Salvar la relación después de una infidelidad
Que la persona que amas y quieres haya sido capaz de engañarte y traicionarte, es un golpe duro de encajar. Es un buen motivo por el cual dar por finalizada una relación sentimental, ya que reponerse al sufrimiento y el dolor que causa el hecho de que tu pareja te sea infiel es algo muy difícil de gestionar. Pero si queremos retomar nuestra relación, debemos saber que existen ciertos pasos a seguir, si queremos salvar la relación después de una infidelidad.
Las relaciones de pareja se sustentan de un pacto original, en el cual se establecen ciertos límites, como por ejemplo la fidelidad o la sinceridad. Cada uno de los miembros que conforman la pareja asume y acepta los términos que se hallan establecidos desde un principio. Por lo tanto, si se rompe alguno de esos acuerdos, la relación puede llegar a romperse. Si entre esas pautas dentro de la pareja está la fidelidad, ser infiel es un claro atentado contra la salud de esa unión.
Si es cierto que todas las relaciones de pareja tienen crisis, que suelen solucionarse de un modo rápido y constructivo, la infidelidad supone un serio golpe que puede dañar de muerte a la propia relación. Al final, ser infiel significa romper la confianza de la otra persona, ya que es un engaño y una traición tanto a nivel físico como a nivel emocional, siendo el engaño emocional mucho más grave y doloroso de lo que pudiese ser el físico.
Al final todos podemos fallar o cometer errores en nuestras vidas, sin que ello determine el resto de nuestra existencia. Después de una infidelidad se puede reconstruir una relación de pareja si existen la voluntad de conseguirlo. Se puede salvar la relación después de una infidelidad, y veremos las claves para conseguirlo en este artículo.
Qué se puede considerar como una infidelidad
Como ya he comentado en el apartado anterior, cada pareja al iniciar su relación hacen un pacto, y dentro de él pueden incluir aquellas normas que cada uno establezca, como puede ser la fidelidad, el respeto, etc. Cada pareja pondrá sus propias reglas. Cuando uno de los miembros de la pareja rompe este pacto, está traicionando a la otra persona, y eso en cierta medida se puede considerar como una infidelidad.
Pero en cierta medida, todos relacionamos la infidelidad como el engaño o la traición que ha realizado uno de los miembros de la pareja, relacionándose físicamente, emocionalmente, o en ambos aspectos, con una tercera persona. Es una situación muy difícil de gestionar, y a menudo acaba por destruir por completo la relación de pareja.
Tenemos que asumir que cada pareja establece sus propias reglas o límites. Para una será la fidelidad, pero para otras quizás no. O incluso puede haber parejas que el simple hecho de que su pareja vea pornografía o tenga amigos del sexo contrario, no lo aceptan. Entonces, si esas reglas se establecen desde el principio, y ambos las aceptan, todos aquellos actos que las vulneren, pueden considerarse infidelidad.
La pareja que tiene que superar una infidelidad tiene que reconstruir de nuevo los vínculos que les unían como pareja, y eso es realmente complicado porque aspectos fundamentales para la consolidación de una relación, como es la confianza o el respeto, han sido vulnerados. A menudo ya no se puede volver a la otra persona igual que antes de la infidelidad, debido a que uno no contempla la traición de alguien tan querida y amada, y el daño es tan grande, que no podemos gestionarlo. Así que, para salvar la relación después de una infidelidad no es algo imposible, pero requiere de voluntad, tiempo y ayuda psicológica.
La voluntad de reconstruir o no la relación
Salvar la relación después de una infidelidad dependerá sobre todo de la voluntad. y los valores que tenga quien ha sufrido esa traición. Normalmente, al sufrir ese tipo de engaño o traición grave, las personas que lo sufren suelen experimentar emociones tan negativas como el rencor o la ira. Estas emociones pueden llegar a ser un verdadero obstáculo a la hora de reconstruir las bases de una relación. Por ese motivo, es muy importante haberse librado de las emociones a la hora de superar una infidelidad, e intentar salvar la relación.
Habrá personas que por su condición no quieran seguir con la relación, y habrá otras capaces de salvar su relación. Todo dependerá de esa persona, de lo que sienta, y de sus principios morales. De ese modo, podemos afirmar que todo dependerá de la voluntad de la parte que ha sufrido esa infidelidad. Y para ello deberá desprenderse de emociones tan dañinas como es el propio rencor.
Para poder salvar la relación después de una infidelidad es importante el perdón. Si no existe la capacidad de perdonar, no se puede reconstruir ninguna relación. Con la carga que supone el no perdonar, no se puede tener la capacidad de superar ningún tipo de infidelidad o engaño.
Por último, me gustaría añadir el aspecto sexual. El sexo dentro de una pareja es siempre un acto de amor, cariño y respeto. Cuando la persona amada ha utilizado el sexo como satisfacción personal con otra persona, y ello ha sido una traición hacia nosotros, tanto el acto sexual como las muestras de cariño suelen ser todo un obstáculo para la reconstrucción de una relación. Volver a ese grado de implicación emocional a través del sexo es un auténtico reto a la hora de salvar la relación después de sufrir una infidelidad.
Así que, salvar la relación después de una infidelidad dependerá de nuestra voluntad de perdonar, de dejar a un lado emociones tan negativas como el rencor o la ira, y de tener la capacidad de volver a implicarse emocionalmente con nuestra pareja. No es una tarea fácil, pero todo se puede superar con voluntad, esfuerzo, y ayuda profesional. Si se quiere, y las condiciones son propicias, se puede reconstruir cualquier relación.
Cómo reconstruir la relación después de una infidelidad
Una vez que somos conscientes de la infidelidad, pasaremos por un momento crucial en el que tendremos que gestionar todo lo ocurrido, así como de las emociones que experimentaremos en esos primeros momentos. Es importante reponernos de esa experiencia traumática para poder hacer frente a nuestra intención de salvar nuestra relación. Para ello es esencial la ayuda terapéutica. Tenemos que encontrarnos emocionalmente fuertes para afrontar lo ocurrido, y reconducir nuestra relación de pareja.
El segundo paso es perdonar. Una vez que nos encontremos emocionalmente fuertes de nuevo, tenemos que perdonar a nuestra pareja. De ese modo nos alejaremos de las emociones tan negativas como el rencor o la ira, que son auténticos obstáculos si queremos salvar nuestra relación sentimental. El perdón nos liberará de esa carga, y podemos empezar de nuevo.
Y por último, está el hecho de volver a establecer los límites y reglas que conformarán el nuevo pacto con tu pareja. Para ello es esencial que estés bien emocionalmente, que tu mensaje sea claro y directo, y que utilices un tono firme y sereno. Es muy importante que tu pareja entienda hasta dónde puede llegar y hasta dónde no. Y si quiere salvar la relación tendrá que respetar tus nuevas reglas. Si las sobrepasa, entonces deberías tomar las decisiones que creas más oportunas, y evaluar si esa relación vale la pena o no. Porque una relación que te hace daño de forma constante, no merece la pena. Salvar nuestra relación es una muy buena opción, siempre que tengamos esa voluntad de hacerlo. Pero si la otra parte no quiere o no le interesa, lo mejor es que cada uno siga su camino. La salvación de la pareja es cosa de dos. Así que, valora si quieres seguir o no. Todo está en tu mano. ¡Adelante!
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online