¿Qué es el Síndrome de Alienación Parental (SAP)?
Podríamos definir el Síndrome de Alienación Parental o SAP como un conjunto sintomático, que se produce en los hijos, cuando uno de los progenitores, mediante diferentes estrategias, transforma la conciencia de los niños, con el objeto de impedir, obstaculizar, o simplemente destruir sus vínculos con el otro progenitor.
Es un hecho propio de familias rotas por un divorcio difícil en el cual el hijo se convierte en una herramienta eficaz, para castigar a la expareja. Para ello se emplea como ya veremos más adelante, una clara manipulación emocional.
Cómo se produce el SAP
El progenitor que mediante una manipulación sistemática, tiene la intención de destruir la relación existente entre sus propios hijos y el otro progenitor, es el denominado “progenitor alienador”.
Para el progenitor alienador, el hecho de tener el control total de sus hijos, puede llegar a ser una cuestión fundamental para su propia vida. No son capaces de poder liberar a sus hijos de sus cadenas, y sobre todo, verlos como personas individuales con sus propias necesidades y metas vitales. Son padres o madres con una gran necesidad de tener al lado a sus hijos con tal de poder calmar la ansiedad que les produce la posibilidad de no tenerlos.
Son personas con una baja autoestima, que obtienen la satisfacción de tener la atención de sus hijos, ya que necesitan ser valorados y queridos. Tienen profundas heridas emocionales que intentan saciarlas con el control hacia sus hijos.
El progenitor que alienador es una persona que no respectará las reglas si estas tienen que ver con sus hijos, y su pérdida de control sobre ellos. Por ese motivo suelen desobedecer las sentencias judiciales. Todo gira alrededor de ellos. Por ello, es totalmente incapaz de ver las situaciones desde el punto de vista del otro, ni sentir empatía por los demás.
Siempre buscará controlar el tiempo de sus hijos cuando está con el otro progenitor. Para ellos, dejar ir a sus hijos con el otro progenitor, es como si le quitarán una parte de su vida o de su ser. Son lastimeros y muy convincentes con su sentimiento de desamparo. Llegan incluso a ser tan convincentes que llegan a engañar a las personas implicadas en su divorcio, como por ejemplo, a la policía, a los abogados o a los asistentes sociales. Son capaces de manipular a todas las personas de su entorno para conseguir lo que quieres, que es su caso es en control de sus hijos, y hacer daño a su expareja.
Su manipulación sobre los demás, y sobre todo sobre sus hijos, que siempre mostrarán una gran resistencia a ser evaluados psicológicamente y psiquiátricamente, ya que fácilmente se les desmonta toda su coartada sobre lo “malo” que es el otro progenitor y cómo manipula a sus hijos.
Comportamiento del Progenitor Alienador
Existe una serie de conductas que son similares en los progenitores alienadores, y son:
- Intenta que sus hijos no se comuniquen con el otro progenitor.
- Realiza actividades en horarios o días en los que el otro progenitor debe ejercer su derecho de visita. Así evita que sus hijos se vayan.
- Si tienen una nueva pareja, intenta por todos los medios que sus hijos le llamen “papá” o “mamá”.
- Si pueden evitarán que sus hijos reciban regalos o paquetes destinados a ellos.
- No informar al otro progenitor de nada respecto a sus hijos. Por ejemplo, de sus actividades escolares, de las fiestas que van, etc.
- Si el otro progenitor tiene una nueva pareja, hablar de forma despectiva sobre ella.
- Impedir por todos los medios que el otro progenitor aplique su derecho de visita.
- No informar al otro progenitor de citas importantes, como visitas médicas, ir al dentista, etc.
- Implicar en su manipulación a todo su entorno (padres, amigos, nueva pareja, etc.).
- Toma de decisiones importantes sin consultar con el otro progenitor, como por ejemplo, la elección del colegio.
- Intentar cambiar sus apellidos o sus nombres.
- Impedir que el otro progenitor tena información escolar o médica de sus hijos.
- Dejar a sus hijos con otra persona que no sea su otro progenitor, aunque esté disponible.
- Inculcar la idea que los regalos del otro progenitor son horribles. Si éstos son ropa, dirá que es fea y les negará poder ponérsela.
- Amenazar a sus propios hijos, si éstos quieres comunicarse o estar con su otro progenitor.
- Recriminar al otro progenitor el mal comportamiento de sus hijos.
Síntomas del Síndrome de Alienación Parental
El progenitor alienador desarrolla siempre un mensaje y una estrategia hacia sus hijos, para que éstos lleguen a rechazar al otro progenitor. Es una manipulación emocional en toda regla, que consigue que los hijos lleguen a odiar patológicamente a su otro progenitor. Que decir que esto tiene unas consecuencias altamente nocivas para el desarrollo físico, y psicológico de los niños.
En otras ocasiones, el SAP llega a provocar en los hijos un deterioro de la imagen que tienen acerca de su otro progenitor, llegando a pensar que sus padres carecen de valor, y por tanto, en su mente se “merecen” su distanciamiento emocional.
Los siguientes síntomas nos pueden indicar que se están dando el síndrome de Alienación Parental con maltrato:
- Cuando los hijos desvalorizan al otro progenitor, llegando incluso a insultarlos.
- Cuando los hijos evitan o no quieren estar con el otro progenitor.
- Cuando existe un ataque continúo de todo el entorno del progenitor alineador hacia el otro progenitor.
- Cuando los hijos no tienen en cuenta los sentimientos del otro progenitor.
- Cuando la conducta despectiva de los hijos hacia el otro progenitor se ve premiada por el progenitor alienador.
- Cuando los niños se muestran asustados ante la reacción del progenitor alienador.
- Cuando utilizar frases o expresiones dichas por el progenitor alienador, y son impropios de su edad.
- Cuando existe una claro cambio en sus conductas, siendo éstas más agresivas.
Diagnóstico del Síndrome de Alienación Parental
El síndrome de Alienación Parental está considerado como una forma de maltrato infantil. Pero sin embargo, existe una gran resistencia por parte de los profesionales judiciales, de contemplar estos abusos contra los propios hijos como una forma de maltrato. Toda herida que no se vea, es decir que sea emocional y no física, siempre lleva a una discordia. Es muy difícil que estos niños sean considerados judicialmente víctimas de abusos, independientemente del grado de los daños psicológicos sufridos por parte del progenitor alienador.
De todas formas, psicológica y psiquiátricamente, es sencillo descubrir un progenitor alienador, ya que carecen de una argumentación racional y sólida. Y se puede evaluar el daño sufrido por sus hijos. Existen pruebas psicométricas para ello. Por tanto el debate estaría en que se diera validez a las pruebas psicológicas y psiquiátricas, para condenar este tipo de maltrato infantil.
¿El síndrome de Alienación Parental es un delito?
En España, el SAP no está aún reconocido científicamente como un trastorno ni una enfermedad mental. Ni el código civil ni el Código Penal, tampoco lo contemplan en ningún de sus artículos. Por tanto, no se puede denunciar como un delito.
Pero decir que, los jueces y tribunales, llegan a admitir en Síndrome de Alienación Parental (SAP) en sus sentencias de divorcio, y de modificación de medidas. Todo ello para proteger los intereses de los menores, y con ayuda de los psicólogos judiciales, de intentar llegar a fondo de cada caso donde se de este síndrome. Todo ello tiene que ir siempre acompañado de una base teórica y de pruebas psicométricas.
Consecuencias del SAP en el niño
Los niños que padecen el Síndrome de Alienación Parental padecen una serie de trastornos emocionales, propios de un desarrollo psicológico y emocional nocivo y tóxico. Conforme van creciendo, si el progenitor alineador sigue ejerciendo su manipulación sobre ellos, los niños llegarán a ver a su otro progenitor como un ser negativo y malo para ellos.
Y entre las repercusiones encontramos por edades:
De 0 a 3 años:
- Trastornos del desarrollo.
- Problemas conductuales.
- Estancamiento del crecimiento psicomotor.
De 3 a 5 años:
- Irritabilidad
- Miedo al abandono.
- Sentimientos de culpabilidad.
- Problemas de adaptación escolar.
- Sentimiento de pérdida y tristeza.
A partir de los 6 años:
- Depresión.
- Sentimientos de abandono.
- Agresividad e ira.
- Rendimiento escolar bajo.
- Relaciones sociales pobres.
- Carencias afectivas.
- Quejas somáticas constantes.
- Tendencia al auto sabotaje.
- Poca resistencia a la frustración.
- Comportamientos destructivos.
La solución está en los padres
Proteger al menor en caso de alienación parental es una tarea muy difícil. Siempre se abarca el problema cuando el daño ya está hecho. El niño siempre depende del cuidado y el cariño de sus dos progenitores. El daño que pueda hacerle uno de ellos, hará que su estado emocional y su seguridad se vean seriamente dañados.
La solución más factible a la hora de evitar el síndrome de alienación parental es enseñar a los adultos a manejarse en su ruptura sentimental, y así no utilizar a sus hijos como armas arrojadizas. Todo divorcio debe llevarse lo mejor posible, y a veces hay que recurrir a profesionales que medien, y que vigilen el bienestar del niño.
Debemos aplicar siempre el “vive y deja vivir”. Cuando una relación se acaba, por los motivos que sea, hay que despedirse del mejor modo. Si hay hijos de por medio, hay que dejar a un lado las diferencias que se tengan, y focalizarse en las necesidades del niño.
Cómo afrontar el Síndrome de Alienación Parental
- Alienta al niño siempre a que exprese sus sentimientos, y déjale que manifieste sus emociones. Pon atención a sus palabras y al vocabulario que utiliza. En ello está las claves para poder ayudarle. Saber que le atormenta es necesario para apoyarle en su recuperación.
- Pregunta al menor cómo se siente con ambos progenitores. Es bueno que él mismo reflexione acerca de cómo les hace sentir sus padres. Es un buen método para analizar que debe cambiar el padre alienador por el bien de su hijo. Si no lo hace se deben tomar medidas judiciales que aseguren el bienestar del niño.
- Dale al niño siempre refuerzos positivos del progenitor que ha sido desprestigiado por el otro. Por ejemplo, mostrándole lo mucho que le quiere, y cómo quiere ser parte de su vida, enseñándole fotografías, o algún escrito previo. Es importante que el menor sepa que cuenta siempre con el cariño y el cuidado de su otro progenitor.
- Ofrecer ayuda psicológica al progenitor que está causando la alienación. Necesita cambiar su modo de pensar y enfocar su conducta. Algunos padres son incapaces de saber realmente el daño que están haciendo a sus hijos. Deben saber el alcance de su conducta y el daño que producen.
- Permitir que el niño se relacione de un modo normal y continuado con los dos progenitores. Pasar tiempo con ambos, ayudará a entender al niño que sus dos progenitores siempre estarán ahí para él.
- Como ocurre con los progenitores, es positivo recurrir a la ayuda profesional para tratar el daño recibido por el menor. Es importante que actúe un psicólogo infantil especializado en estos casos. Toda ayuda es necesaria para el bien del niño.
- Y por último, si la alienación continua, y el niño está siendo dañado, hay que acudir a los juzgados. En los casos en los que el progenitor alienador no acabe con su maltrato, se deben tomar medidas para proteger al niño. Para ello es importante denunciar el caso, y que los jueces determinen las medidas más oportunas para cada caso.
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online