¿Qué es el agotamiento emocional?
Todos nos hemos sentido sobrepasados por las circunstancias y por las adversidades. Nos hemos sentido profundamente agotados, tanto a nivel emocional como psicológico. Ello surge a raíz de estar expuestos a situaciones de estrés elevado, problemas, o exigencias de cualquier tipo. Si todos estos factores se prolongan en el tiempo, podemos llegar a padecer agotamiento emocional.
El agotamiento emocional es una experiencia en la cual la persona se ve sobrepasada por todo. Son momentos en los que siente una gran incapacidad para afrontar el día a día, y el nivel de fatiga psicológica y emocional se va acumulando hasta llegar a ser patológico.
Siempre que aparece el agotamiento emocional es porque están llegando cambios vitales importantes, y existe una larga lista de problemas que deben ser atendidos, ya que no se pueden quedar sin resolver. Dicha fatiga es el resultado directo de exigirnos afrontar todos esos cambios, y problemas pendientes, y no poder dar más de lo que podemos dar, o bien no darnos tiempo a reponernos entre desafío y desafío. Tener varios frentes abiertos, hace que esa fatiga emocional esté presente y nos envuelva irremediablemente, llegando incluso a enfermarnos.
Cuando estamos sometidos a un gran agotamiento emocional, tenemos una constante sensación de estar abrumados, sobrepasados, y enormemente fatigados mentalmente. Son sensaciones que nos paralizan por completo, y nos impiden avanzar. Llega a afectarnos hasta tal punto, que realizar la más pequeña de las tareas, nos puede suponer un esfuerzo titánico.
Si nunca has sentido agotamiento emocional, puedes hacerte una idea, realizando el siguiente ejercicio de visualización. Imagínate, por un momento, el cansancio y la fatiga que has padecido en esos días de trabajo intenso. Es un cansancio que hace que nos duela todo, y nuestra mente se enturbie por completo. Pues imagínate que, después de acabar esa jordana agotadora, comenzará otra, y luego otra, y así hasta el infinito. Cada vez te sentirías más cansado y fatigado. Trabajarías peor porque tu mente y tu cuerpo no responderían como tú quieres, o como exige el trabajo, y al final llegaría el colapso de todo el organismo. Pues el agotamiento emocional es similar a ello. Cuando se padece es porque nuestra mente ha llegado hasta un límite patológico de cansancio extremo.
Los daños para la salud en general, que puede ocasionar el agotamiento emocional, son muy elevados. Por ese motivo es fundamental que podamos identificarlo, con tal de poder remedio antes que nos merme por completo nuestra salud. A continuación, te proporcionaré algunas estrategias efectivas para que puedas prevenir y superar el agotamiento emocional. Espero que te ayude y te sea de utilidad. ¿Nos ponemos a ello?
Cómo identificar el agotamiento emocional
Lo primero que se debe hacer para saber si estamos sufriendo un agotamiento emocional o no, es recordar todas las situaciones estresantes o problemas que hemos padecido en los últimos meses. Tenemos que identificar su intensidad, y cómo hemos reaccionado ante ello. Saber todos esos datos es esencial para identificar si estamos sumergidos en un agotamiento emocional, ya que este requiere una acumulación de exigencia y estrés determinados. Además, este tipo de agotamiento puede aflorar una vez hayamos solucionado todos nuestros problemas, y estemos más relajados. Debemos detectar si hemos estado expuestos a niveles altos de estrés y ansiedad durante un tiempo prolongado, ya que ello nos empuja a llegar a padecer el temido agotamiento emocional.
Para poder identificar si sufres agotamiento emocional, debes hacer un ejercicio de autoobservación, e identificar algunos de los siguientes síntomas:
- Irritabilidad y nerviosismos durante la mayor parte del día.
- Puedes llegar a sufrir dolores musculares, problemas digestivos, o cefaleas de forma constante.
- Dificultad para concentrarte, y problemas de memoria.
- Falta de motivación, y un estado anímico bajo.
- Alteraciones del sueño (normalmente insomnio e incapacidad para conciliar el sueño).
- Sensación de estar sobrepasado por todo, y sin fuerzas para continuar.
- Predisposición al consumo de sustancias (especialmente cannabis, y alcohol).
- Facilidad para el llanto.
- Incapacidad para disfrutar del momento.
- Problemas para sostener relaciones interpersonales.
Consecuencias
Todos los síntomas descritos en el anterior punto son la consecuencia más palpable y visible del agotamiento emocional, cuando este no es tratado adecuadamente. Cuando no se efectúa un tratamiento a tiempo, la persona que sufre este tipo de fatiga emocional, desarrollara graves problemas de salud, tanto a nivel físico (como puede ser las alteraciones digestivas y las cefaleas), como a nivel psicológico (como son la depresión o la ansiedad).
De igual modo, el agotamiento emocional trae consigo serios problemas de autoestima. La persona que lo padece, se siente totalmente desbordada por todo, y se siente incapaz de reaccionar como las circunstancias lo requiere, y eso merma el concepto positivo que tiene acerca de ella misma. Desconfiar de las propias capacidades nos paraliza totalmente, y el agotamiento emocional produce una gran sensación de incapacidad, es decir, convierte cualquier pequeño obstáculo, en un gran sacrificio personal.
Saber abordar y tratar el agotamiento emocional es fundamental. De ese modo evitaremos sufrir las consecuencias de este tipo de cansancio mental. Por ello, a continuación, te indicaré una serie de estrategias para poder hacerle frente al agotamiento emocional.
Cómo combatir el agotamiento emocional
- Establece tus responsabilidades y límites. Como primera estrategia, te aconsejaría que, para combatir el agotamiento emocional, tienes que reorganizar tu vida. Es esencial que vuelvas a plantearte tus prioridades, y aquello que tienes que hacer y lo que puede esperar. Es decir, hacer lo urgente, e ir haciendo lo demás basándonos en una cuestión de prioridades, sin sobrepasar nuestras energías. Cada uno tiene sus propias responsabilidades, no quieras abarcar más de lo que puedes. Si lo haces enfermarás. Por tanto, organízate el día basándote en tu disponibilidad real, y no sobrepases esos límites que te has marcado. Nadie puede hacerlo todo, y hacerlo ya. No te autoexijas en demasía.
- Reserva un tiempo para ti. Después de un día agotador, todos necesitamos de ese momento solo para nosotros mismos. Cada día resérvate un tiempo que sea solamente para ti. Descansa, haz algo que te guste, etc. Haz lo que quieras, pero que te permita desconectar y estar contigo mismo.
- Permite los errores. No eres perfecto. Nadie lo es, así que no te exijas demasiado. No te conviertas en tu peor enemigo. Si fallar, o no llegas a realizar alguna cosa que tenías marcada, no pasa nada. No te sientas culpable por ello, o lo pospones o delega. Permítete ser imperfecto.
- Realiza una lista de prioridades. Siempre planifica lo que vas a hacer. Debe de ser una lista organizativa realista. Ten en cuenta el tiempo y tus energías. Y ves siempre priorizando. Ves de la verdaderamente importante a lo que no lo es tanto. Sobre todo haz las cosas de una en una, y paso a paso. No te estreses, ni te fustigues si no consigues los objetivos marcados. De ese modo podrás alejar a tu mente del agotamiento.
- Delega en los demás. Si no llegas a realizar cualquier cosa, por el motivo que sea, pide ayuda y delega esas responsabilidades en los demás. No quieras hacerlo todo, porque eso es imposible, y solo conseguirás dañarte emocionalmente. Así que apóyate en los demás, y deja que los demás hagan aquello que tú no puedes realizar.
- Expresa tus emociones. Es muy importante que aprendas a verbalizar aquello que sientes. No te quedes nada para ti, si no harás que esa presión interna crezca y derive en diversas patologías como la ansiedad. Por tanto, si te sientes sobrepasado, pide ayuda y apoyo. Si expresas lo que sientes, también te ayudará a que los demás entiendan tu situación, y sepan cómo ayudarte.
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online