Dejar de hablar a alguien como castigo
Hay personas que conocen lo efectivo es dejar de hablar a alguien como castigo. Si no obtienen lo que quieren de esa persona, o simplemente quiere castigarla por algún motivo, entonces dejan de hablarle. Es un modo de ningunear y hacer el vacío a la otra persona, que le empujará a hacer lo que sea por recuperar la relación con quien le ha quitado la palabra. Al final, el silencio como manipulación es realmente efectivo, ya que logra que las víctimas acaben sometiéndose a la persona que la manipula sin cuestionarse lo que está ocurriendo.
El silencio es un método de manipulación emocional muy efectivo. Los manipuladores emocionales simplemente quieren conseguir cualquier objetivo que desean, sin importarles el daño que puedan llegar a hacer a cada una de sus víctimas. El silencio como manipulación es una técnica muy efectiva, ya que no queremos ser ninguneados por las personas que queremos o que están cerca. El cariño, la confianza o incluso el amor son factores que aprovechan esta clase de manipuladores para utilizar a sus víctimas como quieren, y alcanzar mediante ellas aquello que desean conseguir.
Una víctima, al encontrarse en la situación de que la otra persona no le habla, se sentirá confusa e insegura. No sabrá como actuar, y al final hará todo lo que la persona manipuladora quiera, con tal de que le vuelva a dirigir la palabra. El silencio es un gran castigo capaz de someter a cualquier víctima. A nadie le gusta que la persona que quiere y aprecia le ningunea retirándole la palabra.
Los manipuladores emocionales solamente miran por ellos, y por conseguir todo lo que quieren. Saben castigar a sus víctimas cuando estas no acceden a hacer lo que ellos quieren. Suelen emplear la culpa, el silencio o incluso la violencia para conseguir que sus víctimas se sometan a sus voluntades. El silencio como manipulación puede generar un gran sufrimiento y dolor en las víctimas, como veremos en este artículo. Y descubriremos como podemos hacer frente a esta clase de manipuladores.
Cómo es el perfil de quien utiliza el silencio como manipulación
Quien retira la palabra a alguien cercano, y supuestamente querido, para castigarle, tiene como objetivo conseguir que al final esa persona haga aquello que quiere. El silencio como manipulación es una herramienta eficaz, para castigar y de ese modo someter a la víctima. Esta clase de manipuladores emocionales tienen unas características comunes, y es esencial aprender a identificarlas para no caer en sus manipulaciones. Y entre dichas características encontramos:
- Personalidad narcisita. Se creen el ombligo del mundo. Todo tiene que girar alrededor de ellos. Y tienen la creencia que, todas las personas que están a su alrededor tienen que estar siempre dispuestas a realizar sus voluntades. Si no consiguen lo que quieren, castigarán a sus víctimas, y pueden hacerlo con el silencio o quizás con la culpa.
- Inmadurez emocional. No son capaces de gestionar nada de un modo maduro. Opinan que las relaciones solamente sirven para que puedan alcanzar todo aquello que desean. Si no pueden conseguir alcanzar sus objetivos, caerán en emociones tan negativas como la ira, la rabia, o la desesperación.
- No son empáticas. Esta clase de personas son incapaces de ponerse en el lugar de los demás. Ellos perciben a sus amigos, familiares y pareja, como simples objetos necesarios para cubrir o alcanzar a aquello que desean. No les importa lo más mínimo el daño que puedan llegar a hacer.
- Autoestima baja. En el fondo son personas que se perciben a si mismas de un modo negativo. Saben que necesitan a los demás para todo, siendo personas poco capaces y autónomas. Esa baja autoestima les empuja a dominar a los demás y sentirse superiores en cierta medida.
- Son controladores. El control es su mejor arma. Gracias a controlar a todo su entorno, sienten algo de paz y desasosiego. Para poder controlar a los demás tienen que someter a sus víctimas, y lo hará mediante el chantaje, la manipulación, o incluso el abuso.
- Pueden ser violentos. La manipulación puede ser efectiva durante un tiempo, hasta que la víctima se da cuenta de lo que sucede. Si la víctima no accede a sus deseos o voluntades, pueden ser violentos, y utilizar el abuso.
El silencio como manipulación
La manipulación o el chantaje son dos herramientas muy efectivas para someter a una víctima, y conseguir de ella todo aquello que el manipulador quiere. Hacerte sentir culpable, hacerse la víctima, o hacerte chantaje, son las tácticas preferidas por estos tipos de manipuladores para someter a sus víctimas. Consiguen su atención, y que hagan aquello que ellos quieren. Pero las manipulaciones tienen fecha de caducidad, y al final las víctimas acaban por rebelarse. Si esta rebelión de la víctima es momentánea, los manipuladores intentarán castigarle para que vuelvan a acceder a sus voluntades. El silencio es un gran castigo que puede hacer que la víctima se sienta tan mal, que acceda a las manipulaciones para que vuelva a dirigirle la palabra.
Podríamos considerar el silencio como manipulación como una forma grave de maltrato. Los manipuladores, al utilizar este tipo de castigo emocional, toman una postura totalmente agresiva, retirándole la palabra y ninguneando a su víctima. Quien es el objetivo de ese castigo puede llegar a sentirse realmente mal, y percibirse como una mala persona, cuando simplemente es la víctima de este tipo de manipulación. Es un enorme abuso, que genera mucho dolor y sufrimiento. El manipulador siempre conoce a su víctima, y por tanto, quien emplea el silencio como castigo sabe el daño que va a hacer a la otra persona, y como al final conseguirá que vuelva a hacer lo que él quiere. Así que, que alguien te retire la palabra no es algo sin importancia, es un auténtico maltrato.
Los conflictos y las disputas siempre se deben abordar de un modo sano y constructivo. Hablando sobre los conflictos con la persona interesada, es lo más maduro que podemos hacer. Pero quien utiliza el silencio como manipulación para castigar a los demás, solamente porque no han accedido a hacer el manipulador deseaba, es un auténtico maltrato psicológico. Debemos aprender a seleccionar a las personas que están a nuestro alrededor. Es importante, y todos deberíamos centrarnos en nuestro bienestar. Es nuestra responsabilidad. Y debemos unirnos a personas que suman, y no a personas que nos hagan daño de cualquier forma. No debemos permitirlo.
Como afrontar el silencio como manipulación
Tenemos que ser muy conscientes que, una persona que es capaz de castigarnos con el silencio, es porque no nos quiere, y solamente quiere utilizarnos. Toda relación, sea del carácter que sea, debe basarse en pilares tan fuertes como el cariño, el respeto, o la libertad, entre otras. Todo aquel que use una relación para someter a la otra persona, es porque no le quiere de verdad, y solo la considera un objeto para conseguir todo aquello que desea. Esas relaciones siempre acaban siendo tóxicas, y generando mucho dolor y sufrimiento.
Los manipuladores emocionales son realmente depredadores. Saben escoger a sus víctimas, y siempre se fijarán en personas bondadosas, capaces de confiar en los demás. Se aprovechan de ellas, y no permitirán ningún tipo de negativa. Es decir, si una víctima es capaz de negarse a hacer algo por esa persona, recibirá un castigo como es el silencio. Así que, si logras identificar qué ocurre, y que estás siendo víctima de un manipulador emocional, deberías tomar algunas decisiones, y la mejor decisión que puedes tomar es alejarte de esa persona. Piensa que por sus características personales y psicológicas, nunca cambiarán, y si no consiguen lo que quieren de ti, simplemente, buscarán otras víctimas. El único apego que tienen contigo son cubrir sus necesidades, sean las que sean, y si no alcanzan sus metas te castigarán por ello, e incluso, en el mejor de los casos, se irán de tu lado.
Caer en las trampas de un manipulador emocional es sencillo, porque se ganan nuestra confianza antes de ejercer sus manipulaciones y chantajes. Normalmente, solemos identificar qué ocurre cuando el daño que nos han hecho esta clase de manipuladores es enorme. Estar al lado de una persona manipuladora nos puede acarrear serias secuelas psicológicas y emocionales, como es la ansiedad, la depresión, o la destrucción de nuestra autoestima. Consiguen arrebatarnos todo lo que somos, para convertirnos en su sombra, y eso destruye a cualquier víctima.
Por todo ese dolor y sufrimiento, si logramos identificar que la persona que tenemos al lado nos manipula, y nos hace daño constantemente, debemos tomar la firme decisión de alejarnos. Somos nuestra responsabilidad, y debemos aprender a seleccionar las personas que entran en nuestras vidas. No podemos estar con alguien que nos resta y nos hace tanto daño. No debemos perder el tiempo y las energías con personas así. Y si no sabemos cómo gestionar todo ese dolor, debemos buscar ayuda psicológica. Gracias a ella podemos reconstruirnos y sentirnos bien de nuevo. ¡Adelante!
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online