Cómo superar un ataque de ansiedad

Qué es una crisis de ansiedad

Un ataque de ansiedad aparece de repente, sin avisar. Podemos encontrarnos en compañía o en soledad. Entre los síntomas que podemos encontrar en un ataque de ansiedad son: palpitaciones, sudoración, temblores, sensaciones de falta de aire, mareos y sensación de irrealidad. En un ataque de este tipo puede darse uno o varios de los síntomas descritos.

La primera vez que se sufre una crisis es debido a soportar durante un tiempo prolongado un alto grado de estrés, miedo, y ansiedad. La mente llega a un punto en el que necesita liberar toda esa tensión, y es por ese motivo que se produce el temido ataque de ansiedad. Hay personas que tienden a padecer más síntomas digestivos como náuseas o malestar abdominal, mientras que otras personas reaccionan con los síntomas cardiorrespiratorios: palpitaciones, respiración entrecortada o mareos.

Una vez que hemos padecido una crisis de ansiedad, tu mente y tu cuerpo  reaccionarán del mismo modo en situaciones similares donde los niveles de estrés son parecidos. El estrés controlará tu mente, y tu mente controlará tu cuerpo.

Cuando estamos expuestos a altos niveles de ansiedad, todo se modifica: la respiración se convierte en superficial, los músculos se tensan, el corazón se acelera debido a la falta de oxígeno, y se producen entonces la sensación de mareo. La hiperventilación es el primer síntoma del comienzo de una crisis de ansiedad.

Dentro de un ataque de ansiedad, la hiperventilación se vuelve cada vez más intensa. Al notar esos síntomas, reaccionamos con miedo, pensamos que algo malo nos va a pasar, como por ejemplo: que vamos a desmayarnos, vamos a perder el control o incluso pensamos en que vamos a morir. En ese momento en el cual sufrirás un ataque de pánico.

Síntomas de un ataque de ansiedad

Los ataques de ansiedad pueden manifestarse mediante multitud de síntomas. Pueden ser tanto a nivel físico, como psicológicos. La ansiedad puede atacarnos de modo diferente, y todo dependerá de las características personales y emocionales de cada persona. Y entre sus síntomas más comunes están:

  • Sensación de peligro inminente. Las personas que están experimentando un ataque de ansiedad, pueden llegar a padecer un miedo intenso, y una sensación continua de estar en peligro, aunque no existe una razón aparente.
  • Aceleración del ritmo cardiaco o palpitaciones. En los momentos es que sufrimos un ataque de ansiedad, podemos notar un fuerte dolor en el pecho. Un dolor agudo que puede doblegarnos, y sentiremos, a su vez, que nuestro corazón palpita de un modo muy acelerado.
  • Dificultad para respirar. Debido a la angustia tan elevada que sentimos, y a la tensión que experimenta nuestro cuerpo, podemos tener la sensación de que nos falta el aire, y que nos estamos ahogando. Es solo una sensación, pero es totalmente angustiosa.
  • Sudoración y escalofríos. Durante un ataque de pánico podemos experimentar una sudoración constante e intensa, e incluso podemos llegar a sentir escalofríos, aunque no haya una causa física evidente. Estos síntomas agravan aún más la situación tan angustiante que experimenta la persona que los sufre.
  • Mareos o sensación de desmayo. Es muy frecuente que durante los ataques de ansiedad, podamos sufrir mareos o cierta sensación de desmayo. A menudo se puede llegar a experimentar hormigueo en nuestras extremidades, por la respiración acelerada.

Tenemos que comprender que los episodios de un ataque de ansiedad pueden durar algunos minutos, e incluso pueden llegar a la media hora. Aunque la persona que lo sufre puede tener la percepción de que puede durar más tiempo, y todo debido a la intensidad de su sintomatología.

Causas de un ataque de ansiedad

Las causas de los ataques de ansiedad, pueden ser realmente variadas, y pueden abarcar tanto factores externos, como internos. Y entre las causas más comunes encontramos:

  • Estrés por situaciones personales. Estar expuestos a altos niveles de presión y de estrés, como puede darse en el ámbito laboral, económico o problemas de tipo personal, familiar, o sentimental, puede hacer que desarrollemos un cuadro ansioso, que dé paso a un ataque de ansiedad.
  • Predisposición genética. Hay muchísimos estudios que dictan que hay personas con cierta predisposición genética para sufrir ansiedad, pero no es determinante. Para que se desarrolle un cuadro ansioso, también debe darse un factor externo estresante, como puede ser la pérdida de un trabajo, o una ruptura sentimental. 
  • Cambios físicos y hormonales. Si estamos muy estresados, y soportamos una gran presión, podemos sufrir una falta notable de sueño, cambios hormonales, o ciertas enfermedades físicas. Todo ello puede afectarnos a nuestro bienestar emocional, y hacer que padezcamos episodios graves de ansiedad.
  • Consumo o abstinencia de sustancias. Las personas que suelen abusar de sustancias como el alcohol, o drogar, pueden desarrollar un cuadro ansioso. Además, quienes están en un proceso de desintoxicación, pueden experimentar un gran estrés que puede derivar a sufrir los síntomas propios de la ansiedad.

Estas son las causas más comunes a la hora de sufrir un ataque de ansiedad. Estas causas pueden contribuir a experimentar un gran nivel de estrés, que dará paso a la sintomatología de la ansiedad, y favorecerá la aparición de estos ataques.

Diferencias entre un ataque de ansiedad y un ataque de pánico

Ataque de AnsiedadAtaque de Pánico
Responde a factores estresantes identificablesOcurre sin un desencadenante aparente
Intensidad variable de los síntomasSíntomas intensos y perturbadores
Desarrollo gradual de los síntomasAparición repentina de los síntomas
Puede durar horas, días o semanasGeneralmente dura unos minutos (10-30 minutos)
No suele incluir miedo a morir o perder el controlA menudo incluye miedo intenso a morir o perder el control
Síntomas físicos menos severosSíntomas físicos más severos (palpitaciones, sudoración, temblores)
No suele causar evitación de situacionesPuede llevar a evitar situaciones por miedo a futuros ataques

Qué hacer en un ataque de ansiedad

Tanto si te encuentras solo, acompañado o entre personas desconocidas, mantén  la calma. No te ocurrirá nada. No te vas a desmayar, no vas a perder el control, y no vas a padecer un ataque al corazón. Tu cuerpo solamente está tenso, lo que notas únicamente es tensión provocada por tu mente. Así que sigue los siguientes pasos:

  • Ponte cómodo. Primero, encuentra un lugar donde sentarte. Si estás en casa, siéntate en el sofá, por ejemplo, y si te encuentras fuera de tu hogar, busca un sitio tranquilo donde te puedas sentar. Si no lo encuentras, hazlo en el suelo, no importa.
  • Comunícate. Si estás acompañado, comunícale a esa persona que ocurre, y que se mantenga a tu lado, pero en silencio. Evita que se ponga nerviosa, y empeore la situación. Tienes que procurar que todo el ambiente esté tranquilo para ti.
  • Cierra los ojos. No prestes atención a los estímulos externos. Únicamente tienes que concentrarte en ti en ese momento. Así que, cierra los ojos, y empieza a centrarte solamente en lo que sientes.
  • Respira. Inspira y expira pausadamente. Toma el control de tu respiración. La técnica de la respiración diafragmática te ayudará a relajarte, y que los síntomas vayan remitiendo.  Te ayudará a relajarte, y te ayudará a controlar esa sensación de ahogo que puedes parecer.
  • Masajea tu pecho. Al sentir un profundo dolor en el pecho propio de los ataques de ansiedad, deberías comenzar a masajear esa zona. Te va a aliviar ese dolor tan profundo e intenso que sientes. 
  • Piensa en que todo pasará. No te ocurrirá nada. Piensa en positivo. Es el momento de racionalizar lo que estás sufriendo, y lo  que estás sintiendo en ese momento. Debes decirte que todo pasará, y que solo es cuestión de tiempo. Comienza a hablarte de un modo positivo.

Estas son las herramientas más básicas para controlar un ataque de ansiedad repentino. Te ayudarán a pasar esta crisis en el menor tiempo posible. Este protocolo de actuación debemos seguirlo con tal de volver a tomar el control de nuestra mente y, por ende, de nuestro cuerpo.

Es muy habitual sentir miedo una vez superada la crisis de volver a sufrirla. Debemos controlar eso, ya que ese miedo es lo que hará que tengamos más posibilidades de sufrir un ataque de ansiedad de nuevo.

Qué decir que lo más recomendable es acudir a un profesional (psicólogo) para tratar ese estrés y esos miedos que producen la ansiedad, y no estaría de más aprender y realizar técnicas de relajación que nos ayuden a reducir nuestros niveles de estrés y ansiedad.

Beneficios de acudir a terapia

Beneficios de la Terapia Online para los ataques de ansiedad

La terapia online ofrece varios beneficios efectivos para tratar los ataques de ansiedad, entre los cuales destacan:

  • Accesibilidad y comodidad: permite al paciente acceder a terapia desde cualquier lugar y sin desplazamientos, lo que facilita recibir ayuda inmediata en momentos de crisis o emergencia.
  • Flexibilidad de horarios: los pacientes pueden programar sesiones en horarios que se ajusten mejor a su rutina diaria, lo que reduce el estrés adicional de coordinar tiempo para asistir a una consulta presencial.
  • Anonimato y privacidad: al recibir ayuda desde casa, se mejora la confidencialidad, lo que resulta particularmente útil para quienes sienten estigma social al buscar ayuda psicológica .
  • Reducción de costos: en muchas ocasiones, la terapia online puede ser más económica que la terapia presencial, lo que facilita el acceso continuo a apoyo profesional sin grandes gastos.

Estos beneficios hacen de la terapia online una opción accesible y efectiva para quienes buscan apoyo en el manejo de la ansiedad y sus ataques.

Preguntas frecuentes sobre los ataques de ansiedad

¿Qué es un ataque de ansiedad?

Un ataque de ansiedad es un episodio intenso de miedo o aprensión que se desarrolla rápidamente y alcanza su punto máximo en minutos. Puede incluir síntomas físicos como palpitaciones, sudoración, temblores y sensación de falta de aire, así como pensamientos de pérdida de control o miedo irracional.

¿Cuáles son los síntomas comunes de un ataque de ansiedad?

Los síntomas comunes incluyen: – Palpitaciones o ritmo cardíaco acelerado – Sudoración – Temblores o sacudidas – Sensación de falta de aire o asfixia – Dolor o malestar en el pecho – Náuseas o malestar abdominal – Mareo o aturdimiento – Sensación de irrealidad o despersonalización – Miedo a perder el control o «volverse loco» – Miedo a morir – Entumecimiento o hormigueo – Escalofríos o sofocaciones

¿Cómo puedo manejar un ataque de ansiedad cuando ocurre?

Para manejar un ataque de ansiedad: 1. Reconoce que es un ataque de ansiedad y que pasará. 2. Practica la respiración profunda y lenta. 3. Usa técnicas de relajación muscular progresiva. 4. Enfócate en el presente, utilizando tus sentidos para anclarte. 5. Repite afirmaciones positivas como «Esto pasará» o «Estoy a salvo». 6. Si es posible, muévete a un lugar tranquilo y seguro. 7. No luches contra los síntomas, acéptalos y déjalos pasar.

Conclusiones sobre los ataques de ansiedad

Hay momentos en nuestras vidas, que las adversidades o problemas nos sobrepasan, y empezamos a percibir todo de un modo negativo y peligroso. Son momentos de una gran angustia y tensión. Ese gran nivel de estrés que podemos experimentar en esos momentos, puede hacer que desarrollemos la temida ansiedad, y sus síntomas nos lleven a padecer un ataque de ansiedad cuando la tensión que soportamos es demasiado grande.

Debemos comprender que la ansiedad nunca va a desaparecer por sí sola. Nunca lo hará. Podemos experimentar momentos mejores y peores, pero si no la tratamos psicológicamente, siempre volverá a aparecer, y volveremos a padecer los temidos ataques de ansiedad. Así que, no lo dudes, si estás sufriendo ansiedad, busca ayuda, apuesta por la terapia y apuesta por ti.

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

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