Escucha a tu tristeza

Escucha a tu tristeza

Todos hemos experimentado la tristeza en algún momento de nuestras vidas. Es una emocional normal y muy común. Suele aparecer siempre que atravesamos un mal momento. A veces aparece sin más, pero incluso en estos casos, tiene algo que decirnos, porque algo que no sabemos no funciona bien, o necesitamos un cambio en nuestras vidas. Por ello escucha a tu tristeza.

Ya he dicho que la tristeza es una emoción de lo más normal y común. Pero todos hemos tenido que reprimirla o esconder aquello que sentimos. Pero cuando estamos tristes siempre dejamos un rastro visible, tanto para los demás como para nosotros mismos. Intentar acallar a nuestra tristeza, hace que empeore la situación. Escucha a tu tristeza, porque solamente así podrás superarla. Verbaliza todo lo que ocurre en tu interior, y garantizarás que esa tristeza que sientes no estará contigo para siempre.

Es muy cierto que, culturalmente, nos han inculcado que debemos dejar la tristeza a un lado, y aparentar ser fuertes. Es una actitud muy peligrosa, ya que las emociones no se pueden reprimir, y cuando se intenta hacerlo, estas se intensifican. La tristeza no es cosa de personas con falta de voluntad o actitud, sino que es un estado emocional que todos, en un momento u otro, lo experimentamos.

Es importante que escuches a tu tristeza, siempre aparece cuando tienes que cambiar algo en tu vida, o cambiar algo en ti mismo. De nada sirve intentar escapar de ella, simplemente deja que te diga lo que tiene que decirte. Esa es la única forma de hacer que desaparezca. Haz los cambios que necesitas.

¿Por qué aparece la tristeza?

Escucha a tu tristeza. Ella aparece siempre por diversos motivos. Puede que sea por una pérdida de empleo, una ruptura sentimental, o el padecimiento de una enfermedad. Son estos algunos ejemplos. La tristeza siempre aparece cuando tenemos que afrontar algo serio. Viene a recordarnos que tenemos que reaccionar y afrontar todo lo que venga.

El problema de la tristeza es cuando no sabemos gestionarla adecuadamente. Entonces estas emociones negativas nos paralizan, y se convierten en dueñas de nosotros. Escucha a tu tristeza, es muy importante, ya que de ese modo podremos identificarla, y superarla.

Si la tristeza consigue instalarse en nuestras vidas, puede hacer verdaderos estragos en nuestro estado anímico, en nuestro comportamiento, y en nuestros pensamientos. Tenemos que llegar a ser capaces de mirarla directamente, observarla y analizarla, porque siempre tiene un mensaje que trasmitirnos. Por poner algunos ejemplos:

  • Cuando la tristeza aparece después de sufrir una ruptura, sea cual sea esta, habrá un proceso de duelo que debemos de afrontar. Sentir en este caso, tristeza, nos ayudará a pasar página y seguir nuestro camino.
  • Si la tristeza aparece cuando estamos sufriendo una enfermedad, esta nos permite que adquiramos una verdadera conciencia, de lo vulnerables que podemos llegar a ser. Sentirnos triste puede ser un gran estímulo para que aprendamos a mirar hacia adentro en vez de hacia fuera.
  • Ante una mala racha, estar tristes nos puede ayudar a plantearnos algunos cambios en nuestras vidas. Quizás el camino que hemos seguido hasta ahora deje de sernos válidos.

Realmente podemos sacar algo de provecho del hecho de sentirnos tristes. La tristeza nos puede servir para parar y reflexionar acerca de lo que estamos viviendo. Gracias a ello podemos aprender de la experiencia, y buscar las salidas más adecuadas. Escucha a tu tristeza, siempre tendrá algo que decirte. Quizás necesites cambiar algo. Si es así, hazlo.

Síntomas que pueden ocultar la tristeza

La tristeza es una emoción muy común y fácilmente apreciable. Todos hemos sufrido episodios de tristeza, y sabemos que se siente. Pero también existe una serie de síntomas que pueden ocultar una tristeza subyacente, y estos son:

  • Mal humor o rabia. Los estados de furia a menudo son el disfraz perfecto de la tristeza. Es simplemente el modo que tienen algunas personas de liberarse de ese estado.
  • Cansando, lentitud, o dolores musculares. Las emociones siempre se expresan tanto a nivel psicológico como físico. A veces la tristeza se manifiesta mediante algún trastorno de tipo psicomotor o de dolor. El estado anímico nos afecta físicamente, y viceversa.
  • Incapacidad de concentración. Cuando una persona sufre una alteración anímica, su capacidad para poner atención en cualquier asunto o persona se ve mermada. Toda nuestra mente se centra solo en la propia tristeza, y no nos permite ver más allá.
  • Mayor sensibilidad. Es otro de los síntomas que pueden esconder la tristeza. Esta emoción nos hace mucho más sensibles y empáticos con las emociones ajenas, y nos conecta con todo lo que nos rodea de un modo más sensitivo.

Escucha a tu tristeza para superarla

Para poder superar cualquier momento triste y desalentador, escucha a tu tristeza. Si no le prestas atención, poco a poco ese bajo anímico te dañará profundamente, creándote heridas en el alma y en la mente. La vida dejará de tener sentido para nosotros, y simples gestos, cómo levantarse de la cama, será toda una odisea. Caeremos, de ese modo, en la temida depresión.

Escucha a tu tristeza en primer término para combatirla. Después, el siguiente paso, es aceptarla, y aceptar lo que quiere decirnos. De nada sirve negarla, o mirar hacia otro lado. La tristeza no desaparecerá hasta que no le prestes la atención que te requiere.

Expresa todo lo que sientes en esos momentos de intensa tristeza. Ese hecho te ayudará a expulsar toda esa presión que se acumula en tu interior, además le podrás dar información a las personas que te rodean de cómo pueden ayudarte.

Por todo ello llora cuando lo necesites. Grita, chilla, o estalla. No te guardes ni reprimas tus emociones. Si intentas retenerlas en tu interior, harás que te hagan verdadero daño. Así que deja atrás tus miedos, y deja que tus emociones se expresen como quieran.

No debemos olvidar el llanto. El hecho de llorar es un verdadero ejercicio de limpieza del alma. Nos permite deshacernos de todo ese dolor que llevamos dentro, y exteriorizarlo. De ese modo podremos aliviar esos momentos más oscuros y tristes.

Busca también actividades que te hagan sentir bien contigo mismo, y te ayuden a elevar tu estado anímico. Por ejemplo, comienza a hacer de nuevo aquellas cosas que te gustaban y disfrutabas de ellas, como puede ser tocar algún instrumento, o montar en bicicleta.

Es positivo mantener unos hábitos fijos y cotidianos para combatir la tristeza. Entre esos hábitos están el descansar correctamente, comer saludablemente, y tener una rutina de actividades diarias establecidas.

Escucha a tu tristeza, siempre tiene algo que decirte. Normalmente te muestra que algo va mal en tu vida, y que debes hacer ciertos cambios. Hazlo. Quizás te cueste horrores al principio, pero si vas introduciendo pequeños cambios que necesitas, conseguirás que la tristeza se aleje de tu vida.

Y por último, decir, que si no consigues por ti mismo combatir y vencer la tristeza, busca ayuda profesional. Podrás tener todo el apoyo que necesitas, y te proporcionará estrategias personales para que puedas superar ese estado de ánimo bajo.

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

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