Para qué sirve perdonar
A todos nos han herido alguna vez en nuestras vidas. Quien nos hace daño siempre son personas cercanas y queridas, porque las demás simplemente son personas que no están en nuestras vidas. Y cuando alguien es capaz de hacernos tanto daño que el dolor es insufrible, nos preguntamos para qué sirve perdonar. En este artículo nos centraremos en el poder del perdón y de la necesidad de ser capaces de perdonar.
Cuando alguien nos hace daño y no somos capaces de perdonarle, dejaremos que emociones tan nocivas y dañinas como el rencor o la ira se apoderen de nosotros. Dar paso a esas emociones nos destruye, y nos convierte en la sombra de quien fuimos. Nos convierte en personas presas de ese dolor, y ese sufrimiento se quedará alojado en nuestro interior si no somos capaces de perdonar. No podemos caer en el error de centrarnos en el daño que nos ha hecho, y dejar que nuestras vidas queden limitadas por esa experiencia que tanto dolor nos ha causado.
Emociones como el rencor o la ira generan un gran sufrimiento a quien las padece, e incluso puede generarnos la necesidad de vengarnos, y devolverle todo ese dolor que nos ha hecho esa persona. Pero lo cierto es que el rencor, la ira, o la necesidad de vengarse solo afecta a quien lo padece, la persona a la que va dirigida posiblemente esté viviendo su vida sin fijarse en lo que sientes. Por lo tanto, todo ese dolor solo afecta a quien lo sufre, y nada más, y el perdón puede librarnos de toda esa carga, y todas esas emociones negativas, permitiéndonos seguir con nuestras vidas.
Cuando hablamos de perdón no estamos hablando de olvidar lo ocurrido, ni tan siquiera de ir a esa persona y decirle que la perdonamos. El perdón se trata de un trabajo personal, de perdonar para deshacernos de ese dolor y seguir con nuestras vidas. No tiene nada que ver con perdonar y continuar como si nada, ni tampoco de tener el mismo contacto con esa persona, el perdón es algo que debe partir de nosotros, y ser para nosotros mismos. Uno tiene que aprender a perdonar para liberarse de todo ese dolor, y de todas esas emociones que tanto nos dañan. Si conseguimos perdonar podremos pasar página y seguir con nuestro camino.
Si te preguntas para qué sirve perdonar, decirte que el perdón nos ayuda a liberarnos del sufrimiento y el dolor que alguien nos ha causado. Al perdonar podemos dejar atrás a esa persona y al daño que nos ha hecho, y seguir con nuestras vidas. Es esencial que aprendamos a perdonar e incluso a perdonarnos, porque gracias a liberarnos de esa pesada carga podremos volver a ser nosotros mismos y seguir con nuestras vidas sin mirar atrás.
Es necesario aprender a perdonar
Todos cometemos errores, y a veces hemos dañado a los demás sin tener la intención de ello. No siempre dañar a alguien significa intencionalidad, puede deberse a muchos factores, como por ejemplo malos entendidos, o percepciones distorsionadas acerca de la conducta o las palabras de quien nos hizo daño. Por lo tanto, estos casos ejemplifican la necesidad de perdonar. Al final se trata de deshacernos de todo eso que nos ha dañado, y volver a centrarnos en nosotros mismos.
Cierto es, que en la mayoría de las veces quien nos hace daño lo hace intencionadamente. En estos casos, y por encima de todo, es necesario perdonar. No debemos darle vía libre a emociones tan dañinas como la ira o el rencor. Dejar que toda esta vorágine de emociones se adueñe de nosotros nos generará un sufrimiento y un dolor que puede llegar a destruirnos por completo. Es más importante tener paz y sentirnos bien que sentir odio o rencor a alguien que nos hizo daño, e incluso que tengamos la necesidad de vengarnos. Todo ello no nos lleva a nada sano y constructivo. Si te preguntas para qué sirve perdonar, decirte que gracias a él podemos liberarnos de nuestro dolor. Lo mejor es perdonar y seguir con nuestras vidas. Es la mejor decisión.
Cuando alguien tiene algún conflicto con otra persona que tiene que resolver, su mente estará centrada en ese hecho, y no nos permitirá poder centrarnos en nosotros mismos, y en nuestras vidas. Perdonar es liberarse de toda esa carga. Nadie que nos haga daño merece que estemos pendientes de esa persona. Merecemos ser felices, y no dar paso voluntariamente a esas emociones que tanto daño nos generan. Tenemos que apostar por nosotros, y dejar todo lo malo atrás. Y la única vía para conseguirlo es a través del perdón.
El perdón como una liberación
El perdón no significa olvidar, pero es la única forma de pasar página. Cuando perdonamos tenemos que hacerlo para nosotros mismos, no para la persona a quien va dirigido ese perdón. Por lo tanto, no hace falta decirle a esa persona nada, simplemente debemos perdonarle y ya está. Al perdonar es asumir que fuimos dañados, pero que ese dolor no se ha adueñado de nosotros. No lo hemos permitido, y nos habremos liberado de esa pesada carga. Porque el rencor o el odio son una carga que nos subyuga y nos hace prisioneros, convirtiéndonos en la sombra de quienes somos. No vale la pena dar paso a esas emociones, ni llevar a cuestas, esa pesada mochila.
Hasta ahora solo hemos hablado de perdonar quien nos hizo daño, pero a veces necesitamos perdonarnos a nosotros mismos. A menudo podemos convertirnos en nuestros peores enemigos, y hacernos más daño de lo que nadie puede hacernos. Todos somos susceptibles de cometer errores y fallos. Nadie es perfecto, y debemos asumirlo. Si caemos no debemos ser rígidos ni implacables con nosotros, sino asumir esas imperfecciones. Porque todos tenemos defectos y fallos, pero también tenemos virtudes. Por ese motivo, debemos aprender a centrarnos en todo lo bueno que hay en nosotros, y mejorar todo lo que podamos mejorar. Debemos aprender a ser más amables con nosotros mismos, y aceptar todos nuestros errores, para más tarde sacar valiosas lecciones. Es importante perdonar y perdonarnos.
Si no eres capaz de perdonar y perdonarte, y emociones tan negativas como la rabia, el odio o la ira se han adueñado de ti, te recomiendo que busques ayuda profesional. La terapia te dará las herramientas que necesitas para poder perdonar y seguir con tu camino. Si te preguntas aún para qué sirve perdonar, decirte que sirve para poder liberarte de todo el dolor que alguien o tú mismo te has hecho. Y esa paz y bienestar perdido puede recuperarse mediante el perdón.
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online
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