Sentirse solo rodeado de personas
Podemos tener miles de amistades, podemos tener una persona que nos ama, y podemos tener personas que siempre están ahí, y sentirnos solos. Como ocurre casi siempre, la cantidad nunca es determinante. Podemos estar con miles de personas y sentir esa soledad que cala en los huesos. Una soledad que tiene que ver con conectar o no con los demás. Sentirse solo rodeado de personas a menudo es muy común, todo dependerá del grado emocional de que tengamos con esas personas, y que esas personas tengan con nosotros.
Y sentirse solo no va reñido con querer a las personas que están presentes en nuestra vida. Todo dependerá de si conectamos con esas personas o no. Si nos sentimos incomprendidos, poco respetados, o sentimos la falta de cariño, irremediablemente nos abordará una gran tristeza, y aparecerán sentimientos propios de la soledad.
La soledad que no es buscada se convierte en un gran vacío. Sentir ese vacío nos sumerge en un abismo negro de tristeza y desesperación. Es terrible no poder contar con nadie plenamente, ni conectar con aquellas personas que son importantes para nosotros. Es realmente una situación totalmente angustiosa que puede minar por completo nuestro estado de ánimo.
Es cierto que soledad es un estado útil para encontrarnos, y la oportunidad perfecta para conocernos mejor. Pero estamos hablando de algo buscado y que nace de una decisión personal. Lo realmente dañino es encontrarte en una soledad que no hemos buscado, y que se ha establecido en nuestra vida llenándonos de un gran sentimiento de desesperación y angustia. Sentirse solo rodeado de personas es realmente doloroso.
El ser humano está diseñado para conectar con los demás, y compartir un camino en común con las personas que uno elige. La soledad buscada nos ayuda a encontrar paz, e introspección, pero siempre es un estado pasajero. Todos necesitamos el apoyo y cariño de las personas que nos rodean. Necesitamos conectar siempre, y sentirnos que formamos parte de algo y de alguien. Todos necesitamos sentirnos arropados por nuestra tribu. Una tribu que nosotros elegimos y de la que queremos formar parte.
Sentimiento de soledad y vacío
Sentir que no tenemos a nadie al lado que nos comprenda, que nos apoye, y que nos quiera tal y como somos, es realmente doloroso. Ese estado nos llevará a padecer un gran sentimiento de vacío, afectándonos a todos los ámbitos de nuestra vida. Es realmente frustrante mirar en todas las direcciones y no encontrar a nadie, aunque estemos rodeados por miles de personas.
Quien se siente solo experimenta una gran sensación de vacío, y comenzará a cuestionarse su valía. Es decir, su autoestima se verá seriamente afectada. Si no hay nadie que nos valore y nos quiera, difícilmente podremos percibir todo lo bueno que hay en nosotros. Para todos es importante sentirnos aceptados y valorados, y la soledad nos arrebata esos sentimientos positivos, sumergiéndonos en una espiral de autoevaluación continua. Y recordemos que podemos llegar a ser nuestros peores enemigos. En una situación de desamparo emocional podemos llegar a boicotearnos, echándonos la culpa de todo, o no valorándonos tal y como nos merecemos.
Además esa sensación de vacío nos puede llevar a padecer ciertos trastornos como la ansiedad o la depresión. Vivir en la angustia contante de intentar conectar con los demás puede levarnos a padecer a temida ansiedad. También hay que recalcar que la soledad impuesta nos puede llevar a padecer cuados depresivos que agravarán aún más el vacío que podamos llegar a sentir. En esos estados alterados aparecen también emociones tan negativas como la desesperanza, los miedos, y la tristeza.
Sentimiento de soledad y abandono
Las personas que han sufrido un hecho tan traumático como ser abandonado por la persona amada o querida, pudiendo ser una pareja, una amistad o incluso una madre, padecerán esa sensación de vacío y de soledad extrema. Padecer un abandono de esas características crea a la persona que la sufre una sensación de soledad y desamparo que le acompañará por el resto de sus días.
Si en nuestra infancia vivimos un hecho tan traumático como es el abandono de las personas más queridas, como puede ser la figura de un padre y sobre todo de una madre, creará una sensación de indefensión en el niño que le acompañará hasta en la edad adulta. No gestionamos bien la soledad impuesta, y mucho menos cuando somos tan pequeños. Y esa soledad se instala en nuestro interior para siempre.
Sentirse solo con nuestra pareja
Como ya he apuntado antes, la clave está en conectar. Podemos estar con la persona amada, pero si no conectamos emocionalmente con ella, nos sentiremos solos. Como si estuviéramos a mil kilómetros de esa persona. Podemos amar a nuestra pareja, pero si no llegamos a conectarnos con ella, nos convertiremos en extraños. La sensación de vacío se hará más que evidente, y al final esa relación acabará por romperse en algún momento.
Sentirse solo rodeado de personas es doloroso, pero sentirse solo al lado de la persona amada lo es aún más. No llegar a conectar con esa persona tan especial para nosotros acabará por alejarnos de ella sin remedio. Sentir esa soledad junto a nuestra pareja es realmente desconcertante y descorazonador, haciendo que sintamos una gran angustia y tristeza. Por mucho que lleguemos a amar a una persona, si no conectamos con ella, al final esa relación no llegará a nada, porque os llegaréis a convertir en verdaderos extraños el uno para el otro.
Cómo superar el sentimiento de soledad
Es muy difícil gestionar adecuadamente la soledad. Cuando la sentimos también nos embargan otras emociones como el miedo, la angustia o la tristeza. Todo ese conjunto de emociones complican notablemente la situación. Para poder afrontar esos momentos de soledad impuestos deberemos:
- Aprender a valorarte. Una de las causas de que no gestionemos positivamente la soledad, es porque no nos valoramos adecuadamente. Debemos aprender a querernos y aceptarnos tal y como somos. Tenemos que convertir los momentos de soledad en oportunidades de estar con nosotros mismos, y conocernos aún más.
- No te aísles. Si no soportas algunos momentos de soledad no dudes en salir y estar con aquellas personas que quieres y te quieren. A veces no queremos estar solos, y nos dejamos llevar por esa situación, cuando podemos buscar activamente la compañía que necesitamos También podemos aprovechar esas circunstancias para salir y conocer a personas nuevas. Ello nos ayudará a sentirnos mejor y más activos.
- Haz actividades. Para no sentirse solo es recomendable hacer actividades que te permitan sentirte bien, además de acompañado. Haz todo aquello que te guste y te haga sentirte en plenitud. Quizás podrías apuntarte a ese curso de cocina que estabas postergando, o participar en caminatas por la montaña con un grupo de personas.
- Exprésate. Comienza a comunicarte con tus seres queridos. Explícales que te ocurre y todo aquello que sientes. Si conocen tu situación te podrán ayudar. Además cuando verbalizas tu dolor y le das nombre a lo que te ocurre, te facilita afrontarlo todo de un modo más efectivo y consciente.
- Valora tu soledad. Siempre habrá momentos de soledad. Aprender a disfrutarlos, centrándote en ti y solo en ti. Son ocasiones perfectas para hablar contigo mismo y conocerte mucho mejor. Disfruta de tu propia compañía.
- Busca ayuda profesional. Si no puedes gestionar adecuadamente tu soledad, y te genera un gran sufrimiento, busca ayuda psicológica. La terapia te aportará todas las herramientas para hacerle frente a tu soledad, y aprender a aceptarla.
Sentirse solo rodeado de personas es algo muy común, pero no debemos angustiarnos por ello. Quizás no conectemos con las personas que están a nuestro alrededor, y ello puede ser una gran oportunidad para aprender a valorar más nuestra soledad, valorarnos a nosotros mismos, y a empujarnos a conocer a personas nuevas que nos aporten aquello que necesitamos. Y recuerda que antes de conectar con los demás, deberías conectar contigo mismo. Una vez que te valores y te aceptes tal y como eres, los demás también lo harán. ¡Adelante!
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online