Trastorno depresivo mayor
Las personas que sufren un trastorno depresivo mayor, afirman que las sensaciones que experimentan, se podrían parecer a caer en un profundo abismo, negro, profundo y oscuro. En el cual, una vez que caes, ya no ves la salida. Es realmente una de las psicopatologías más graves que una persona puede sufrir. Siempre es duro vivir sin esperanza, y sin un miligramo de luz. Se convierte en una vida vacía y triste.
Si un episodio depresivo, es ya una psicopatología difícil de superar, el trastorno depresivo mayor, representa necesita una lucha hercúlea para poder afrontarla, y superarla. Porque la depresión debe ser tratada, sea esta leve o más grave. Un estado depresivo sin tratar, se vuelve crónico, y este hecho puede marcar la diferencia entre ver de nuevo la luz, y sentirte bien, o vivir siempre sumergido en la negrura de la desesperanza y la angustia.
Quien padece un trastorno depresivo mayor tiene que afrontar al día a día con mucha dificultad. Es imposible dar un paso cuando estás falto de toda energía. La vida puede volverse muy cuesta arriba cuando no el cansancio y la apatía se han apoderado completamente de ti. Además, este tipo de trastornos dejan secuelas no solo psicológicas o emocionales, sino también físicas, como por ejemplo, las alteraciones del sueño, o desórdenes alimentarios. Todo ello, llevará a la persona que sufre esta psicopatología a una situación realmente adversa para ella.
No podemos minimizar ni infravalorar este tipo de trastornos. El daño que realizan en las personas que lo sufren, es realmente devastador y desolador. Una enfermedad que te quita la alegría, las energías, y las ganas de vivir, es realmente angustioso. Es una verdadera hecatombe emocional, que necesita de un tratamiento continuo para poder afrontar, y superar esta psicopatología.
Síntomas del trastorno depresivo mayor
Entre los síntomas más comunes del trastorno depresivo mayor están:
- Episodios ansiosos.
- Cansancio extremo.
- Falta de energías.
- Ganar de llorar constantes.
- Hipersensibilidad.
- Sentimiento de tristeza.
- Alteraciones del apetito.
- Desórdenes del sueño.
- Episodios de ira.
- Sensación de vacío.
- Desesperanza.
- Pensamientos negativos recurrentes.
- Problemas físicos, como cefaleas, o malestar digestivo.
- Pérdida de placer por cosas que antes si tenían.
- Falta de motivación.
- Dificultad para concentrarse.
- Posible idealización acerca de la muerte.
Tipos de depresión mayor
A cada persona, la depresión le ataca de un modo diferente. Hay personas que sufrirán una serie de síntomas, y hay otras personas que sufrían otros. Todo dependerá de las características personales de cada uno. Pero sufrir unos síntomas y no otros, nos ayudan a poder clasificar que tipo de trastorno depresivo mayor está sufriendo una persona. Y los tipos de depresión mayor son:
- Depresión ansiosa: este tipo de trastorno depresivo mayor, se caracteriza por alternar síntomas depresivos con otros propios de la ansiedad. Es una depresión donde existe un deseo constante por parte de la persona que la sufre, de querer controlarlo todo, por el miedo que padecen a todo.
- Depresión combinada: son cuadros depresivos que se caracterizan por momentos de euforia, y de energía desbordante, y momentos en los que la persona no tiene fuerzas ni para levantarse de la cama.
- Depresión melancólica: es un tipo de depresión mayor que se caracteriza por una tristeza constante y persistente, donde la persona se sumerge en una profunda apatía, y donde no puede realizar las tareas propias del día a día. Es una depresión totalmente incapacitante, y persistente.
- Depresión Atípica: es un tipo de depresión mayor, en el cual la persona no sufre los síntomas propios de la depresión durante todo el tiempo, ni con la misma intensidad, además de poder experimentar momentos de felicidad y de gran motivación.
- Depresión psicótica: son depresiones que pueden estar asociadas o dar inicio a otras enfermedades mentales. Se caracteriza por experimentar alucinaciones, y sensaciones alejadas de la realidad. Tiene una sintomatología muy intensa y grave.
- Depresión estacional: este tipo de depresión se produce con los cambios de estación. Normalmente, aparecer en el cambio del otoño al invierno, y tiene que ver con la falta de luz solar. Su sintomatología suele remitir con la llegada del calor y el aumento de las horas de sol.
- Depresión postparto: se caracteriza por la aparición de los síntomas propios de la depresión, una vez que la mujer ha dado a luz. Suele tener un buen tratamiento, y los síntomas suelen remitir una vez, se vuelva todo a la normalidad.
- Catatonia: es un tipo de depresión mayor que se caracteriza por alteraciones de las funciones motoras, adoptando posturas rígidas, o movimientos repetitivos involuntarios.
Origen de las depresiones
El origen de las depresiones mayores se encuentran en alteraciones bioquímicas del cerebro. También puede deberse a diversas deficiencias en las segregaciones de ciertas hormonas, o incluso por culpa de otras enfermedades relacionadas. Este origen orgánico hace que las personas puedan sufrir un cuadro depresivo, sin que haya una explicación aparente. Es la denominada: depresión Endógena.
Cuando la depresión se produce por un estímulo externo adverso, como puede ser la pérdida de un ser querido, o afrontar una situación muy negativa, sufrir un cuadro depresivo es la consecuencia de estar sufriendo esa experiencia personal. Entonces podemos hablar, que hay un tipo de ansiedad que tiene su origen en una experiencia externa negativa. Es la denominada: depresión Exógena.
Cómo combatir el trastorno depresivo mayor
El trastorno depresivo mayor se debe combatir de dos formas: la medicación y la psicoterapia. Cuando el cuadro depresivo es tan intenso que la persona se ve incapaz de estar receptiva ante la terapia psicológica, se debe barajar la posibilidad de aplicar un tratamiento farmacológico complementario.
La terapia psicológica debe ser la herramienta principal, por no decir la única, a la hora de superar la depresión. Pero a veces, si la depresión es demasiado grave, la medicación, puede ayudar a que la persona recupere un estado de ánimo propicio, para recibir de forma efectiva la psicoterapia.
Decir que no existen los atajos, no existen pastillas contra la tristeza. No existen los milagros. Para combatir la depresión, se necesita tiempo y esfuerzo. La persona que la sufre, debe poner todo de su parte, y seguir las indicaciones terapéuticas que se le marquen. De ese modo, podrá afrontar esa profunda tristeza y apatía que siente, y comenzar a ver la luz. Así que, ¡adelante!
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online
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