamos sufriendo cualquier problemática, ya sea física o mental, debemos buscar toda la ayuda que sea necesaria. 

Cómo tratar el dolor de espalda y la depresión

El dolor de espalda siempre tiene que tener una evaluación médica, y si se requiere de una intervención fisioterapéutica y medicinal. Pero si ese dolor de espalda responde a una causa psicológica, debemos tratar el trastorno que lo propicia, como es el caso de la depresión. Una vez que tratemos nuestro estado anímico, y lo elevemos, podremos mejorar los dolores de espalda ocasionados por la depresión. Por ese motivo, antes de una intervención, debemos saber las causas de ese dolor de espalda que estamos sufriendo, y buscar la ayuda que sea más apropiada.

Cabe decir que para la depresión y los dolores de espalda que están acosados a ella, se deben tratar mediante la terapia. No existe una pastilla mágica que nos aumente ese estado de ánimo y nos alivie de esos dolores. No lo olvides. La única vía para superar un cuadro depresivo es la terapia psicológica. Gracias a ella podrás obtener todas las herramientas que necesitas para enfrentarte a esa tristeza tan intensa y a todos sus síntomas.

Si quieres afrontar la relación entre depresión y dolores de espalda con éxito, además de buscar ayuda, puedes seguir una serie de recomendaciones que pueden ayudarte conjuntamente con la terapia a vencer la depresión, y a tratar sus síntomas como es el dolor de espalda. Y dichas recomendaciones son:

  • Actívate. La depresión nos empuja siempre a la inactividad por la falta de energía, y la carencia de motivaciones. Así que, sería totalmente recomendable hacer actividades que nos permitan sentirnos activos, y centrarnos en algo positivo. Podemos empezar a hacer aquellas actividades que nos gustaban y que la depresión nos hizo dejarlas a un lado, o podemos probar cosas nuevas. Por ejemplo, podemos plantearnos hacer deporte, hacer algún curso, o simplemente pasear. Todo vale mientras nos mantengamos activos. Eso hará que nuestro estado de ánimo se eleve.
  • Relaciónate. No te aísles y vuelve a quedar con tus amistades y familiares. Comunícate y sal de casa. Es importante no quedarse solo, y buscar el apoyo en los seres más queridos y cercanos. Sentirse arropado es importante para poder combatir la tristeza y todos sus síntomas.
  • Ten buenos hábitos. Establece unos horarios para todo, y respétalo. Ten tiempo para dormir, otro para tus actividades, y otro para descansar. Come bien, y duerme en su justa medida. Es importante mantener unos buenos hábitos de salud para que nuestro estado de ánimo no se vea resentido.
  • No te exijas demasiado. Estás sufriendo una depresión, si un día te ves incapaz de hacer nada, o no tienes fuerzas para nada, no te fustigues porque no pasa nada. Tienes todo el derecho a tener días malos, y hay que aceptarlos. No quieres ser exigente contigo mismos, y cuídate lo máximo posible. Sé amable contigo mismo.

Con estas recomendaciones y la ayuda terapéutica podrás afrontar la depresión, y todos sus síntomas asociados, como son los dolores de espalda. Al final todo está en tomar una firma decisión y buscar la ayuda adecuada. La relación entre depresión y dolores de espalda puede afrontarse y superarse. Todo está en tu mano. ¡Adelante!

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

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