Los síntomas iniciales de la ansiedad
En la mayoría de ocasiones, los síntomas de la ansiedad iniciales pasan desapercibidos, porque su intensidad suele ser muy baja, y suelen aparecer de un modo muy sutil. Por ese motivo es necesario conocerlos, porque pueden ser una voz de alerta que nos ayude a saber qué pasa y cómo debemos actuar.
Cuando la ansiedad aparece, lo hace acompañado con multitud de sentimientos y emociones, como por ejemplo la incertidumbre y el miedo. En la ansiedad confluyen diversos síntomas que deben ser reconocidos y tratados.
Al igual que con todos los problemas, si conocemos su origen sabremos cómo solucionarlos. Así que cuando antes se detecte la ansiedad, antes puede ser tratada. Para ello sería importante estar atentos a los primeros síntomas de la ansiedad. Y son:
- Bostezar continuamente. Uno de los síntomas iniciales es el bostezo continuo. Un estudio reciente reveló que, existe una relación entre el bostezo constante y la producción de la hormona del estrés: el cortisol. Es decir, cuando más bostezamos más producimos cortisol, y se eleva así nuestra ansiedad.
- Sentir fríos los pies. Un síntoma inicial es tener siempre los pies fríos, aunque la temperatura ambiental sea alta. Es una señal de un estado ansioso, y ocurre cuando la persona percibe una posible amenaza, su flujo sanguíneo aumenta y se dirigen a los órganos del torso, dejando con menos flujo sanguíneo a las extremidades, como son los pies, bajando así su temperatura.
- Si cuando dormimos tenemos pesadillas recurrentes, ello puede estar relacionado con situaciones que nos asustan, o que nos han marcado profundamente. Los sueños son interpretaciones de todo lo que hemos vivido. Por tanto, las pesadillas recurrentes pueden indicar que estamos a punto de experimentar un aumento de nuestra ansiedad.
- Falta de concentración. La ansiedad hace que nos enfoquemos hacia los posibles peligros potenciales, y hace que no podamos enfocar nuestra atención a las demás cosas. La ansiedad hace que perdamos la facultad de concentración.
- Sabor metálico. En un reciente estudio reveló que las personas con ansiedad, tienen a tener una percepción más aguda de los sabores amargos y salados. De ahí el sabor a metálico en la boca. Es uno de los síntomas de la ansiedad más comunes.
Los principales síntomas de la ansiedad
La ansiedad tiene la capacidad de transformar las situaciones normales y cotidianas, en un auténtico reto debido a sus miedos. Ser conscientes de nuestra ansiedad, y de cómo esta actúa, nos ayudará a tenerla bajo control.
Cuando se sufre un ataque de ansiedad, lo principal es no enfocarse en los síntomas. Nuestra atención se debe dirigir hacia aspectos constructivos y positivos. Pero reconocer los síntomas de la ansiedad nos ayudará a saber qué nos ocurre y de ese modo, anular nuestros miedos, y con ello, bajar nuestro nivel de ansiedad.
Entre los principales síntomas de un ataque de ansiedad, nos encontramos con:
- Dificultad para respirar o sensación de ahogo. La sensación de que nos falta el aire, es muy desagradable. Es importante que recordemos en ese momento de que solo es una sensación negativa, que está producida por un exagerado funcionamiento de los impulsos nerviosos.
- Dolor en el pecho. La opresión torácica que sentimos durante un ataque de ansiedad, está producida por la tensión muscular. Nos puede parecer que estamos sufriendo un ataque cardiaco, pero no es así. Es un dolor temporal que irá remitiendo cuando nos calmemos.
- La ansiedad produce que nuestros niveles de adrenalina se disparen a través del torrente sanguíneo, y hace que el corazón se acelere.
- Palidez cutánea. Cundo sufrimos un ataque de ansiedad, la sangre se dirige a los músculos, ya que el cuerpo se prepara para huir o enfrentarse a aquello que teme. De ese modo, nuestra piel puede verse más pálida.
- Exceso de sudoración. Durante los periodos en los cuales nos sentimos más ansiosos, en nuestro cuerpo aumenta la temperatura, liberando más sudor para tratar de bajar dicha temperatura, y de ese modo equilibrarla.
- Cuando tenemos miedo, lo normal es temblar, ya que se da una abrupta reducción de nuestra temperatura corporal. Los temblores o escalofríos perdurarán lo que dure un ataque de ansiedad, después desaparecerá.
- Tensión en hombros y cuello. Es en estas dos zonas del cuerpo donde más se acumula la tensión producida por la ansiedad.
- Trastornos digestivos. El sistema digestivo es una de las áreas de nuestro cuerpo donde más sangre se necesita. Cuando tenemos ansiedad, esa sangre va dirigida a los músculos para que respondamos a un posible peligro externo. Y es entonces cuando se produce una alteración digestiva, llegando a producir malestar estomacal, diarreas, y estreñimiento.
- Daños en la piel. Uno de los síntomas de la ansiedad más común es la aparición de eczemas o erupciones en la piel. Normalmente, salen alrededor de la nariz, orejas y cuero cabelludo. Este síntoma desaparecerá una vez nuestra ansiedad esté controlada.
- Hormigueo en manos y pies. La ansiedad hace que nuestro flujo sanguíneo se altere, y llega más dióxido de carbono a nuestras extremidades, y por ello sufrimos el cosquilleo o cierta debilidad.
- Boca seca. Durante la ansiedad, los líquidos son desviados a otras partes del cuerpo, y por ello dejamos de salivar, con lo que padecemos sequedad bucal. Para evitar esa sensación tenemos que hidratarnos con más agua. Desaparecerá una vez superemos el ataque de ansiedad.
- Uno de los efectos más importes derivados de la ansiedad es el insomnio. Es fundamental recuperar los patrones y horarios normales de sueño, ya que tanto nuestra salud mental como física se verán seriamente comprometidas.
- Pesadillas constantes. Debido a la inquietud sufrida durante el día, nuestro sueño se verá afectado. Todo ello es fruto de una ansiedad elevada. Así que es normal tener sueños entrecortados y de carácter catastrofista. Todo parte de nuestros miedos.
- Cuando estamos cansados o enfermos estamos más irritables. La ira es productos de nuestra tristeza y nuestro miedo. Una vez tratada la ansiedad, la irritabilidad disminuirá hasta desaparecer.
Estos son algunos de los principales síntomas de la ansiedad, aunque existe otros como el aumento de la depresión, o idealización del suicidio. También existen síntomas físicos como la pérdida temporal de capacidad de visión o audición, problemas hormonales, dolores de cabeza, agorafobia o pesadez en los ojos.
La ansiedad puede llegar a ser nuestra peor enemiga
Todas las preocupaciones que tenemos a lo largo del día forman parte de nuestra vida. Estamos siempre con la mente centrada en lo que tenemos que hacer, que nos falta, que nos puede dañar, etc. Siempre estamos alerta esperando a nuestro futuro.
Esas mismas preocupaciones llegan a un punto que nos rebasan, y es cuando la presión se convierte en ansiedad. Preocuparnos en exceso hace que enfermemos, y nos convirtamos en nuestros peores enemigos.
La ansiedad aparece cuando percibimos que una situación es potencialmente amenazante para nosotros. Nos hace sentir desbordados, y no tenemos los recursos psicológicos y emocionales para hacerle frente. Es una situación que pone en peligro nuestro propio bienestar personal.
Pero tenemos que saber que la ansiedad es una reacción normal ante un posible peligro. Nuestro cuerpo se prepara para huir o para afrontarlo. Lo realmente patológico es no saber distinguir que es peligroso o no, y dejar que nuestros miedos se apoderen de nosotros. La ansiedad se instala a causa de un estrés excesivo, y permanecerá con nosotros en la medida que no lo tratemos adecuadamente.
El único método para controlar los síntomas de la ansiedad es tratar la propia ansiedad. No existen trucos ni atajos. Cuando el miedo se apodera de nosotros, debemos obtener los recursos emocionales necesarios para afrontarlos, y ello se consigue mediante tratamiento psicológico.
Diferencias entre ansiedad adaptativa y ansiedad patológica
Ansiedad Adaptativa | Ansiedad Patológica |
---|---|
Causa justificada ante un peligro real | Sin causa justificada o desproporcionada |
Activa el organismo y ayuda a adaptarse | Paraliza y aleja de los objetivos |
Intensidad proporcionada al peligro | Intensidad desmesurada |
Malestar leve y transitorio | Malestar excesivo y duradero |
Episodios poco frecuentes | Episodios frecuentes y prolongados |
Mejora el rendimiento | Interfiere con el funcionamiento diario |
Pensamientos realistas | Pensamientos negativos, irracionales, catastrofistas |
Ayuda a enfrentar situaciones | Dificulta el afrontamiento de situaciones |
Cómo combatir los síntomas de la ansiedad
Para combatir los síntomas de la ansiedad, tenemos que apostar por la terapia. El impacto de estos síntomas es devastador para nuestro bienestar emocional, y por eso requerimos de toda la ayuda que nos sea posible reunir con tal de afrontarla adecuadamente. Pero existen unas estrategias complementarias a la terapia que nos ayudarán a enfrentarnos a los síntomas de la ansiedad. Y estas son:
- Técnicas de respiración. Es importante que consigamos relajarnos de un modo sencillo y rápido. La respiración diafragmática nos ayudará a alcanzar un estado óptimo de relajación. Favorecerá que podamos reunir la tensión que hemos acumulado y controlar nuestro ritmo cardiaco
- Ejercicio físico regular. Centrar nuestra mente en actividades positivas, nos ayudará a estar más relajados. Podemos apostar por hacer deporte de forma regular. No tiene que ser una actividad frenética, bastaría solo con andar, y moverse.
- Mindfulness y meditación. Estar centrado en nuestro presente nos alejará de estar tan pendientes de un futuro que no podemos prever. Reducir los pensamientos negativos nos ayudará a controlar nuestra ansiedad. Por ese motivo, debemos tomarnos un tiempo y un espacio para meditar.
- Ten hábitos saludables. Si sufres ansiedad, debes establecer una rutina tanto para comer, descansar o dormir. Un día organizado permite que nuestra mente esté igualmente organizada. Evita también la cafeína, el alcohol u otras sustancias tóxicas.
- Apoyo social. Para poder combatir los síntomas de la ansiedad, debemos buscar el apoyo de nuestros seres queridos y cercanos. Debemos expresar a nuestros familiares y amigos todo lo que nos pasa. Con esa información sabrán como pueden ayudarnos.
- Terapia psicológica. La terapia es el único método de tratar la ansiedad desde su origen. No existen atajos, ni fórmulas mágicas. Para poder combatir la ansiedad, debes aportar por la terapia. Gracias a ella podrás tener las herramientas para poder controlar, y reducir los síntomas propios de la ansiedad.
Beneficios de la Terapia Online para los síntomas de la ansiedad
Los síntomas físicos comunes de la ansiedad incluyen: – Palpitaciones o ritmo cardíaco acelerado – Sudoración excesiva – Temblores o sacudidas – Sensación de falta de aire o asfixia – Dolor o molestias en el pecho – Náuseas o malestar abdominal – Mareo, inestabilidad o desmayo – Tensión muscular – Fatiga – Problemas de sueño
Los síntomas emocionales y mentales de la ansiedad pueden incluir: – Sensación de miedo o pánico – Preocupación excesiva y constante – Dificultad para concentrarse – Irritabilidad – Sensación de estar «al límite» – Anticipación de lo peor – Inquietud o agitación – Sensación de desrealización o despersonalización – Dificultad para tomar decisiones – Pensamientos intrusivos o repetitivos
La ansiedad puede afectar el comportamiento de una persona de varias maneras: – Evitación de situaciones que causan ansiedad – Búsqueda constante de seguridad o tranquilidad – Dificultad para socializar o hablar en público – Procrastinación o dificultad para completar tareas – Aumento o disminución del apetito – Comportamientos compulsivos o rituales – Aislamiento social – Dificultad para mantener relaciones personales – Aumento del consumo de alcohol o sustancias como forma de automedicación
Los síntomas de ansiedad se consideran un trastorno cuando: – Son persistentes y duran más de 6 meses – Interfieren significativamente con la vida diaria, el trabajo o las relaciones – Son desproporcionados en relación con la situación real – Causan un malestar significativo – No pueden ser explicados por otras condiciones médicas o efectos de sustancias Es importante consultar a un profesional de la salud mental para un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado si se experimentan síntomas persistentes de ansiedad.
Conclusiones sobre los síntomas de la ansiedad
La ansiedad es un trastorno que se alimenta de nuestros miedos. Cuando nos encontramos situaciones que no sabemos gestionar la ansiedad aparece en nuestra vida, haciendo que suframos sus síntomas, que son realmente paralizantes y angustiosos. El miedo es su mejor aliado, y todos tenemos miedos que no sabemos controlar. Por lo tanto, los síntomas de la ansiedad pueden aparecer en cualquier momento difícil y adverso para nosotros.
Repasando los síntomas de la ansiedad, nos damos cuenta de lo difícil que es gestionar toda esa angustia, y todos los miedos que nos paralizan. No podemos combatir este trastorno de un modo solitario. Debemos buscar el apoyo de nuestros seres queridos y cercanos. Además, debemos iniciar un proceso terapéutico que nos ayude a controlar, y superar nuestra ansiedad. Así que, si quieres volver a sentirte bien, apuesta por la terapia y apuesta por ti.
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online