Quiérete
Desde que nacemos comenzamos a construir una imagen de nosotros mismos. La educación y la experiencia, así como el juicio que hacen los demás de nosotros son clave a la hora de desarrollar aquello que seremos. Aceptarnos y querernos es fundamental. Quiérete.
Lo malo de la formación de la personalidad y de nuestra autoestima es que se produce en una edad temprana y por tanto carecemos de madurez suficiente para no tomar en serio los juicios de los demás. Si nuestro entorno es un entorno que solamente remarca nuestros defectos, creceremos creyendo que no somos lo suficiente buenos en comparación con los demás. En cambio si nos sentimos apoyados, y podemos desarrollar todo nuestro potencial, tendremos una buena formación de la personalidad y unos niveles altos de autoestima.
Es cierto que estamos siempre expuestos a los juicios de los demás. Es por ello que es de suma importancia encontrar nuestra propia voz interior. Somos únicos, con nuestros defectos y nuestras virtudes. Hay cosas que mejorar en todos nosotros, pero también hay cosas fascinantes en nuestro interior que ofrecer al mundo, y ofrecernos a nosotros mismos.
La autoestima es lo que nosotros creemos que somos. Cómo nos valoramos. Es algo que parte de nuestro interior. Somos a menudo demasiados exigentes con nosotros mismos. Somos en definitiva nuestros peores jueces. Piensa que solamente eres una persona, no eres perfecto/a. Nadie lo es. Y todos tenemos cualidades, capacidades y habilidades que nos hacen únicos y valiosos.
Hace un tiempo, un amigo que estaba intentando dejar de fumar, tuvo un mal día. Un muy mal día. Y al salir a la calle lo primero que hizo fue comprar tabaco y fumar. ¿Es tan grave recaer? Pues para este amigo aquello supuso una auténtica tragedia personal, en la cual se sentía un fracasado, y creedme, se fustigó emocionalmente de un modo muy severo. Todos en algún momento tropezamos, no pasa nada, solamente hay que volver a levantarse y continuar. Por no ser capaz de hacer algo en algún momento no significa que no podamos en el futuro, o no seamos capaces de realizarlo.
Es hora de quererte
- Comienza a realizar cosas que te hagan sentir bien y hayas postergado en el tiempo, como por ejemplo, hacer deporte, realizar algún curso, hacer una escapada a un lugar que querías visitar, etc. Hacer aquello que nos gusta y que somos capaces de realizar nos hará sentirnos bien.
- Aléjate de los pensamientos negativos. Las personas pueden emitir su juicio acerca de nosotros. No importa demasiado. Las personas que te juzgan negativamente suelen ser personas inseguras que buscan remarcar tus errores con tal de esconder los suyos. Analiza sus juicios y verás que se alejan de lo que verdaderamente eres. Ten seguridad de quién eres. Tú sabes cuáles son tus pequeños defectos y tus grandes virtudes. No dejes tu autoestima en manos de terceros.
- Repasa toda tu biografía. Comprobarás todo lo que has luchado y el esfuerzo que has tenido que realizar para llegar hasta donde ahora estás. Sigues en pie y luchando. Te ayudará a ver cómo los juicios que hacían los demás y tú mismo/a sobre ti en otra época no se ajustaban con la realidad, al igual que ocurre hoy en día.
- Trata a los demás como te gustaría que te tratasen a ti, y exige lo mismo de los demás. No dejes que te infravaloren. Te mereces que te traten con respeto, amabilidad y generosidad. Quiérete más y harás que los demás te quieran de igual modo. Tú eres quien pones los límites.
- Cree en ti. Eres capaz de realizar todo aquello te propongas. Explota tus virtudes. Eres bueno/a en algo, seguro. Céntrate en ello y conseguirás aumentar tu autoestima cuando vayas consiguiendo las metas que te hayas marcado.(Tienen que ser metas reales).
- Ámate y serás amado/a. Las personas que se valoran y se quieren siempre atraerán a personas que las valoren y las quieran. Si quieres a alguien primero debes quererte. El valor y el amor que te das serán el amor y el valor que podrás dar a otra persona.
Conclusión: quiérete
Como conclusión, decirte que te escuches. Que escuches esa voz interior. Nunca te fallará. Y no te dejes sucumbir por el juicio de personas que definitivamente no viven tu vida, ni calzan tus zapatos. ¡Quiérete!
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online