Características de las personas posesivas
Todos nos hemos topado con personas que requieren y solicitan constantemente nuestra atención, y si no la tienen, se sienten totalmente ofendidas. Son personas que se centran solo en sus propias necesidades y anhelos. Las demás personas son concebidas como un simple objeto necesario para conseguir todo aquello que necesita. Es importante identificar a este tipo de personas con tal de no caer en su trampa, y para ello debemos tener presente las características de las personas posesivas.
Las personas posesivas no quieren, necesitan. Así que todas sus relaciones estarán basadas en la dependencia emocional y la dominación. Buscan para ello a personas con alguna carencia personal o afectiva, que puedan manipular. Cuando la víctima cae en sus redes, deberá satisfacer todas las necesidades de la otra persona, o esta utilizará cualquier estrategia para conseguirlo, como puede ser la manipulación emocional.
Son personas celosas que perciben a los demás como algo propio, es decir, algo de su propiedad. Por tanto, quieren que sus víctimas solo se relacionen exclusivamente con ella. El miedo al abandono, y su inseguridad, empuja a las personas posesivas a emplear cualquier artimaña para tener a quien necesita a su lado.
Una característica de las personas posesivas, más universales, es su discurso. Este se centra en su persona y en sus necesidades. No le importa lo más mínimo, ni los sentimientos, ni las necesidades de los demás. Solamente van a mirar por ellos, y su bienestar emocional. Son personas que necesitan una atención especial por parte de los demás, y no dudarán en conseguirlo a toda costa.
Una serie de carencias emocionales y sentimentales, son la causa de la creación de una personalidad posesiva. Quien, por a causa de sus heridas emocionales, llega a sufrir ciertas carencias personales, esta intentará suplirlas como sea, y usando el método o estrategia que crea oportuno. Las personas posesivas son el fruto de una mala experiencia vital que arrastra sus consecuencias, hasta la edad adulta. Este tipo de personas son personas heridas, que requieren de ayuda profesional para sanar ese dolor. Pero no por ello, debemos permitir que nos dominen y que nos manipulen. Al final, la decisión de recuperarse o no, está en las manos de quien tiene esa necesidad terapéutica.
Características más comunes de las personas posesivas
Existen una serie de características de las personas posesivas que son comunes, y nos ayudan a entender como son este tipo de personas, y poder identificarlas. Y entre dichas características encontramos:
- Necesidad de control. Las personas posesivas necesitan tenerlo todo bajo control. Ello les aporta cierta tranquilidad. Los cambios, o los sucesos inesperados, les asusta y les genera un gran nivel de estrés. Es decir, cuando no son capaces de controlar su entorno y las personas que lo conforman, las personas posesivas sufren de una ansiedad muy intensa.
- Sufren celos patológicos. Una de las características de las personas posesivas más frecuentes son los celos. Cuando encuentran a alguien que le aporta aquello que necesita, no se quieren desprender de ella, y por tanto quiero controlarla de modo intensivo y constante. Quiere a esa persona solo para ella. Este hecho demuestra como las personas posesivas perciben a los demás como objetos. Algo que es de su propiedad, y solamente ellos pueden disfrutar de sus atenciones.
- Son altamente egoístas. Las personas posesivas únicamente miran por ellas mismas y por cubrir sus necesidades personales. No les importa lo más mínimo los sentimientos y voluntades de los demás. Les trae sin cuidado. Por eso es capaz de jugar con las emociones de los demás, ya que es incapaz de ponerse en el lugar de las personas que le rodean.
- Tienen una autoestima baja. Este tipo de perfil nos lleva a una cruda realidad. Bajo toda esa fachada de rudeza y soberbia, existe una persona herida. Son personas que se comparan constantemente con los demás, y siempre se centran en sus propios defectos. Incluso llegan a esconder esos defectos resaltando los de los demás. Pero en el fondo se sienten incapaces.
- Son personas inseguras. No saber desenvolverse de forma natural y constructiva, hace que los pasos de las personas posesivas sean titubeantes. Al compararse con los demás, como ya he indicado en el punto anterior, se ven inferiores, y ello les hace sentirse terrible, e inseguros. Esa inseguridad intentan ocultarla mediante una postura aparentemente firme y fuerte. Pero es todo fachada.
- Utilizan la manipulación. Es otra de las características de las personas posesivas más comunes. Las personas posesivas desean por todos los medios alcanzar una serie de metas o carencias. Para ello no dudará en usar a los demás para conseguirlo. Si es necesario, utilizarán estrategias como la manipulación emocional, como método para conseguir que los demás actúen como esta persona quiera.
- Sus relaciones están basadas en la dependencia. Las personas posesivas no quieren, necesitan. Así que, buscarán a personas vulnerables de las que se pueda aprovechar. Utilizará cualquier técnica para manipularla y conseguir someterla. Una persona que está sometida se vuelve dependiente, y es la clase de persona que puede controlarse sin dificultad. Desgraciadamente, las personas posesivas no aman, solo usan a los demás para conseguir sus propósitos. No existen lazos de amor en sus relaciones, sino de necesidad.
- Les domina sus miedos. El mayor temor de las personas posesivas es la soledad y no conseguir aquello que necesitan. Cualquier cambio, cualquier adversidad, les produce una gran perturbación. El miedo que llegan a sentir es terrible y esos miedos hace que actúe de la forma que lo hace. No soporta la incertidumbre, y es incapaz de gestionar sus miedos. Ello les hace impredecibles, y demuestra su falta de maduración emocional.
- No saben gestionar la frustración. Cuando las cosas no les salen como ellas querían, las personas posesivas pueden ponerse violentas como veremos en el siguiente punto. Si necesitan algo y no son capaces de conseguirlo, se envuelven en un halo de ira propia de la falta de gestión de la frustración.
- Pueden llegar a utilizar la violencia. A veces, las personas posesivas cuando se ven desbordados por las circunstancias, pueden desarrollar actitudes agresivas, ya sea de forma física como emocional. La violencia puede ser una vía para conseguir todo aquello que quieren, y que de otra manera no pueden conseguir.
Las heridas que producen las personas posesivas
Las personas posesivas están buscando constantemente a personas que reúna las características que busca, para de ese modo, tenerla bajo control. Generalmente, buscan a personas que sufran algún tipo de carencia afectiva o personal que las haga vulnerables. Cuando uno está pasando por un mal o se encuentra en un estado de vulnerabilidad por cualquier motivo, es fácilmente manipulable por esta clase de personas. Por ese motivo, las víctimas caen en las garras de este tipo de personalidades posesivas, y se dan cuenta de todo lo manipuladas que ha sido, cuando ya es demasiado tarde, y las heridas son muy profundas.
Las víctimas de las personas posesivas llegan a sufrir tal grado de manipulación, y en ocasiones maltrato psicológico o físico, que ello les genera ciertos trastornos, como la bajada del estado anímico, una autoestima baja, o un gran nivel de estrés. Las personas posesivas consiguen que sus víctimas dejen de ser aquello que son, para convertirse en lo que ellas necesitan. Esa anulación permite tener controlada a la víctima.
Cuando una víctima se da cuenta de ocurrido, el daño emocional ya es muy grave. Remontar su estado ánimo, su autoestima, y dejar de experimentar un estrés elevado, requiere en estos casos, la ayuda profesional. Una víctima del control de una persona posesiva tiene un perfil similar al de una persona maltrata, y esos signos son:
- Reaccionan de forma defensiva con facilidad.
- Muestran una sumisión explícita con frecuencia.
- Estado de ánimo bajo.
- Tienen baja autoestima.
- Manifiesta signos de estrés.
- Actitud desconfiada.
- Cargan con las culpas con facilidad.
Por lo tanto, es esencial tener siempre presentes las características de las personas posesivas. De ese modo, podremos prevenir caer en las trampas de este tipo de personas, y que estas consigan arrebatarnos todo aquello que somos. Debemos aprender a identificar a este tipo de personas tóxicas, y alejarnos lo más posible de ellas.
Qué hacer ante las personas posesivas
Cuando nos topamos con una persona posesiva, lo primero que debemos ser capaces, es de identificarlos. Sabiendo cómo se comportan podremos repeler sus intentos de control y posesión. Al final, en estos casos, como pasa en todos, el saber nos ayuda a prevenir.
Si tienes a tu lado a una persona posesiva, lo mejor que puedes hacer es alejarte de ella. Esa persona no te aportará nada, todo lo contrario, te hará sentirte mal contigo misma. Por ese motivo, no tiene ningún tipo de sentido mantenerte al lado de este tipo de personas.
Si no puede alejarte físicamente, sea por el motivo que sea, sepárate emocionalmente. Para ello deben establecer unos límites muy claros con esa persona. Es decir, tienes que dejarle muy claro hasta dónde puede llegar o no contigo, y si no le interesa que te deje en paz. No dejes nunca que los sobrepase. Tiene que respetar aquello que tú quieres y lo que no, y si no es capaz, debe comprender que debe alejarse de ti.
Por último, decirte que, si ya has sufrido las consecuencias emocionales de haber estado al lado de una persona posesiva, quizás debas plantearte la ayuda psicológica. Son tan profundas las heridas emocionales que estás personas pueden realizar, que se necesita de toda la ayuda posible para poder sanarlas.
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online