Pérdida de memoria por ansiedad
La ansiedad tiene, como uno de sus síntomas más comunes, la falta de concentración y la pérdida de memoria. Esta dificultad cognitiva lleva a la persona a sufrir un nivel más alto de ansiedad, por el miedo a olvidarnos, de citas, conversaciones, personas, y de recuerdos importantes. Sufrir ansiedad hace que nos cueste enormemente retener información, e incluso poder recuperar recuerdos ya creíamos tener consolidados en nuestra mente.
Cuando nos falla la memoria nos falla todo. Cuando sufrimos pérdidas de memoria vivimos unos momentos realmente desconcertantes y angustiosos. Es una experiencia aterradora que sin duda afecta aún más a nuestros niveles de ansiedad. Es realmente un círculo vicioso en el cual solamente saldremos con ayuda profesional.
La pérdida de memoria producida por la ansiedad, es un claro ejemplo de que, si nuestra ansiedad no es tratada a tiempo y correctamente, al final acaba por afectarnos a nuestras estructuras cognitivas. Cuando la ansiedad se vuelve crónica, al final afecta al funcionamiento de nuestro propio cerebro. Y es algo que se puede prever con terapia psicológica.
Por todo ello decir que toda ansiedad tiene que ser tratada adecuadamente, ya que el cerebro es muy sensible a nuestro estilo de vida y de cómo afrontamos las cosas. Una mala gestión de nuestros miedos y preocupaciones hacer que este se vea resentido y a largo plazo dañado.
¿Por qué se presentan estas pérdidas de memoria?
Al sufrir ansiedad nos vamos dando cuenta que poco a poco vamos perdiendo la memoria. Estamos tan enfrascados en nuestros problemas, que no somos capaces de tener en cuenta todo lo demás. Quizás un día se nos olviden las llaves de casa. O quizás se nos pase ir a buscar nuestros hijos al colegio. Son dos ejemplos de lo que podemos ir olvidando a causa de nuestra ansiedad.
Poco a poco iremos sintiendo que somos incapaces de controlar nuestras vidas. Y eso es una de las cosas más angustiosas que podemos llegar a sentir. Cuando somos incapaces de sentirnos competentes y responsables, algo se rompe en nuestro interior.
Al padecer ansiedad durante un tiempo prolongado, aparece la conocida hormona llamada cortisol. Es una horma que se libera como respuesta a un gran nivel de ansiedad. Su liberación cuando es normal es incluso beneficiosa para la creación de nuevos recuerdos. Lo malo es cuando su liberación es constante y prolongada en el tiempo. Será entonces cuando comencemos a padecer dificultades para recordar, y comenzaremos a padecer pérdidas de memoria.
Daños del cortisol en el cerebro
- Cuando existe un exceso, el cortisol actúa como un auténtico tóxico.
- Hace que el hipocampo pierda volumen, y por tanto se verá afectada la memoria y la expresión de nuestras emociones.
- Dificulta la circulación sanguínea en el cerebro.
- Reduce la segregación de endorfinas. Es decir, nos costará más disfrutar de las cosas que nos gustan y nos hacen sentirnos bien.
- Afecta al sueño, ya sea insomnio o despertarse continuamente durante la noche.
¿Cómo reducir la pérdida de memoria por ansiedad?
Si llegamos al momento en el cual vemos que estamos padeciendo una pérdida de memoria grave, debemos acudir inmediatamente a la consulta del médico, para que nos remita a los especialistas oportunos que descarten causas biológicas de los problemas de memoria.
Una vez se descarte las causas físicas, debemos centrarnos en las psicológicas. La ansiedad es un trastorno que a largo plazo produce pérdida de memoria. Cuando evaluemos cuál es el causante de la ansiedad, deberemos tratarla adecuadamente, y para ello deberemos:
- Identifiquemos los estresores. Tenemos que saber cómo reacciona nuestro cuerpo y nuestra mente cuando padecemos ansiedad. Por ejemplo, si la mandíbula se tensa, si sufrimos palpitaciones, qué pensamientos se presentan, etc.
- Tenemos que volver a tomar el control de nuestra vida. No podemos siempre escudarnos en la ansiedad. Podemos salir de ella, y debemos hacerlo cuanto antes. La responsabilidad es nuestra, y solo nuestra.
- Podemos emplear técnicas que nos ayuden a relajarnos como, por ejemplo: ejercicios de respiración, actividades físicas, manualidades, etc.
- No tenemos que exigirnos demasiado y tomarnos la vida de un modo más pausadamente.
- Debemos aprender de nuevo a comer bien y tranquilos, y sobre todo tener un buen descanso.
Pérdida de memoria por depresión
Al igual que ocurre con la ansiedad, la pérdida de memoria es uno de los síntomas más comunes en la depresión. Se produce una alteración neuroquímica tal en el cerebro deprimido, que puede llegar a afectar a la concentración, al hecho de recordar, a reaccionar adecuadamente a los estímulos, o simplemente a pensar con claridad.
Quien sufre depresión no tiene por qué estar siempre tumbado en la cama o en el sofá, alejado de la realidad, y dejando de lado su día a día. Eso es solo un cliché. No es real. La gran mayoría de personas con depresión realiza sus tareas cotidianas, y trabajan. Pero, aun así, la depresión va dejando huella en su funcionamiento cerebral, mermándolo, e incapacitando a esa persona poco a poco.
La depresión no es solo un estado emocional concreto, sino que es también un desorden interno, que nos produce agotamiento, apatía y desesperanza. Y si este estado se dilata en el tiempo, llegaremos a sufrir un gran deterioro en nuestro funcionamiento cognitivo.
Sufrir depresión y pérdida de memoria
Nuestra agilidad mental se verá mermada al sufrir depresión. No podemos pensar adecuadamente. Los reflejos son lentos y torpes. Los recuerdos se disipan, y nos angustiamos cuando no logramos recuerdos inmediatos. Todo es fruto de la depresión, y al caer en ella nos vemos arrojados a una cueva interna que nos aleja del mundo que nos rodea.
La pérdida de memoria por depresión es más que simples olvidos. Es vivir envueltos en una niebla espesa y oscura que nos impide pensar y recordar con claridad. Es un efecto muy negativo que sumerge a la persona en la más absoluta angustia existencial, además de sufrir una gran incomprensión social. Todo ello agravará su sufrimiento.
¿Qué ocurre en nuestro cerebro cuando sufrimos depresión?
Al sufrir depresión se libera de forma descontrolada la hormonada llamada cortisol. Todo es promovido por nuestro estado de ánimo, las preocupaciones, la angustia y la presión. Esta liberación de cortisol, hace que nuestras neuronas se vuelvan hiperactivas, llegando al agotamiento neuronal, e incluso a la muerte de las mismas. Para reducir esta actividad neuronal, estas se desconectan y es cuando comienza a haber problemas con nuestra agilidad mental. Las cosas se empiezan a olvidar, y nuestra capacidad de pensar con claridad se ve seriamente mermada.
Existen alteraciones en el hipocampo
Existe una estructural cerebral donde también podemos encontrar el origen de la pérdida de memoria por depresión. Es el hipocampo. Entre otras funciones, estás región cerebral es la encargada de almacenar nuestros recuerdos. Es muy sensible a los efectos del cortisol. La hormona que hemos hablado anteriormente, y que debido a su liberación descontrolada, el hipocampo se verá seriamente afectado.
Si la depresión no es tratada adecuadamente, y se prolonga en el tiempo, se volverá crónica. Uno de los efectos de ese estado es que el hipocampo reducirá su tamaño, y por tanto nuestra pérdida de memoria se agravará, y nuestro funcionamiento cerebral estará gravemente afectado.
Aunque decir que el hipocampo puede volver a su estado original con un tratamiento adecuado, y con ejercicios de memoria, ya que posee una gran plasticidad y capacidad de regeneración. De ese modo puede volver a su estado normal, y por ende, mejorar nuestra capacidad para recordar y pensar con claridad.
La dopamina
Con la depresión perdemos la capacidad de disfrute de las cosas que antes nos gustaban y nos apasionaban. Dejamos de tener interés por nada. Llegamos a no sentir placer ni motivación. La energía se nos escapa de las manos, y somos incapaces de conectar con nuestra realidad.
La dopamina es una hormona que nos recompensa cuando hacemos algo que nos gusta, o vivimos experiencias positivas. Cuando sufrimos depresión, esta hormona deja de liberarse adecuadamente, y nos impide sentir placer cuando tenemos experimentamos vivencias positivas.
Sin la adecuada liberación de dopamina, perdemos la curiosidad y el interés por el mundo que nos rodea. Dejamos de prestar atención a todo. No tenemos la misma agilidad para aprender, y mucho menos para recordar. La memoria se ve seriamente afectada.
¿Qué podemos hacer para recuperar la pérdida de memoria?
La pérdida de memoria es un hecho cuando sufrimos depresión de forma prolongada. Cuando la depresión es leve o moderada, se puede revertir el déficit cognitivo mediante terapia y ejercicios de memoria.
Cuando la depresión es grave o muy grave, será necesario combinar la terapia con fármacos. Solamente de ese modo se puede reducir el déficit cognitivo, y con ello la pérdida de memoria. También puede aplicarse terapias basadas en la aplicación de complejos vitamínicos y dieta, para mejorar la memoria. Todo ello dependerá de cada caso y de cada persona.
Una depresión, como cualquier otro trastorno psicológico, debe ser tratada adecuadamente y lo antes posible. Un mal o nulo tratamiento, puede llevarnos a padecer cierta sintomatología muy grave, que puede mermar nuestro funcionamiento y estructura cerebral.
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online