No intentes evitar la ansiedad
Una vez que la ansiedad se ha instalado en nuestro interior, solamente nos queda afrontarla del modo más efectivo posible, y ello se consigue mediante la terapia psicológica. Intentar evitar la ansiedad solo hace que esta aumente. Hay que afrontarla directamente y sin esperar. No podemos mirar hacia otro lado, debemos tratarla desde el principio con tal de mitigar sus efectos. No evites la ansiedad, afróntala.
Cuando estamos expuestos a grandes niveles de estrés durante un tiempo prolongado, inevitablemente aparecerá la temida ansiedad. Y aparecerá en forma de un ataque de pánico. Todos los que hemos padecido o padecemos ansiedad, sabemos lo desagradable que son sus síntomas. Y también sabemos que nuestro cuadro ansioso jamás nos abandonará por voluntad propia, si no porque lo afrontemos.
Normalmente cuando sufrimos el temido ataque de pánico, propio de la ansiedad, somos conscientes del problema real que estamos sufriendo. Pero una vez superado este episodio ansioso, volveremos a la normalidad, y creemos que todo está solucionado. Nada más lejos de la realidad. Cuando nuestro sistema de alerta se ha alterado, solo necesitará de una nueva situación de gran estrés para aparecer. No evites la ansiedad, harás que esta aumente, y nos hará más daño.
La ansiedad jamás desaparecerá por si sola. Quizás esté silenciada durante mucho tiempo, pero siempre aparecerá. Solo necesita un acontecimiento estresante que se prolongue en el tiempo, para poder presentarse de nuevo, y cada vez con más fuerza e intensidad. Debemos ser conscientes de ello, y responsabilizarnos de nuestra salud de una vez por todas.
Intentar evitar la ansiedad no sirve para nada. Es algo estéril. No evites la ansiedad. Para poder superarla debemos tratar el problema desde la raíz de todo. Para ello se requiere la actuación terapéutica de un profesional, la voluntad de quien la padece y tiempo. No existe para ellos atajos, ni pastillas mágicas. La ansiedad solo se aborda de forma terapéutica, es decir, mediante la psicología, todo lo demás es simplemente maquillaje y humo.
La evitación solamente hace que creamos que el problema ha desaparecido. Nos intentamos engañar antes de tener que tomar la decisión de tratarnos adecuadamente. Pero mirar hacia otro lado solamente agrava los problemas, y nos hace más daño. Intentar escondernos nuestra propia ansiedad, es jugar sucio con nosotros mismos, y cuando aparece de nuevo la ansiedad, esta lo hace con mucha más intensidad, porque una ansiedad no tratada se hace cada vez más fuerte.
Después de los primeros síntomas de ansiedad
La ansiedad es una patología que aparece siempre después de un estímulo estresante, es decir, después de sufrir un acontecimiento realmente estresante durante un tiempo prolongado. Quizás la persona incluso haya sorteado o gestionado adecuadamente otros acontecimientos igualmente estresantes, pero quizás haya uno que por lo que sea, no somos capaces de afrontar. Es entonces cuando nuestros niveles de estrés se elevan irremediablemente, y al no poder gestionarlo, ese estrés es soportado durante un tiempo bastante prolongado. Todo ello propicia la aparición de los primeros síntomas de la ansiedad, y el primer ataque de pánico.
Una vez que la ansiedad ha aparecido con toda su fuerza, no desaparecerá por si misma. Quizás podamos controlarla o reducirla en algunos momentos, pero siempre logrará aparecer. Lo único que podemos hacer es aceptar todo lo que estamos sufriendo, y afrontarlo terapéuticamente.
No podemos evitar la ansiedad, eso solamente hará que se prolongue nuestro sufrimiento. Aunque intentemos mirar hacia otro lado, padeceremos los síntomas propios de esta psicopatología. Y estos solamente desaparecerán en el momento que decidamos buscar ayuda terapéutica. Así que, no evites la ansiedad. Esa es nuestra responsabilidad con nosotros mismos.
No evites la ansiedad, afróntala
Desgraciadamente no existe ninguna medicación, o atajo milagroso que nos ayude a superar la ansiedad. Tampoco te intentes engañar si durante algún tiempo, no padeces ninguno de sus síntomas. La ansiedad que no ha sido tratada siempre hará su entrada triunfal. Lo hará cuando vuelvas a sufrir algún acontecimiento adverso. Cuando nuestra percepción del peligro está alterada, percibiremos todo como un posible peligro, y nuestra ansiedad siempre se alimentará de ello. Es un círculo vicioso difícil de superar.
Así que, lo primero que debemos hacer es aceptar que estamos sufriendo ansiedad. No evites la ansiedad. Simplemente identifica todo lo que te pasa, todo lo que sientes, y todo lo que te perturba. Es siempre positivo reconocer que algo no va bien. Ello nos ayudará a tomar las decisiones que debemos tomar.
Una vez identificado el problema, debemos afrontarlo. Para ello podemos apoyarnos en nuestros seres queridos. Si ellos saben qué te pasa, te podrán ayudar de un modo efectivo. Es importante que te sientas arropado en estos momentos tan duros. Gracias a ello podrás reunir las fuerzas para afrontar la ansiedad que padeces.
Después ya solamente te quedará dar el paso de buscar ayuda profesional. Gracias a la terapia psicológica, podrás obtener las herramientas y estrategias que te ayuden a afrontar tu ansiedad. Con la ayuda de un psicólogo podrás comprender cómo te afecta la ansiedad, y el porqué. También podrás llegar a averiguar cómo puedes superarla. Es importante tener un seguimiento terapéutico en todo momento. Ello garantizará que puedas vencer tu ansiedad. Para ello no evites la ansiedad, afróntala. Es el único método para superarla.
Como pasa con cualquier problema o adversidad, de nada sirve con agachar la cabeza o mirar hacia otro lado. Por mucho que intentemos evitar la situación que tanto nos perturba, esta jamás desaparecerá. Tenemos que responsabilizarnos con nosotros mismos y buscar la ayuda necesaria para afrontar cualquier situación. Es el único método para superar cualquier obstáculo o problemática como la ansiedad. Si estás sufriendo una situación similar, no lo pienses más, y toma las decisiones que tengas que tomar. Mira a tus problemas de frente, y afrontarlos, porque es la única forma de superarlos. ¡Adelante!
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online
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